Los patios de las casas (Motivo)
El "yo" íntimo expresa sus gustos y costumbres, entre las que destaca la observación de los patios —los zaguanes— de las casas y sus puertas de entrada. El zaguán es un leitmotiv muy presente en toda la obra poética de Borges, y en él se articula su gusto por los barrios de periferia, de la orilla de la ciudad. Este motivo se relaciona con otros, como las calles, el truco y el tango, y todos ellos componen la mirada particular de Borges sobre la ciudad y sus costumbres.
El reloj de arena (Símbolo)
Los relojes —y, entre ellos, el reloj de arena— son un símbolo recurrente en la literatura borgeana y expresan la inquietud del autor frente al paso del tiempo. Si bien en “Borges y yo” el narrador tan solo menciona su gusto por los relojes de arena, esta elección no es inocente, sino que se trata de una forma de hacer presente en un texto tan breve todo el trasfondo simbólico de su obra literaria.
El tigre (Motivo)
El tigre constituye otro leitmotiv muy recurrente en la obra de Borges. Si bien, en este caso, la voz narradora solo lo menciona como un ejemplo al expresar el deseo de todas las cosas de permanecer en su identidad, la elección del tigre no es azarosa. Como hemos indicado sobre el reloj de arena, Borges aprovecha la ocasión para hacer presente en este breve texto sobre su personalidad otro de los elementos que componen su literatura.
Los libros (Motivo)
Los libros también aparecen en toda la obra de Borges, ya sea como objetos particulares o referencias a determinados autores u obras. Como leitmotiv, la presencia constante de los libros en los textos borgeanos pone de manifiesto hasta qué punto la literatura es uno de los temas principales de su obra.
