La geografía de Chile
A lo largo de la obra, Neruda describe la geografía chilena a través de diferentes imágenes. Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en el poema "Hacia los minerales":
Después a las altas piedras
de sal y de oro, a la enterrada
república de los metales
subí:
eran los dulces muros en que una
piedra se amarra con otra,
con un beso de barro oscuro.
(p. 316)
Luego, en "Feliz año para mi patria en tinieblas", leemos:
Entro por sus desiertos de pura geografía,
paso los verdes valles donde la uva acumula
sus verdes alcoholes, el mar de sus racimos.
Entro en tus pueblos de jardín cerrado,
blanco como camelias, en el agrio
olor de tus bodegas.
(p. 365)
Un tercer ejemplo lo encontramos en "Recuerdo el mar":
Recuerdo el mar, las costas agrietadas y férreas
de Coquimbo, las aguas altaneras de Tralca,
las solitarias olas del sur, que me crearon.
Recuerdo en Puerto Montt o en las islas, de noche,
al volver por la playa, la embarcación que espera,
y nuestros pies dejaban en sus huellas el fuego.
(p. 363)
La Antártica
En su poema "Antártica", Neruda describe el continente más austral del planeta a través de las siguientes imágenes:
Antártica, corona austral, racimo
de lámparas heladas, cineraria
de hielo desprendida
de la piel terrenal (...)
Todas las resistencias del Océano
concentraron en ti tu transparecia,
y la sal te pobló con sus castillos,
el hielo hizo ciudades elevadas.
(p. 381)
El lugar de nacimiento de Neruda
En el poema "La frontera", fechado en 1904, año en que nace el autor, Neruda describe así las primeras imágenes de la naturaleza que tuvo ante sus ojos:
Lo primero que vi fueron árboles, barrancas
decoradas con flores de salvaje hermosura,
húmedo territorio, bosques que se incendiaban
y el invierno detrás del mundo, desbordado (...)
Mi infancia son zapatos mojados, troncos rotos
caídos en la selva, devorados por lianas
y escarabajos (...).
Frente a mi casa el agua austral cavaba
hondas derrotas, ciénagas de arcillas enlutadas,
que en el verano eran atmósfera amarilla
por donde las carretas crujían y lloraban
embarazadas con nueve meses de trigo.
(pp. 409-410)
Birmania
En el poema "El viajero", Neruda describe Birmania, uno de sus primeros destinos de viaje, a través de estas imágenes visuales, olfativas y auditivas:
Desde mis ventanas
en Dalhousie Street, el olor
indefinible, musgo en las pagodas,
perfumes y excrementos, polen pólvora
de un mundo saturado por la humedad humana, subió hasta mí.
(...)
Las calles me llamaron
con sus innumerables movimientos
de telas de azafrán y escupos rojos,
junto al sucio oleaje del Irrawadhy, del
agua cuyo espesor, sangre y aceite,
venía descargando su linaje
desde las tierras altas cuyos dioses
por lo menos dormían rodeados por su barro.
(p. 414)