“Pero mi vientre está seco, tú lo sabes” (Capítulo 1) (Metáfora)
Mediante la metáfora del vientre seco, la madre de Daniel representa su esterilidad. A través de ella, el cuerpo de la mujer es comparado con otro elemento de la naturaleza, la tierra y su productividad. Del mismo modo que una tierra infértil, seca, ha perdido su capacidad de dar frutos, un vientre infértil es incapaz de producir un fruto, esto es, un bebé.
“Lo cierto es que a la Guindilla menor, que hasta entonces se le antojara aquel valle una cárcel vacía y sin luz, se le abrieron repentinamente los horizontes…” (Capítulo 5) (Metáfora)
En este fragmento, el valle es metaforizado como una cárcel vacía y oscura para representar la vida miserable de Irene en el pueblo, previa a conocer a Dimas. Al compararlo con una cárcel se evidencia la sensación de encierro y falta de experiencias vitales y, al señalar su falta de luz, su oscuridad, se representa la falta de esperanza y alegría. De ahí que conocer a Dimas implique todo lo opuesto: una apertura de horizontes.
“El valle tenía su cordón umbilical, un doble cordón umbilical, mejor dicho, que le vitalizaba al mismo tiempo que le maleaba: la vía férrea y la carretera” (Capítulo 3) (Metáfora)
En este pasaje, la vía férrea y la carretera son metaforizadas como cordones umbilicales del valle. Si el cordón umbilical tiene el objetivo de alimentar y aportar nutrientes al embrión, esta metáfora busca representar la idea de que la vía de tren y la carretera, vía de autos, representa también un enriquecimiento para el valle. Estas vías son las que permiten que el valle no permanezca aislado y pueda conectarse con la ciudad y desarrollar su economía, transportando lo que allí se produce y recibiendo insumos. De ahí que el narrador aclare que ese doble cordón umbilical vitaliza al valle, es decir, le da vida.
“Hasta se enfureció y agitó el muñón en el aire como si fuera el mástil de una bandera arriada” (Capítulo 16) (Símil)
Mediante un símil, el movimiento que Quino, el Manco, hace con su muñón, al agitarlo en contra de los rebeldes que asedian a la Guindilla mayor, es comparado con el mástil de una bandera. Con esta comparación, se representa la dureza de ese gesto, pero también se evidencia la fisonomía del brazo duro, sin mano, asimilable a un palo de madera.
“El Tiñoso sirvió de campo de batalla, durante ocho horas, entre la vida y la muerte” (Capítulo 19) (Metáfora)
El cuerpo de Germán, el Tiñoso, es metaforizado como un campo de batalla para señalar que durante ocho horas se dirime entre la vida y la muerte. Su estado de salud es tan incierto que es representado como una guerra en la que la vida y la muerte luchan, usando como escenario el cuerpo del niño. Asimismo, la idea de que el niño "sirve" de campo de batalla retrata su completa indefensión.