Pascual Duarte
Es el narrador principal y el protagonista de la novela. Condenado a muerte, relata la historia de su vida y de sus crímenes desde la cárcel. Se confiesa culpable y, al mismo tiempo, víctima de un entorno familiar muy violento. Es capaz de sentir un cariño genuino por sus hermanos y por sus hijos, pero en varias ocasiones reacciona con una violencia desproporcionada que lo lleva a matar ante la menor provocación, real o percibida. Vive carcomido por el odio hacia su madre. Es primitivo, intelectualmente limitado y, aunque en ocasiones intenta actuar racionalmente, no puede luchar contra un destino que se ensaña con él y le impide ser feliz.
Esteban Duarte Diniz
Es el padre del protagonista. Es portugués, un hombre de gran porte, alto y gordo, con un bigote negro echado hacia abajo. Pascual le teme porque tiene un terrible carácter y los golpea, a él y a su madre, por cualquier motivo. Poco se sabe de su pasado; solo que fue contrabandista y estuvo preso. Sabe leer y se considera por eso superior a su esposa. Muere contagiado de rabia, tras ser mordido por un perro, encerrado por su familia en un cuarto para que no estorbe el parto de Mario, el hermano menor de Pascual.
La madre de Pascual
Es una mujer alta, flaca, sucia, alcohólica, malhablada, infiel, violenta y cruel. De ella dice Pascual que no posee ninguna virtud. Es el único personaje sin nombre. Siente fascinación por su hija Rosario, pero no le presta atención a Pascual ni quiere que él vaya a la escuela. Engaña a su marido y tiene un hijo con su amante, pero como el niño nace con una discapacidad, lo desprecia, no le da de comer e incluso celebra cuando muere, hecho que despierta el odio de Pascual. Muere degollada por su hijo.
Rosario Duarte
Es la hermana de Pascual. Nace cuando él es pequeño y conquista el corazón de sus padres. Personaje que aporta luz a la novela, muy querida por su hermano. Es quien lo acompaña en los momentos más difíciles y le brinda consuelo. Ella también está determinada por su entorno a tener una vida de violencia y pobreza; ya de joven roba, bebe, se escapa a la ciudad, se prostituye y se relaciona con Paco López, el Estirao, quien se aprovecha de ella y a quien Pascual detesta. Es Rosario quien le consigue una nueva esposa a Pascual, después de la muerte de Lola, cuando él vuelve de la cárcel.
Paco López, el Estirao
Fue torero, se aprovecha de las mujeres y vive a costa de ellas. Conquista a Rosario cuando es adolescente y la lleva a la ruina. Provoca permanentemente a Pascual, le dice que no es un hombre y él no reacciona por consideración a su hermana, pero lo odia profundamente. Años más tarde deja embarazada a Lola, la mujer de Pascual, y escapa cobardemente. Pascual, a pesar de haberle prometido a Lola perdonarle la vida, lo termina matando, instigado por las incesantes provocaciones de Paco. Encarna al galán, prototipo del hombre exitoso con las mujeres.
Mario Duarte
Es el hermano menor de Pascual, hijo de la vejez de su madre y de su amante, el señor Rafael. Nace con una discapacidad mental, no aprende a caminar ni a hablar y solo le crece un diente. Todo en él es grotesco: su propia madre no lo quiere ni alimenta, crece abandonado y expuesto a varias desgracias. Los puercos le comen las orejas y muere ahogado a los diez años en una tinaja de aceite. Cuando él muere, su madre celebra, y en ese momento nace el odio profundo que Pascual siente por ella. Es símbolo de la ingenuidad y la bondad.
Lola
La primera mujer de Pascual es una joven bonita de 22 años que queda embarazada y se casa con él. Tanto físicamente como en su carácter, es la antítesis de la madre de Pascual, y él la ama profundamente. Al volver del viaje de novios, pierde el embarazo cuando la yegua en la que anda la tira. Pascual, desesperado, mata a la yegua. Un año más tarde vuelve a quedar embarazada y tienen un niño, Pascualillo, que vive solo once meses. Pascual se va de su casa y abandona a Lola por dos años años, error que reconoce como el peor de todos los que cometió. Al volver, ella está embarazada pero no quiere decirle que el padre es el Estirao, y finalmente muere.
Doña Engracia
Es la comadrona del pueblo, una mujer que conoce las hierbas medicinales y sabe preparar menjunjes. Ayuda a las mujeres en sus partos y atiende las enfermedades de los niños. Es quien asiste a la madre de Pascual en sus partos y a su mujer en sus embarazos, y quien le anuncia el aborto de Lola.
El señor Rafael
Es el amante de la madre de Pascual, y el probable padre de Mario. Muerto Esteban, entra y sale de la casa como si fuese suya. Él también desprecia al Mario y una vez le da una patada tan fuerte que casi lo deja muerto. Cuando muere el niño, finge dolor y se gana el odio de Pascual, quien confiesa que, de no haber muerto su padrastro naturalmente, lo hubiese matado él mismo.
Esperanza
Es la sobrina de Engracia y la segunda esposa de Pascual. Había estado enamorada de él desde antes de su boda con Lola. Rosario arregla el encuentro cuando Pascual vuelve del presidio.
Don Jesús González de la Riva
Es el conde de Torremejía, personaje asesinado por Pascual, y a quien dedica sus memorias. Aunque su muerte no se narra, es la única de la que se arrepiente Pascual y probablemente la causa de su condena.
Don Manuel
El cura del pueblo conoce a Pascual desde pequeño, da el sermón cuando muere su padre y lo asiste en su boda.
Don Raimundo
El boticario del pueblo es también el padre del señorito Sebastián. Ayuda a curar a Mario cuando los cerdos le comen las orejas.
El señorito Sebastián
Joven del pueblo, del grupo de Pascual. Es el novio de Rosario al final del relato.
Santiago Lurueña
El cura de la cárcel, un hombre bondadoso y compasivo.
Ángel Estévez
Es quien cobija a Pascual en su casa, lo guía en Madrid y también quien le gana a las cartas cada noche. Es muy celoso de su mujer. Acompaña a Pascual hasta que se va a La Coruña.
Concepción Castillo López
Esposa de Estévez, es una joven madrileña, simpática y pizpireta, muy distinta de las mujeres de Almendralejo.
Adrián Nogueira
Es el sargento que vive en la misma casa que Pascual en La Coruña. Lo ayuda a entender el cronograma de salidas de los barcos a América; le habla de La Habana y Nueva York, y de otros lugares que conoció. A Pascual le da mucha envidia, y le pide que no le cuente más de sus viajes.
Don Conrado
El director del penal es un anciano calvo, con bigote y ojos claros, un hombre a quien Pascual estima mucho porque lo trata muy bien. Lo quiere como a un padre y le agradece sus palabras de consuelo en el presidio.
