Existen numerosas interpretaciones de "La caída de la casa Usher"; las más famosas giran en torno al tema de la locura, mientras que otras interpretean el cuento como una alegoría del propio inconsciente de Edgar Allan Poe. Sin embargo, otra lectura menos canónica también ha sido propuesta por algunos críticos: ¿qué pasa con la posibilidad de que Poe, en este cuento, esté satirizando el relato de terror como género literario?
Aproximadamente la mitad de la producción literaria de Poe en ficción breve es cómica o satírica. El escritor, en verdad, nunca pretendió ser considerado únicamente un maestro de lo macabro, y sus relatos de terror representan solo una fracción de lo que era capaz de hacer. La crítica literaria, la teoría y la poesía también eran importantes para él, y muchas veces parecía también aspirar al ingenio y la extravagancia de los otros grandes escritores del sur anteriores a la guerra, la mayoría de los cuales habían sido humoristas: Augustus Baldwin Longstreet, George Washington Harris, Henry Claw Lewis, Joseph Glover Baldwin y Johnson Jones Hooper. Historias como "Los leones", "El Rey Peste", "El diablo en el campanario" y "Por qué el pequeño francés lleva la mano en cabestrillo" son todas obras de humor, y vale la pena señalar que más de la mitad de las entradas en la primera colección de cuentos publicada de Poe, Cuentos de los grotesco y arabesco (1840), son cómicos o satíricos.
Además, en algunos relatos, la escritura de Poe entremezcla un tono cómico y uno serio con naturalidad. Tan elaborado es su lenguaje, tan exageradas sus imágenes, que algunos críticos argumentan que casi todo lo que escribió Poe está controlado por una ironía predominante, con la cual nos presenta una burla astutamente insinuada tanto de nosotros como lectores como de él mismo como escritor.
En "La caída de la casa Usher", Poe presenta al absurdo Mad Trist en el momento de mayor tensión, mientras afuera se desata una tormenta, el narrador no puede dormir y Roderick parece al borde de la histeria. Cuando el narrador concede que "poco había en su prolijidad tosca, sin imaginación [del libro], que pudiera interesar a la elevada e ideal espiritualidad de mi amigo" (p. 333.), Poe se burla de tres cosas a la vez: del libro, del narrador y de él mismo. ¿Qué "elevada e ideal espiritualidad" posee Usher, casi loco de atar a estas alturas? El uso de la palabra "tosca" refleja algunas críticas contemporáneas que recibía el propio trabajo de Poe; el narrador se revela así como un hombre de ideas conservadoras, dispuesto a criticar un libro por no ajustarse al ideal de la alta literatura. Al mismo tiempo, podría comprenderse, por el juicio que emite el narrador, que es Poe quien desprecia el tipo de escritura que representa Mad Trist, y que arremete contra ese estilo tal como lo hizo con otros en sus reseñas literarias. Líneas como "Ethelred, que era por naturaleza un corazón valeroso" (p. 333), y "Ethelred levantó su maza y golpeó la cabeza del dragón, que cayó a sus pies y lanzó su apestado aliento" (p. 334) tienen claramente la intención de ser cómicas y de parodiar los romances exagerados.
Sin embargo, lo más intrigante es que la historia de Poe se convierte esencialmente en una versión de Mad Trist. Atrás quedó la sutileza y el lento desarrollo de la primera mitad de la historia. En cambio, ruidos extraños, que parecen hacer eco de Mad Trist, se acumulan hasta un clímax grotesco, en el que Madeline, adoptando el papel de Ethelred y atravesando una puerta, mata inmediatamente a Usher, mientras que toda la casa se derrumba inexplicablemente en el estanque. Es como si la lectura misma del libro tosco y sin imaginación sumergiera a los personajes en ese mundo.
Cuando Poe comenzó a escribir, el romanticismo en Europa estaba en pleno apogeo y era conocido (y a veces criticado) por sus imágenes extravagantes, emociones intensas y las tendencias melodramáticas de su ficción. Estas cualidades se mostraron mejor en la literatura gótica que surgió en Inglaterra, con obras como Cumbres Borrascosas, y que avanzó al otro lado del Atlántico. Poe, ciertamente, adoptó tropos góticos y efectos estilísticos, y los entretejió con su estilo propio, pero es imposible señalar en qué medida esas elecciones son serias y no una parodia o una sátira. En otras palabras, está claro que Poe utilizó los aspectos más exagerados del estilo gótico para criticarlo, para burlarse de la misma tradición a la que pertenecía. El final de Usher, junto con el uso de la repetición y la redundancia a lo largo de la historia, podría constituir una burla de la narración sobre sí misma.