De los treinta y tres poemas que constituyen Fervor de Buenos Aires, la mayoría están escritos en primera persona del singular, constituyendo un yo poético que parece coincidir con la figura del autor y que le proporciona al poemario un registro generalmente autobiográfico. En cuanto a su estructura, los poemas tienden a ser breves -solo dos superan la página de extensión- y están escritos en verso libre, por lo que no llevan rima ni medición de sílabas. A su vez, poseen una importante unidad desde el punto de vista del léxico, el tono, el estilo y la temática. De hecho, varias de sus imágenes y figuras retóricas se repiten insistentemente a lo largo de los distintos títulos, lo que colabora con un efecto de unicidad de la obra.
En general, nos encontramos ante poemas que tematizan nostálgicamente acerca de los arrabales de Buenos Aires, ofreciendo imágenes que surgen de una voz poética atribuida a un paseante solitario y taciturno. A este primer grupo pertenecen poemas como “El Sur”, “El patio” y “Barrio reconquistado”, entre tantos otros. Muchas veces, las caminatas despiertan reflexiones de índole metafísica, e impulsan preguntas acerca del tiempo, la existencia y la realidad: “Amanecer”, “Final de año” y “Afterglow” entran en esta lista. En relación con estos, podemos encontrar los que versan acerca de la vida y la muerte, como “La Recoleta”, “Inscripción en cualquier sepulcro” y “Remordimiento por cualquier muerte”.
Otros poemas tematizan explícitamente la identidad del autor y su relación con su ciudad, la historia familiar y nacional, así como sus tradiciones: “Las calles”, “Inscripción sepulcral” y “Líneas que pude haber escrito y perdido hacia 1922” pueden considerarse dentro de este grupo. Finalmente, podemos encontrar títulos como “Ausencia”, “Llaneza” y “Sábados”, en los que son los vínculos afectivos y amorosos los temas desarrollados.
En orden, los treinta y tres títulos de este poemario son los siguientes: "Las calles", "La Recoleta", "El Sur", "Calle desconocida", "La Plaza San Martín", "El Truco", "Un patio", "Inscripción sepulcral", "La rosa", "Barrio reconquistado", "Sala vacía", "Rosas", "Final de año", "Carnicería", "Arrabal", "Remordimiento por cualquier muerte", "Jardín", “Inscripción en cualquier sepulcro”, "La vuelta", "Afterglow", "Amanecer", "Benarés", "Ausencia", "Llaneza", "Caminata", "La Noche de San Juan", "Cercanías", "Sábados", "Trofeo", "Atardeceres", "Campos atardecidos", "Despedida" y "Líneas que pude haber escrito y perdido hacia 1922".
