Las flores de Punitaqui (Símbolo)
Punitaqui es una zona desértica de Chile en la que, naturalmente, las flores no abundan. Sin embargo, las mujeres de esa zona, en el poema "Las flores de Punitaqui", juntan, justamente, un ramo de flores para el yo lírico. Estas flores funcionan como un un símbolo de vida, de fuerza. Allí donde no parece haber nada, hay flores, y si hay flores, entonces, hay esperanza, hay algún tipo de belleza y consuelo:
Y allí con unas flores
las mujeres de allí, las chilenas de arriba, (…)
unas flores de Punitaqui, unas rojas flores,
geranios, flores pobres,
de aquella tierra dura,
depositaron en mis manos (…).
Eran en su pobreza
la fortaleza florecida, el ramo
de la ternura y su metal remoto.
(“Las flores de Punitaqui”, p. 318.
El árbol (Símbolo)
En el poema llamado "Los libertadores", el yo lírico simboliza el triunfo definitivo de los oprimidos a través de la figura de un árbol que soporta las tormentas y no para de crecer. El final del poema dice:
Defiende el fin de sus corolas,
comparte las noches hostiles,
vigila el ciclo de la aurora,
respira la aurora estrellada,
sosteniendo el árbol, el árbol
que crece en medio de la tierra.
(p. 72)
Ese árbol se presenta como un símbolo del triunfo de los oprimidos que, inevitablemente, vivirán en el centro de la tierra que les pertenece.
La línea negra (Símbolo)
En el poema "Las oligarquías", perteneciente al canto "La arena traicionada", el yo lírico dice que los oligarcas
Hicieron una línea negra:
'Aquí, nosotros, porfiristas
de México, caballeros
de Chile, pitucos
del Jockey Club de Buenos Aires (...)
Allá vosotros, rotos, cholos,
pelados de México, gauchos,
amontonados en pocilgas.
(p. 167)
Esa línea negra funciona como un símbolo de la división entre clases sociales.
El agua (Símbolo)
Dentro de todo el Canto general, el agua (ya sea de ríos, océanos o lagos) funciona como símbolo de vida. Entre algunos ejemplos se pueden citar los siguientes versos: "Todo es el río, toda vida es río/ y Antonino Bernales era río" ("Antonino Bernales, Pescador, Colombia", p. 257); "Por todas partes al pueblo se le cierran los grifos/ para que el agua de la vida no se reparta" ("Catástrofe en Sewell", p. 267).
El pan (Símbolo)
A lo largo de toda la obra, el pan aparece de manera recurrente simbolizando la pureza, la inocencia y la hermandad latinoamericana. Por ejemplo, en el poema en el que Neruda agradece a los chilenos que lo ayudaron durante su fuga dentro de Chile encontramos los siguientes versos: "Pan de las vidas, hermanos secretos", y luego: "Soy solo/ pueblo, puerta escondida, pan oscuro/ y cuando me recibes, te recibes/ a ti mismo" ("A todos, a vosotros", p. 307).