La censura
Bradbury es quizás mayormente conocido por su análisis de la censura en su novela Fahrenheit 451, pero también usa sus cuentos para tratar este tema. En esta colección, la censura es un tema importante en "El asesino", "Los desterrados", "El peatón" y "La máquina voladora", y desempeña un papel más secundario en sus otras historias. La censura se aplica a obras literarias, al comportamiento y a la tecnología. En "El asesino" y "El peatón", las autoridades censuran formas de pensar y de comportarse, como el disgusto del Asesino por los dispositivos tecnológicos y la insistencia del Peatón en caminar en vez de pasar tiempo frente a una pantalla de televisión. Aunque en algunos casos Bradbury condena claramente la censura, sus pensamientos son más nebulosos en el caso de "La máquina voladora", cuando se refieren a un desarrollo tecnológico sin dirección. En todas estas obras, Bradbury obliga al lector a considerar sus propias creencias sobre la censura y los riesgos asociados con ella.
La innovación tecnológica
Bradbury ha sido acusado de estar en contra de la tecnología, y efectivamente es crítico con la tecnología que aparece en sus cuentos. En sus historias de Crónicas marcianas en particular, los humanos han dejado la Tierra para ir a Marte con la esperanza de un futuro mejor y más prometedor. La Tierra ha implosionado debido a la excesiva dependencia de la humanidad hacia los dispositivos, y las armas han proliferado hasta el punto en el que la destrucción masiva está casi asegurada. Muchos de los personajes huyen de la tecnología, son destruidos por ella o han tomado un papel en la destrucción de la tecnología. El Asesino ha tratado de destruir la tecnología que ha interferido con su vida y el Peatón ha intentado enérgicamente evitar la invasión de tecnologías. Además, la familia de "La pradera" termina implosionando debido a su hogar, tecnológicamente avanzado, y este es también el caso de muchos de los personajes de los cuentos de Bradbury, ya sea a nivel físico o emocional.
El viaje en el tiempo
Los viajes en el tiempo aparecen predominantemente en el famoso cuento de Bradbury "El ruido de un trueno", donde explora la idea del viaje en el tiempo y las posibles repercusiones de intervenir en el pasado. Juega con la idea del "efecto dominó", según la cual incluso los eventos más pequeños del pasado pueden tener repercusiones drásticas en el futuro. La discusión de Bradbury sobre el efecto dominó fuerza al lector a considerar su propio lugar en el mundo y sus responsabilidades para con las generaciones futuras. El lector debe hacerse las preguntas: "¿Cómo afectan mis acciones a las personas que vendrán después de mí? ¿Estoy dejando un mundo mejor para ellos?". Las personas no solo deben examinar su relación con el futuro, sino también aquella que tienen con las personas que los rodean. ¿Cómo afectan sus acciones a aquellos con quienes viven? Bradbury puede plantear todas estas preguntas a través de la novedosa discusión sobre el viaje en el tiempo que plantea en su literatura fantástica.
El viaje espacial
El viaje espacial es el tema principal de los cuentos que se publicaron originalmente en Crónicas marcianas, como "El picnic de un millón de años" y "Eran morenos y de ojos dorados". "Todo el verano en un día" también analiza los viajes espaciales, aunque el escenario es Venus en lugar de Marte. En el caso del viaje a Marte, los terrícolas normalmente huyen de la posible destrucción de la Tierra. Hay amenazas de bombas, y el planeta se encuentra en medio de una guerra, impulsado a esta existencia debido a un exceso de confianza en la tecnología. Pero, irónicamente, es esta tecnología la que les permite viajar a Marte. La fascinación de Bradbury por los viajes espaciales tiene lugar durante el comienzo de la carrera espacial. Escrito casi una década antes de que el hombre pisara la luna, Bradbury anticipó la emoción en torno a los viajes espaciales y la exploración. Otra referencia temporal es la idea de huir de una situación nuclear. Muchas de las historias de Bradbury que tratan sobre viajes espaciales fueron escritas justo después del desarrollo de la bomba atómica.
El efecto dominó
El tema del efecto dominó tiene una fuerte conexión con el del viaje en el tiempo, particularmente en la historia "El sonido de un trueno". La exploración de Bradbury del viaje en el tiempo lo lleva a discutir los posibles efectos que el pasado y el presente tienen en el futuro, así como la interconectividad que tenemos como seres humanos que vivimos en el mismo planeta. De una manera menos directa, el efecto dominó se relaciona con los cuentos que tratan sobre los humanos que viajan a Marte, como "Eran morenos y de ojos dorados" y "El picnic de un millón de años". Los seres humanos han huido de la Tierra y han comenzado a colonizar Marte debido al efecto dominó de la guerra y la destrucción. En vez de que el pasado afecte el futuro mucho más adelante, las acciones actuales tienen efectos profundos respecto de cómo viven las personas en el presente.
La compañía
Tanto en "Nunca más la veo" como en "La sirena", Bradbury experimenta con la idea de la compañía y la soledad. El señor Ramírez debe despedirse de su casera, la señora O'Brien, después de haber sido deportado a México. Él ha disfrutado su tiempo en Estados Unidos, pero no ha hecho muchas amistades duraderas, excepto con su casera, una mujer severa pero respetable. Cuando se va, intenta trasmitirle su aprecio por su compañía y se despide diciendo "Nunca más la veo", lo que significa que nunca más la volverá a ver. En "La sirena", la compañía es el tema principal de la historia. Un monstruo, que se rumorea que yace solo en las profundidades del solitario océano, responde a la llamada de la sirena, que suena particularmente similar a sus propios gritos. Los trabajadores del faro piensan que el monstruo regresa al faro todos los años porque cree que alguno de su especie estará allí esperándolo. El viaje perpetuo y constante del monstruo habla del poder y el encanto de la compañía.
El progreso vs. la tradición
El tema del progreso versus la tradición habla de la idea del hombre contra la naturaleza en la obra de Bradbury. La batalla entre el progreso y la tradición aparece predominantemente en "El peatón", donde el hombre sigue caminando a pesar de las arremetidas de los avances tecnológicos. Se le considera un tradicionalista desconectado porque continúa caminando todas las noches. Este tema obliga al lector a considerar si el progreso y la preservación de la tradición pueden coexistir. En los cuentos, aquellos que se oponen a la tecnología son eliminados o aislados, pero ese no es siempre el caso fuera de la literatura de Bradbury.
