Resumen
Lisístrata sale de la Acrópolis visiblemente preocupada. Le dice a la corifeo que está frustrada por la fragilidad de los corazones de las mujeres. La corifeo le pide más información. Entonces Lisístrata explica: “En dos palabras: queremos joder (…). A una la pillé muy temprano agrandando la abertura por donde está la gruta de Pan; a otra, mientras se deslizaba serpenteando ayudada por una garrucha; a otra, cuando se pasaba al enemigo; a otra…” (p. 145).
Luego, aparecen en escena varias mujeres que intentan escabullirse y volver junto a sus maridos con diferentes excusas ridículas. Una, por ejemplo, afirma estar a punto de parir. Lisístrata le dice que la vio el día anterior y ni siquiera estaba embarazada. Luego la palpa y descubre que está utilizando un casco como falsa barriga.
Lisístrata, finalmente, les da un discurso en el que les pide que sean valientes y resistan. Afirma que, según el oráculo, si se mantienen juntas van a vencer en poco tiempo. Las mujeres le piden que lea lo que dice tal oráculo. La protagonista obedece: “Cuando los pájaros se acurruquen en un solo lugar huyendo de las abublillas, y se abstengan del falo, se producirá el cese de sus desgracias, y lo que está encima lo pondrá por debajo Zeus, de resonante voz… Pero si se separan, y se elevan volando con sus alas fuera del sagrado templo los pájaros, no habrá ya ave alguna que resulte ser más pelanduscona” (p. 147).
Lisístrata y las mujeres salen de escena y entra el coro de ancianos. Cantan una canción acerca de un muchacho inteligente, Melanio, que no precisaba a las mujeres, sino que encontraba satisfacción viviendo en contacto con la naturaleza. Luego, el corifeo intenta darle un beso a la corifeo. Esta se burla de él y, luego, el coro de mujeres canta una canción acerca de Timón, un hombre que, tras maldecir a los hombres perversos, se alejó de estos y se acercó a las mujeres, con quienes era “muy cariñoso”.
Análisis
Las mujeres que, hasta entonces, parecen imbatibles, se topan con un obstáculo mucho más difícil de superar que los hombres: su propio deseo de tener relaciones sexuales. Si bien el obstáculo es importante, y superarlo es fundamental para que el plan resulte, la escena es, en su mayor parte, cómica. Abundan los dobles sentidos que aluden, indirectamente, a cuestiones sexuales. La utilización de este recurso es muy común dentro de la obra de Aristófanes y de la comedia en general.
En esta escena, tanto la narración que le hace Lisístrata a la corifeo acerca de los intentos de fuga de las mujeres que descubrió, como los intentos que, luego, se ven en el escenario están llenos de frases con doble sentido. Por ejemplo, una de las mujeres le dice a Lisístrata que debe volver a su casa porque la lana se le está llenando de polillas. Después, tras la reprimenda de la protagonista (que, por supuesto, no le cree), agrega: “Pero si vendré enseguida, por las dos diosas, en cuanto extienda encima de la cama...” (p. 145). El primer doble sentido aquí es el de la lana que se está llenando de polillas. Con esa frase, la Mujer Primera alude a que su sexo no está siendo “utilizado” y, como ropa que está en desuso, se está llenando de insectos. El segundo doble sentido aparece en la cita: extender la lana era lo que se hacía en la antigüedad para quitar las polillas, pero aquí claramente alude a acostarse en la cama y tener relaciones sexuales.
Esta comicidad simple y hasta burda es fundamental, tanto en Lisístrata como en gran parte de las obras de Aristófanes. Le permite llegar al público no instruido de manera eficaz, y transmitir masivamente sus mensajes y/o posiciones políticas. Desde este punto de vista, la elección del género “comedia” por parte del autor es parte de una estrategia que apunta a mantener cautiva a la audiencia: la risa y la liviandad de los chistes contrasta con la seriedad del tema tratado (en este caso, la guerra). A través de la comedia, Aristófanes logra presentar una posición política sin que la audiencia se aburra o pase un mal rato durante la función. Es importante destacar que, en este caso, por ejemplo, la guerra hacía más de veinte años que estaba vigente y, sin dudas, muchos de los espectadores habían sufrido de manera directa o indirecta sus reveses.
En esta escena, por otro lado, aparece en primer plano algo muy importante: las creencias religiosas del momento. Cuando el plan, hasta entonces sostenido por ideales políticos, comienza a sucumbir a causa del deseo sexual, Lisístrata, para convencer a las mujeres de que resistan, menciona el oráculo. A partir del mensaje que lee, persuade a las mujeres de que el plan que están llevando a cabo no es solo político (y sexual), sino también sagrado.
El oráculo era, en la Antigua Grecia, la respuesta que daba algún dios ante determinada pregunta a través de sacerdotes o pitonisas. En este caso, Lisístrata lee un rollo que contiene dicha respuesta, aunque no está en escena el momento en el que algún sacerdote o pitonisa se lo entrega, lo que genera la suspicacia de que, tal vez, ese rollo fue escrito por ella misma. Los oráculos, además, tienen la característica de “hablar” a través de metáforas. En este caso, las metáforas están construidas a partir de las aves. Este texto, además de destacar que las mujeres deben mantenerse unidas, también está plagado de dobles sentidos que aluden a la sexualidad, fundamentalmente, a la importancia de mantener la castidad para lograr el objetivo.
La escena de los coros, finalmente, pone en evidencia que el plan de las mujeres está funcionando y el objetivo está cerca. La canción de los ancianos tiene la pretensión de demostrar que, como el mítico Melanio, no precisan de las mujeres para vivir felizmente. Sin embargo, apenas terminan de cantar, el corifeo intenta besar a la corifeo. Por supuesto, esta lo rechaza. La canción de las mujeres, que tiene como protagonista a Timón, es una burla más dirigida a los hombres.
Ambos protagonistas de las canciones son personajes de la cultura clásica. Melanio era un personaje mítico. Se caracterizaba por vivir en medio de la naturaleza, en estado salvaje, y ser un excelente cazador. Tras vencer a la cazadora mítica Atalanta, se casó con ella. Timón, por su parte, era un personaje de la vida real, contemporáneo de la obra. Se lo conoce también como Timón, el misántropo. Era un filósofo que, tal como dice la canción de las mujeres, se peleó con los hombres y se alejó de ellos. La canción agrega el comentario, meramente burlesco, sin sustento histórico, de que, tras alejarse de los hombres, se la pasa acostándose con mujeres. Shakespeare le dedicó una obra de teatro (que se halló incompleta), llamada Timón de Atenas.
Otro recurso interesante que aparece en esta escena, y que también es característico de la obra de Aristófanes, es la utilización de citas textuales de obras de otros dramaturgos del momento. Aquí, cuando Lisístrata sale preocupada de la Acrópolis, la corifeo le dice: “Soberana de este asunto y estos designios, ¿por qué con semblante sombrío has salido del recinto?” (p. 144). Esta cita pertenece a una obra de Eurípides (de la que solo se conservan fragmentos) llamada Télefo.
La utilización de este recurso también tiene fines cómicos. Al trasladar una cita de una tragedia a una comedia, las palabras cambian su sentido, generando un contraste cómico. Por otro lado, el hecho de que este sea un recurso habitual demuestra cuán familiarizado estaba el público de la época con las obras teatrales que estaban o habían estado en circulación.