Dictadura como motivo
La novela posee como telón de fondo la dictadura de Trujillo en República Dominicana. Este régimen duró aproximadamente 30 años y fue extremadamente violento e injusto.
La novela comienza, de hecho, vinculando esta dictadura con la creencia en la maldición fukú, la cual considera que todo destino es trágico y que opera por venganza si se le provoca en algún sentido. Trujillo es presentado como una suerte de socio de fukú, por lo que cualquiera que se queje del régimen, será castigado de alguna manera.
Maldición Fukú como símbolo del destino
“Por eso es importante recordar que el fukú no siempre cae como un relámpago. Algunas veces gotea, paciente, ahogándolo a uno poco a poco, como fue el caso del Almirante, o de Estados Unidos en los arrozales de las afueras de Saigón. A veces es rápido, a veces lento. Y por eso es fatal, porque es dificilísimo de fichar, de prepararse uno para el encuentro”.
Esta maldición opera como símbolo del destino de las personas en el sentido de que termina por definir cómo acaban las vidas de las personas que acaso intentan salirse un poco del molde establecido.
Pareciera que el punto de vista del narrador es bastante fatalista, en tanto que esta maldición nunca permitirá una modificación del estado de cosas que rigen en la sociedad del momento.
El desamor como motivo
Toda la novela cuenta las desventuras del protagonista y cómo su aspecto físico, tan diferente del que se espera para un hombre en República Dominicana, le impide ser una persona feliz. Desde muy chico buscará el amor, pero nunca podrá encontrarlo. Y, en caso de entablar alguna relación, esta será breve y peligrosa.
El desamor es llevado en esta novela a un extremo tal que el protagonista muere por su misma causa, luego de involucrarse con una prostituta que es custodiada —y deberíamos decir tomada como posesión— por un hombre criminal y violento.