A pesar de creer lo contrario, Sócrates llama "sabios" a los jóvenes e "ingenuos" a los antiguos. (Ironía verbal)
Sócrates le dice a Fedro: "En efecto, para los hombres de entonces, puesto que no eran sabios como ustedes los jóvenes, bastaba, por su ingenuidad, con oír a una encina o a una piedra, con tal de que dijeran la verdad" (275c). Sócrates dice esto, pero en realidad está remarcando cómo los hombres antiguos, en su gran sabiduría, privilegiaban la verdad sobre todas las cosas, sin importar de dónde proviniese. En cambio, a pesar de que llama "sabios" a los jóvenes, en realidad señala cómo a estos nuevos hombres les importa más quién profiere un discurso y qué tan seductor es que si contiene o no verdad.
Sócrates llama a Pericles "el más cabal de quienes se dieron a la retórica" (269e), aunque no necesariamente se trata de un elogio. (Ironía verbal)
Las palabras que utiliza Sócrates para referir a Pericles tienen, en griego, todas un significado ambiguo. Una de las posibles acepciones de cada uno de estos términos es peyorativa. De tomarse de este modo, el elogio a Pericles como retórico es irónico, en tanto se lo pone como quien domina esa práctica desprovista de arte que es la retórica corriente.
