La invención de Morel es una novela escrita en 1940 por el argentino Adolfo Bioy Casares. Constituye un ejemplo clásico de la literatura fantástica en idioma español, y probablemente sea la obra más famosa de su autor.
En su Prólogo a la novela, Borges afirma que, “En español, son infrecuentes y aún rarísimas las obras de imaginación razonada”. Bioy, según la crítica, es uno de los grandes innovadores en el género y trabaja sobre él de un modo singular. Sus cuentos y novelas de la década del cuarenta tienen en común ciertos tópicos y cierta impronta de la época: el imaginario cientificista de entresiglos, donde confluían tanto nociones propiamente científicas con cierta zona del ocultismo, lo paranormal y el psiquismo. Bioy Casares, a pesar de escribir ya tiempo después del furor del espiritismo cientificista, retoma esos imaginarios levemente anacrónicos para pensar muchas de sus ficciones fantásticas y revestirlas de cierto aire de cientificidad.
En esta novela convergen la invención técnica y el cine con el subgénero fantástico. La obra ha sido analizada por muchos teóricos como uno de los primeros esfuerzos en la literatura latinoamericana por incursionar en el terreno de la realidad virtual. La máquina de Morel se basa en la fusión de tecnología cinematográfica y holográfica y genera la reproducción virtual de las acciones de los personajes, en eterna repetición. En el siglo XXI, ese procedimiento puede leerse en analogía con el impacto de las nuevas tecnologías informáticas y los medios de representación, y el modo en que estos han transformado nuestro espacio simbólico.
La novela inspira a muchos otros artistas, que deciden adaptar La invención de Morel a versiones en cine, teatro, música. Entre ellos, el cineasta francés Alain Resnais se basa en la novela de Bioy Casares para su película El año pasado en Marienbad (1961). El cineasta italiano Emidio Greco, por su parte, adapta la novela en una película también (1974). En 1995, la directora y dramaturga argentina Eva Halac realiza la puesta en escena de La invención de Morel en un espectáculo teatral en el que las imágenes son interpretadas por títeres y el fugitivo, por un actor. La crítica señala, también, que la novela sirve de inspiración para la famosa serie Lost. El músico Stewart Copeland (ex-batería del grupo The Police) compone una ópera con el título de The Invention of Morel, basada en la obra, que es llevada a los escenarios en 2018.
Jorge Luis Borges escribe en el prólogo, sobre la trama, que no le parece «una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta». Octavio Paz, Premio Nobel de literatura, se hace eco de la opinión de Borges. Otros autores latinoamericanos célebres también han expresado su admiración por la novela.
