La cruz (Símbolo)
La cruz, símbolo que para el cristianismo representa el sacrificio de Cristo por la humanidad, es utilizada por los esclavos como un elemento de protección. En la casa de Mamán Loi aparecen "cucharas enmohecidas, puestas en cruz para ahuyentar al barón Samedi, al barón Piquant, al barón La Croix y otros amos de cementerios" (p. 21). Allí, la cruz protege la casa y ahuyenta a estos personajes que merodean las tumbas y poseen poderes licantrópicos.
Los tambores (Motivo)
Los esclavos negros utilizaban los tambores para hacer música, pero funcionaban también como una forma de comunicación entre las distintas haciendas, utilizándolos muchas veces para llamar a las rebeliones y otras como parte de sus ceremonias religiosas. A lo largo de los primeros capítulos, los tambores aparecen en las reuniones de negros, y cuando Mackandal recupera su cuerpo humano, aparece detrás del Tambor Madre en la ceremonia que está teniendo lugar entre los esclavos de la hacienda de los Dufrené.
En la tercera parte de la novela, los tambores vuelven a aparecer como indicadores de la sublevación que el pueblo de Haití organiza en contra de Henri Christophe. Cuando el motín tiene lugar, Henri Christophe puede oír los tambores rodeando el palacio de Sans-Souci y cerrándose sobre él.
Los perros (Motivo)
Los perros son un motivo recurrente que encarna la violencia de la dominación blanca sobre los esclavos negros. En cada hacienda se crían mastines utilizados para dar caza a los esclavos prófugos. Cuando Mackandal huye, Monsieur Lenormand no envía sus mastines a buscarlo, pues dice que no vale la pena arriesgar un par de buenos perros para atrapar a un esclavo manco.
Durante la revolución liderada por Boukman, los esclavos negros queman las perreras como forma de vengarse de aquellos animales que tanto odian. Posteriormente, el alcalde Rochambeau hace traer un barco lleno de perros desde Santiago de Cuba para que den caza a los esclavos prófugos que andan por los campos de la colonia.
El rosario (Motivo)
El rosario aparece como un motivo ligado a la religión cristiana de los colonos, y suelen rezarlo en situaciones de desesperación, como cuando Monsieur Lenormand encuentra a su concubina, Mademoiselle Floridor, asesinada por sus esclavos.
Los ritos vudú (Motivo)
Los ritos vudú profesados por los sacerdotes negros son la contracara de la religiosidad cristiana de los colonos. En la novela se detallan varios rituales, entre los que destacan el realizado por Boukman en las selvas Caimán para sellar el pacto revolucionario con el resto de esclavos negros y el que realiza Solimán, el sirviente de Paulina Bonaparte, tratando de salvar la vida al general Leclerc. Los ritos vudú suelen incluir el sacrificio de animales y la ingesta de su sangre.
Sobre los ritos vudú hay una nutrida cantidad de descripciones en la sección "Imágenes".