Tartufo tiene lugar en la casa de Orgon. La obra comienza cuando Madame Pernelle decide dejar la casa de Orgon (su hijo) por los comportamientos inmorales y decadentes de los que la habitan. La única persona que vive bajo ese techo y que ella respeta es Tartufo. Orgon fue quien llevó a vivir a Tartufo en su casa. El resto de la familia (excepto Orgon, que no está presente en esta primera escena) cree que Tartufo es un farsante y se lo dice a Madame Pernelle, pero nadie logra convencerla.
Tras la partida de Madame Pernelle, Dorina (la sirvienta y aya de Mariana) y Cleante (el cuñado de Orgon) conversan acerca de cómo convencer a Orgon de que Tartufo lo está manipulando. Damis (el hijo de Orgon) está preocupado porque teme que su padre no le permita a Mariana (su hermana, hija de Orgon) casarse con Valerio, su amado, compromiso que ya fue arreglado de palabra.
Cuando Orgon llega a la casa, Cleante le ruega que vea más allá de los actos de Tartufo, que se permita ver la falsedad que estos encubren. Sin embargo, Orgon narra cómo conoció a Tartufo y pudo observar su enorme humildad y su devoción al cielo. Luego, Cleante le pregunta sobre el casamiento de Mariana, pero Orgon se muestra esquivo a responderle, dando a entender que puede llegar a cancelar el compromiso que tiene su hija con Valerio.
El Acto II comienza cuando Orgon le anuncia a Mariana que decidió casarla con Tartufo. Ella se muestra sorprendida y triste, pero muestra la obediencia que se espera de una hija ante la voluntad de su padre. Dorina le ruega a Orgon que modifique esa decisión, sugiriendo que la diferencia de edad entre Mariana y Tartufo va a conducir a que su hija sea infiel. Orgon la manda a callar.
Tras la partida de Orgon, llega Valerio afirmando que escuchó los rumores acerca del casamiento entre Mariana y Tartufo. Tras una adolescente discusión entre Mariana y Valerio por celos, Dorina los calma y los convence de que todos deben unirse para abrirle los ojos a Orgon, demostrarle que Tartufo es un farsante y cancelar la boda.
En el Acto III, Dorina le pide a Damis que no pierda la cabeza y que no cometa ninguna locura contra Tartufo que pueda arruinar su plan de desenmascararlo. El plan consiste en hacer intervenir a Elmira (esposa de Orgon), por quien Tartufo tiene un enorme deseo y atracción sexual.
Recién entonces aparece Tartufo por primera vez, y Dorina lo deja solo con Elmira. Ella le ruega a Tartufo que renuncie al casamiento con Mariana, pero él sorprende a Elmira confesando su amor por ella. Elmira lo rechaza, y le dice que no va a contarle lo sucedido a su marido si Tartufo renuncia a casarse con Mariana. Tartufo parece estar de acuerdo con esta propuesta, pero justo en ese momento aparece Damis, quien vio y escuchó cómo este declaraba su amor a su madrastra, y se muestra indignado. Cuando Orgon entra en la escena, Damis intenta convencer a su padre acerca de lo que acaba de intentar Tartufo con su mujer. Ella no niega lo sucedido ni lo afirma, sino que dice que no se debe molestar a los maridos por cuestiones que las esposas pueden resolver solas (refiriéndose a los intentos de conquista). Orgon le pregunta a Tartufo si es verdad lo que acaba de oír, y este exagera su culpabilidad para ser visto como un inocente piadoso por Orgon. Y lo logra, a tal punto que Orgon echa a Damis de su cuarto amenazándolo con golpearlo.
Tras este incidente, cuando Tartufo y Orgon quedan a solas, Tartufo afirma que debería irse de la casa, ya que van a comenzar las habladurías al respecto de lo sucedido. Orgon no acepta eso, y le ruega que pase más tiempo con su esposa, sin importar lo que digan. Aún más, para demostrar la confianza que le tiene, Orgon decide donarle a Tartufo todos sus bienes.
En el Acto IV, Cleante intenta quebrar la farsa de Tartufo a través de una conversación con él, pero no lo logra. Mariana le implora a su padre que la deje casarse con Valerio, pero tampoco lo logra. Finalmente, Elmira convence a Orgon para que se esconda y pueda descubrir quién es verdaderamente Tartufo. Orgon acepta.
Elmira, entonces, lleva a Tartufo a un cuarto a solas y le declara su amor y su deseo. Tartufo desconfía y le exige a ella que le pruebe tal deseo físicamente. Ella acepta hacer esto, pero antes le pide a Tartufo que verifique que Orgon no esté por allí, cerca del cuarto. En el momento en que Tartufo sale a hacerlo, Orgon sale de su escondite y acepta que fue engañado como un tonto. Cuando Tartufo entra al cuarto, Orgon lo echa de su casa, pero Tartufo revela que él tiene en su poder la casa, ya que Orgon se la cedió.
En el Acto V, Orgon descubre que además de haberle cedido los bienes, Tartufo tiene en su poder una caja con documentos que pueden traerle problemas políticos, ya que son de un amigo que fue desleal con el príncipe.
Madame Pernelle regresa a la casa, y la familia intenta convencerla del mal que hizo Tartufo, pero ella se niega a creerlo. En ese momento, un funcionario de la justicia llamado Señor Leal llega a la casa con un documento que obliga a la familia a abandonar la propiedad, ya que ahora le pertenece a Tartufo. Además, llega Valerio notificando que los documentos de la caja llegaron a manos del príncipe, y que pretenden encarcelar a Orgon.
Justo antes de que Orgon escape, llega un oficial del príncipe junto a Tartufo. Tartufo cree que van a detener a Orgon, pero el oficial sorprende a todos al detener a Tartufo. Explica que el príncipe sabe que es un farsante, que se ha cambiado de identidad y que ha vivido desde hace años como estafador. La familia se alegra enormemente, y Orgon anuncia que va a comenzar a planear la boda entre Mariana y Valerio.
