Fahrenheit 451

Fahrenheit 451 Análisis de los personajes de Fahrenheit 451

Análisis de Michael Wainwright, 22 de Abril, 2003

Ambientada en un mundo sin sabiduría literaria, Fahrenheit 451, novela escrita por el legendario Ray Bradbury, es la historia de los que se atreven a liberarse de las cadenas de la censura y de la represión intelectual. En contra del ambiente de un intenso control de la información, Bradbury se enfoca en el conflicto psicológico de un hombre, el bombero Guy Montag, y en la lucha interior que resulta de su interacción con el estéril mundo a su alrededor. De cierta manera, cada personaje puede interpretarse como una representación distinta de cada faceta de la sociedad, desde el completamente obediente quemador de libros, Beatty, hasta la libre pensante adolescente, Clarisse. A pesar de que el mundo con el cual Bradbury confronta a sus lectores es intensamente futurista, los personajes son claramente humanos, sirviendo exitosamente de lazo entre el lector contemporáneo y la visión futurista del autor del siglo XXIV.

Bradbury escribió con brillo el protagonista de su novela, Guy Montag, un treintañero bombero de tercera generación al que nombró basándose en el nombre de una importante compañía de manufactura de papel. En un inicio, al ver el término “bombero”, se nos viene a la mente imágenes de valor o heroísmo, pero el bombero del siglo XXIV tiene más bien un papel siniestro en la sociedad. En vez de apagar fuegos, su trabajo consiste en quemar los libros y las casas de los que poseen literatura, lo cual es ilegal. Montag es, en varias maneras, el arquetipo del antihéroe tan popular en la literatura fantástica o de ciencia ficción – como Darth Vader en la película de Star Wars – pero en una forma mucho más sutil. Es un siniestro sirviente de un gobierno opresor que debe llegar a un compromiso con su carrera y su vida que él y el gobierno han destruido. Durante la primera escena de la novela, Montag disfruta su carrera de quemador de libros, haciendo justicia con puño de hierro y un sentido dogmático del sentimiento de patriotismo. Sin embargo, debajo de la apariencia empapada de querosén, Montag se siente totalmente apático hacia su trabajo, su esposa y el mundo en el cual vive; se siente inútil, cumpliendo sus tareas de manera mecánica.

Montag actúa como el servil perro del jefe de bombero, el capitán Beatty, que tiene el papel del Gran Hermano que siempre parece saber cuándo alguien está a punto de adquirir pensamiento libre. Esto, claro, tiene sentido ya que la carrera de Beatty consiste principalmente en buscar y destruir las semillas del pensamiento libre. Con bastante ironía, el capitán Beatty cita muy a menudo conocimientos literarios en sus discursos en contra de la inclusión de los libros en la sociedad. Demuestra de esta forma que conoce la materia de su odio lo suficientemente bien como para entenderlo y darle un cierto nivel de credibilidad a sus creencias. A Beatty le ayudan dos bomberos llamados Black y Stoneman, así como un monstruo tecnológico llamado el Sabueso Mecánico, un perro robotizado utilizado para cazar y matar criminales.

Montag está casado con Mildred, una mujer que no tiene vida en absoluto, que encarna la autocomplacencia superficial de la sociedad. Mildred rehúye de las actividades intelectuales para buscar accesorios tecnológicos como la pantalla de tres paredes y la radio-caracol que le traen constantemente una vía para escapar de la realidad. Este deseo de escapar hace que toma siempre píldoras para dormir, hasta tal punto que sufre una sobredosis que casi conlleva su muerte. Más tarde, cuando descubre que su esposo ha estado leyendo libros en secreto, lo abandona a él y a la casa con tal de escapar de la sensación desagradable que le provoca la literatura, demostrando de nuevo su necesidad de huir.

Sin embargo, todo esto cambia cuando Montag conoce a la libre pensante Clarisse McClellan de regreso a casa en una fatídica noche de trabajo. Clarisse es una vivaz adolescente con pasión por la vida y es considerada loca por la mayoría de la gente que se la encuentra porque disfruta de la naturaleza, de conversar con y observar a la gente. Como personaje antagónico al de Mildred - la esposa de Montag -, Clarisse sirve como de catalizador para la transformación del bombero que viene a continuación. Si bien no hay un trasfondo romántico en esta relación, Montag se enamora de los conceptos que Clarisse personifica, en particular la entusiasta conciencia y curiosidad por un mundo que Montag se le va rápidamente por sus tareas de bombero. Clarisse, al cuestionar la felicidad de Montag, lo pone en el camino de la autoconciencia.

Un segundo personaje que juega un papel importante en la autorrealización de Montag es el profesor Faber, un retirado maestro de literatura que aparentemente pelea contra Beatty para tomar control sobre la mente de Montag. Aunque su control no es autoritario como lo es el del jefe de los bomberos, Faber se las arregla para manipular de cierta forma a Montag mediante la bola verde – la radio – para supervisar las acciones que él mismo es demasiado cobarde para llevar a cabo. En este sentido, Faber llega a ser el cerebro simbólico que guía el cuerpo de Guy Montag, el Pepe Grillo de su conciencia. En la continuidad del trabajo psicológico de Clarisse, Faber le proporciona orientación e inspiración al bombero que sigue su largo camino hacia la autorrealización. A cambio, Faber, inspirado por su joven amigo, se hace más atrevido y toma posición contra la opresión.

En uno de los momentos más trágicos del libro, Clarisse es trágicamente matada por un coche de turbina, un símbolo violento de la intolerancia de este deshumanizado mundo hacia los que se niegan a conformarse. Poco después de la muerte de Clarisse, Montag se roba un libro durante una de sus misiones y presencia cómo la dueña se quema a sí misma, así como su casa, para desafiar a los bomberos, lo cual lo arrastra a una espiral de depresión que lo lleva a cuestionar su trabajo. La angustia y el conflicto interior de Montag contra su sociedad ignorante llegan a su máximo cuando una alerta conduce a los bomberos a su propia casa. En un momento de enojo, Montag mata al Capitán Beatty, destruye al Sabueso Mecánico, y se mete al río para escapar de los que lo persiguen. El río representa la última y total transformación de Montag, mientras Granger y los otros vagabundos literatos que encuentra cerca de las vías de tren son representativos del renacimiento de una sociedad intelectual.

Fahrenheit 451 sumerge al lector en un mundo oscuro de totalitarismo, aunque cuida recordar claramente al ser humano. Con su ingenio característico, Bradbury incorpora mucho del mundo contemporáneo en su visión del futuro, algo que hizo notablemente bien en Las crónicas marcianas y en otros libros. Más que una simple diatriba en contra de la censura, Fahrenheit 451, es una historia de autorrealización, del atreverse a ser un individuo en un mundo de servil obediencia y del conocimiento que sólo puede encontrarse en una página impresa.

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