Insectos (Motivo)
Los insectos son un motivo recurrente dentro de la obra. El narrador de la novela tiene un particular interés por estos animales. De hecho, los insectos que ha visto en el libro que le regaló su padre le sirven para imaginar, entre otras cosas, cómo será la vida en el mundo exterior o cómo su hermana ha quedado embarazada.
Las luciérnagas (Símbolo)
Dentro de la novela, las luciérnagas simbolizan la importancia de la imaginación. A lo largo de la obra, el narrador va encontrando y guardando en un tarro un gran número de luciérnagas que, en teoría, han entrado al sótano por la ventana. Al final, se descubre que estos insectos no son reales, sino que han existido solo en la mente del narrador. Lejos de postular que el narrador tiene algún tipo de problema mental, la novela da a entender que esas luciérnagas imaginarias le han servido para encontrar momentos de felicidad y esperanza dentro de su mundo opresivo.
La máscara de la hermana (Símbolo)
La máscara de la hermana simboliza la mentira. A lo largo de gran parte de la novela, la familia le hace creer al narrador que la hermana debe usar una máscara porque su rostro ha quedado desfigurado por el fuego. Al descubrir que la cara de la hermana no tiene ningún tipo de defecto, el narrador advierte que su familia le ha mentido groseramente. A partir de entonces, nada lo detendrá en su camino por llegar a la verdad.
El bebé (Símbolo)
El bebé de la hermana es un símbolo de la perversión de la familia. Desde el momento en que el hermano trae a la chica desaparecida a la casa, la familia toma una serie de decisiones que, en efecto cadena, la va conduciendo a una vida perversa e inmoral. El bebé, producto de la violación del hermano a la hermana, es el resultado último de dicha perversión.
El mago de Oz (Símbolo)
A lo largo de la novela, el hermano es presentado como un personaje ambivalente. Por un lado, es un chico perverso, que ha violado y asesinado, pero, por otro lado, es un pobre muchacho con problemas de salud mental, que no tiene noción alguna de sus actos. El libro El mago de Oz, que leía cuando era niño y en el que aún se sumerge en su adolescencia, es un símbolo de su inocencia. El hermano vive en un mundo irreal, totalmente alienado respecto del mundo que lo rodea.