"Había príncipes duros como el yunque, y príncipes que eran el leopardo..." (p.16) (Símil y metáfora)
En este pasaje se describen las características de los príncipes africanos contrapuestas a las de los príncipes europeos. Con estas imágenes se destacan el poderío, la fuerza y la conexión vital con el entorno de estos príncipes guerreros.
"Perdida la sal de la vida, Ti Noel se aburría en las calendas dominicales..." (p. 23) (Metáfora)
La metáfora "perdida la sal de la vida" hace referencia al vacío de sentido y de condimento que siente Ti Noel en su día a día una vez que su amigo, Mackandal, se fuga de la hacienda.
"...el veneno que no teñía el agua, seguía reptando, bajando por las chimeneas de las cocinas, colándose por las hendijas de las puertas cerradas, como una incontenible enredadera que buscara las sombras para hacer de los cuerpos sombras." (p. 26) (Metáforas y símil)
En este pasaje, Carpentier enhebra una metáfora, un símil y una metáfora más. El veneno aparece reptando, en evidente referencia a las serpientes, animales famosos por su cualidad venenosa. Tras esta presentación, se lo compara con una enredadera que busca las sombras, y aparece seguidamente la metáfora de la sombra como la muerte.
"...volviendo a las tinajas que el manco debía de haber enterrado en alguna parte, haciéndose espuma en la gran noche de la tierra, que noche de tierra era ya para tantas vidas." (p. 28) (Metáfora)
En este pasaje se construye una metáfora que asocia el enterrar de los barriles de veneno con el enterrar los cadáveres de los muertos. La noche de la tierra es una referencia directa a la muerte.
"Un viento de licencia, de fantasía, de desorden, soplaba en la ciudad." (p. 52) (Metáfora)
Con esta metáfora se describe la situación caótica de la colonia francesa en La Española tras la represión de la revuelta encabezada por Boukman, como un viento que desordena las costumbres de los colonos, ahora entregado a los placeres de la carne y a la violación y el asesinato de los esclavos negros.
"Totalmente vestida de hongos encarnados, llena de noche todavía, la ciudadela emergía, sangrienta arriba, herrumbrosa abajo, de las nubes grises que tanto habían hinchado los incendios de la Llanura." (p. 91) (Metáfora)
En la descripción final de La Ferrière se superpone un juego de metáforas que presenta a la ciudadela como una visión maravillosa surgida al amanecer. La fortaleza "todavía llena de noche" emerge "sangrienta" entre las nubes. Esa forma de representar el amanecer construye un paralelismo con la situación que los personajes viven: la sublevación ha destruido el palacio de Sans-Souci y Henri Christophe se ha quitado la vida.