Resumen
La "Última noche del mundo" comienza cuando un hombre le pregunta a su esposa: "¿Qué harías si supieras que ésta es la última noche del mundo?". Ella le responde que no sabe, que no lo ha pensado mucho. Su esposo la insta a que empiece a pensar en ello porque esa noche es, efectivamente, la última noche del mundo. Ella pregunta si hay una bomba de hidrógeno o una bomba atómica en el horizonte, pero ese no es el caso.
Sabe que es la última noche del mundo debido a un sueño siniestro que tuvo la noche anterior. No se quedó pensando en él, pero cuando fue a la oficina, uno de sus colegas había tenido el mismo sueño. Su colega no pareció sorprendido de que ambos hubieran soñado lo mismo. De hecho, muchas personas en la oficina habían tenido el mismo sueño. Todos estaban en paz al respecto y el ambiente era muy relajado.
Su esposa admite que ella también tuvo el mismo sueño, al igual que muchos otros en el vecindario. Ella y sus amigos no creían que fuera algo serio. Quizás todos habían estado leyendo el mismo libro o viendo el mismo programa de televisión, y eso los había llevado a tener sueños similares. Pero después de hablar más y darse cuenta de que los sueños eran casi idénticos, comenzaron a pensar que era algo más serio.
Discuten sobre qué deben hacer con su última noche y cómo se sienten al respecto. Ambos están tranquilos y deciden proceder como de costumbre. Están de acuerdo en que será mejor no decírselo a los niños, y permiten que sigan jugando sin preocupaciones en su cabeza. La única decisión con la que luchan mientras acuestan a sus hijos es si dejar la puerta abierta o cerrada. ¿Cómo querrán sus hijos la puerta en su última noche?
Después de desearles las buenas noches a sus hijos, continúan con su noche normal. Lavan los platos, juegan un juego y pasan algunas horas de la noche juntos. A pesar de que saben que es su última noche, no hay ningún sentido de urgencia para hacer algo nuevo o extraordinario. Se meten en la cama y se besan. Ella le dice: "Nos hemos llevado bien, después de todo". Se recuestan y están a punto de quedarse dormidos, cuando la esposa sale porque ha dejado abiertos los grifos de la cocina. Se ríen cuando regresa, porque si el mundo se está acabando, ¿qué diferencia hay si los grifos quedan abiertos?
Luego se toman un momento para desearse las buenas noches otra vez y se van tranquilamente a la cama esta última noche del mundo.
Análisis
La premisa de esta historia y la pregunta que la comienza, "¿Qué harías si tuvieras solo una noche más?", se relaciona directamente con los pensamientos que la mayoría de los lectores han tenido alguna vez en sus propias vidas. Es una pregunta popular, desde la juventud hasta la madurez: "Si tuvieras un último día en la Tierra, ¿cómo lo pasarías?" El cuento es muy breve, por lo que su capacidad para interactuar de inmediato con sus lectores es clave para su éxito.
El esposo y la esposa pasan la última noche juntos de la manera más común y corriente que se pueda imaginar. Se ocupan de sus asuntos como de costumbre y, si bien no es la respuesta típica a la pregunta "¿Qué harías si ...?", la escritura de Bradbury hace que parezca que es la única buena opción. La forma en que pasan la última noche juntos despoja a la muerte de su factor de miedo. El matrimonio cumple su destino con gracia y valentía, dos rasgos que son admirables teniendo en cuenta la situación.
Curiosamente, los niños apenas están incluidos en sus planes. No quieren molestarlos contándoles, pero esto hace que el lector se pregunte si los niños también han tenido sueños siniestros. Si bien este no es el enfoque del cuento, vale la pena discutir la relación entre padres e hijos. ¿Están los padres realmente protegiendo a sus hijos, o los están perjudicando al no permitirles que tomen una decisión consciente sobre cómo les gustaría pasar la última noche del mundo? La falta de comunicación entre los dos grupos podría ser un resultado de la situación, o podría ser un indicio de su relación durante el resto del año, lo que iría en contra de nuestra comprensión típica de la relación padre / hijo.
Esta historia también reconsidera la valentía y el coraje, tanto en un momento específico como en la vida en general. El esposo y la esposa se contentan con vivir la última noche que tienen juntos como lo han hecho todas las otras noches, lo que demuestra el profundo coraje con el que han vivido los otros días de sus vidas. Están orgullosos de la forma en que han pasado su tiempo en la tierra y no sienten ningún reparo en continuar con su estilo de vida hasta el último momento. No consideran hacer algo drásticamente distinto a sus rutinas porque están contentos con la forma en que han vivido sus vidas.
El cuento obliga a sus lectores a reconsiderar una pregunta clásica y le da un nuevo sentido a cómo se ve la valentía y el coraje frente a la muerte. La narración de Bradbury deja al lector con una impresión extraordinaria respecto de actos comunes y corrientes. Al final de la historia, el lector se queda preguntándose muchas cosas acerca de cómo respondería a tal situación, porque la escritura de Bradbury es muy convincente.
