Resumen
El relato comienza con el narrador describiendo la amenaza que había hecho su mujer de tirarse al río Sena. Cuenta que había dicho eso a la noche, casi dormidos y admite que él casi no la escucha. Dice que no le importa que se haya ido y luego se contradice, porque reconoce que “estás aquí dormida y respirando entrecortadamente” (2016:19). Entiende que no se había ido a tirarse al río. Dice que ella está ahí tocándolo. Sugiere que quizás ella sueña con tirarse al agua.
El narrador siente pena por su mujer. La caracteriza como a alguien enfermo, deprimido. La escucha quejarse y recuerda su casamiento. Se pregunta por qué ella sigue ahí. Dice que parece enojada, con un “cansancio amargo” (2016:20). Admite que cuando la ve dormir piensa que es hermosa, que cuando la ve dormida considera que la reconciliación es posible. Se pregunta si ella era la que había hecho ruido en la puerta para salir del departamento. Duda sobre si ella estaba ahí. Se pregunta si estaba soñando. La toca, la huele, la acaricia. Están desnudos teniendo relaciones hasta que saca su mano chorreante y sabe que acaban de sacarla del agua, que en realidad se había suicidado.
Análisis
El relato se basa en la ambigüedad, tanto del estado del narrador que confunde la vigilia con el sueño ,como de la unión de dos historias: el fin de un matrimonio y el suicidio de la mujer. Aquí también se yuxtaponen espacios generando inestabilidad narrativa.
El narrador es un hombre que relata, de manera confusa y superpuesta, los problemas de su matrimonio, una situación erótica con su mujer y el suicidio de ella. El relato se estructura como un monólogo interior. El hombre le habla a la mujer usando una segunda persona: “estás aquí dormida” (2016:19), “me das risa” (19), “tengo que dominarte” (21). Simultáneamente se relata el golpe en la puerta que significaría que la mujer había salido del departamento y a la mujer durmiendo a su lado. También se superpone una relación sexual entre ellos y el suicidio de ella, que se arroja al río Sena. El narrador admite que duda de que ella estuviera ahí y que sueña que se había ido. La incertidumbre se extiende hasta el final del cuento.
El campo léxico de lo acuoso y húmedo es importante en este cuento. Empieza con el título que remite al río Sena que se ubica en la ciudad de París donde vive la pareja. Se mencionan lágrimas, una mano que chorrea y el “pelo empapado” (2016:21) de la mujer cuando la sacan del agua ya muerta.