Harpagon en un burgués de sesenta años, que posee una importante fortuna y controla minuciosamente los gastos que se realizan en la casa. Desconfía de todos, incluso de sus propios hijos, en tanto considera que cualquiera puede robarle. Por eso esconde un cofrecillo con dinero en el jardín de la casa.
Elisa y Cleanto, hijos de Harpagon, lamentan la avaricia de su padre que rige, entre otras cuestiones, la elección que hace el hombre de los futuros esposo y esposa de sus hijos. Harpagon quiere casar a la joven Elisa con Anselmo, un hombre viejo y rico que no pide dote a cambio del matrimonio, y también visualiza a una señora de la misma estirpe para casarla con Cleanto. Harpagon ignora que Elisa ama a Valerio, un joven que la salvó de un accidente en el mar y que ahora se introdujo en casa de Harpagon, haciéndose pasar por un sirviente, para ganarse su confianza y que el hombre le dé la mano de su hija. Valerio adula exageradamente a Harpagon, y esto le hace ganar la enemistad de otros sirvientes como Maese Santiago, que intenta decirle la verdad al jefe. Sin embargo, el conflicto mayor en el enredo amoroso se presenta en torno a Cleanto: Harpagon anuncia que se casará con la joven Mariana, ignorando que su hijo ama a la muchacha. Por su parte, Mariana siente disgusto por Harpagon, pero vive junto a su madre pobre y no puede negarse al enlace. En el momento en que Cleanto y Harpagon discuten por Mariana, el padre deshereda al hijo.
En determinado momento, el cofrecillo con dinero desaparece. Harpagon, completamente desesperado hace investigar a todo el personal, y Maese Santiago se venga de Valerio acusándolo de ladrón. El joven, por su parte, se confiesa culpable, creyendo que Harpagon descubrió sus verdaderas intenciones en relación con Elisa.
En medio de una confusa disputa, aparece Anselmo y se revela que Valerio y Mariana son sus hijos. Los miembros de esta familia se creían muertos los unos a los otros después de un naufragio sucedido en el pasado. Entonces aparece Cleanto y le dice a Harpagon que él secuestró el dinero y que se lo devolverá si lo deja casarse con Mariana. Al final todos obtienen lo que querían: Elisa se casará con Valerio, Cleanto con Mariana, Anselmo recupera a su familia y Harpagon recobra su preciado dinero.