Dos hombres que no podrían ser más intrínsecamente diferentes, Levin y Vronsky tratan de mostrar algunas similitudes en estos capítulos. Ambos sienten como si sus vidas se han estancado. Sienten que les falta algo, y crece en ellos la frustración. Levin se sumerge totalmente en su tierra, pero sabe en su corazón que su vida necesita de Kitty. Vronsky, por su parte, está molesto porque Ana todavía no ha dejado a su esposo. Él quiere que Ana y él vivan una vida feliz públicamente.