El brillo de las luciérnagas

El brillo de las luciérnagas Elementos Literarios

Genero

Novela.

Configuración y Contexto

La novela se sitúa en un pueblo del que no se conoce nombre ni ubicación, en algún momento de fines del siglo XX. No hay precisiones al respecto, pero por la tecnología que se menciona puede especularse que está situada en la década de 1990.

Narrador y Punto de Vista

La mayor parte del relato está narrado en primera persona por el protagonista. No obstante, el tercer capítulo se sitúa once años antes del presente de la narración, es decir, antes de que el protagonista-narrador naciera, y está narrado en tercera persona omnisciente.

Tono y Estado de Ánimo

Dramático, oscuro.

Protagonista y Antagonista

El protagonista es el narrador, el hijo menor de la familia. Tanto el padre como la hermana del narrador funcionan como antagonistas.

Conflicto Principal

El conflicto principal radica en la intención del protagonista de escapar del sótano en el que su familia lo tiene encerrado.

Climax

El clímax se da en el cuarto capítulo, cuando el protagonista, instado por su hermana, intenta escapar del sótano.

Presagio

El primer subcapítulo de "Once años atrás" transcurre en medio de un temporal. La madre y la abuela están realizando las tareas domésticas. Esta última se dispone a colgar la ropa mojada, que estaba en el patio, en el sótano. Dice entonces: "Que sirva para algo todo ese espacio" (p. 171). Esta frase funciona como un presagio. Más adelante, el sótano, "todo ese espacio", servirá para que la familia pueda vivir escondida del mundo exterior.

Atenuación

Si bien no se dice directamente, en el capítulo "Once años atrás" se da a entender que el hermano del protagonista violó a la chica desaparecida.

Alusiones

En la novela se alude varias veces al libro 'El mago de Oz' del escritor estadounidense Frank Baum, publicado en 1900.

Imágenes

Ver sección "Imágenes".

Paradoja

N/A

Paralelismo

En la novela se establece un paralelismo entre el abuelo de la familia (al que el narrador llama "el de arriba") y Jesucristo. Entre ambos hay varias coincidencias: los dos "viven" arriba, los dos (en teoría) se encargan de dar el pan de cada día a la familia, y los dos son venerados por la abuela.

Metonimia y Sinecdoque

El abuelo de la familia es llamado por el narrador "el de arriba". Esta es una operación metonímica. Se nombra al personaje por su ubicación espacial.

Por otro lado, varias veces el narrador llama a su hermana "la máscara". He aquí un ejemplo:

"—No creas que dándole el pecho ahora te vas a librar de tener que despertarte después —añadió la abuela.
La máscara blanca la miró a ella y al bebé. Al bebé y a ella" (p. 145).

A través de esta sinécdoque se destaca la importancia simbólica de la máscara.

Personificación

El protagonista y narrador de la novela personifica constantemente a las luciérnagas que tiene guardadas en un tarro de cristal. He aquí un par de ejemplos:

"En mi habitación, deseé buenas noches a las luciérnagas dando algunos toquecitos al cristal del tarro. Respondieron iluminando el cajón con su mágica luz" (p. 85).

"Las luciérnagas me dieron la bienvenida con chispazos arbitrarios de luz verde.
—No —respondí en código morse, dando cinco toques en la tapa—, no me he ido del sótano" (p. 106).

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