Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas.
Con esta frase comienza “Borges y yo”. Mediante este desdoblamiento, la voz narradora expresa la división que existe entre el “yo” íntimo y Borges en tanto figura pública y escritor consagrado.
De Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico.
En este pasaje, el "yo" íntimo del sujeto marca una división entre su mundo interior y la vida pública, en la que Borges se le aparece como un otro, desligado de su propia persona.
Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica...
En este fragmento, el "yo" íntimo que se presenta como la voz narradora del texto comienza a señalar su subordinación frente a la figura de Borges como escritor. Así, paulatinamente, ese "yo" cede su identidad ante la presión que ejerce Borges.
Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar.
Nuevamente, esta cita corresponde a otra instancia donde la división entre el "yo" íntimo y la figura de Borges como escritor comienza a hacerse difusa: el "yo" reconoce que poco a poco es consumido por Borges.
Yo he de quedar en Borges, no en mí...
Al igual que las citas anteriores, este fragmento da una clave de cómo la voz narradora sufre una transición desde ese "yo" íntimo hacia la dimensión de su identidad que se expresa como Borges, y que es la dimensión del hombre entregado a la creación artística.
No sé cual de los dos escribe esta página.
La sentencia conclusiva, “No sé cuál de los dos escribe esta página” (p. 221), siembra la duda sobre la identidad del narrador y señala el fracaso del "yo" íntimo en su intento de perdurar más allá de Borges. Con esta sentencia, el lector puede leer todo el texto nuevamente y pensarlo como un ejercicio literario de Borges, que expresa su personalidad mediante ese desdoblamiento en figura pública y figura privada.