Descripción del pequeño Óscar (imagen visual)
“El pequeño amaba las hembras, tenía «novias» a montones (era un niño, digamos, macizo, con tendencia a la gordura, pero su mamá le proporcionaba buena ropa y se ocupaba de que tuviera un buen corte de pelo, y antes de que las dimensiones de su cabeza hubiesen cambiado, ya tenía esos ojos brillantes y encantadores y esas mejillas lindas, evidentes en todas las fotos)”.
Cuando es pequeño, Óscar es visto como un niño muy bello y atractivo. Si bien mostraba tendencia a engordar, su madre lo cuidaba para que esto no sucediera. Lo vestía y peinaba de modo tal que se resaltaran sus rasgos y su llamativa mirada.
En esta época, Óscar todavía no había comenzado a desconfiar de sí mismo ni de los demás. Sin embargo, esta imagen corporal y actitudinal no le durará mucho tiempo más, pues luego de una suerte de depresión que sufre por ser abandonado por la chica que le gusta, ya no volverá a ser igual.
Regreso de Óscar (imagen visual y olfativa)
“El calor apabullante era el mismo, y también el olor tropical fecundo que nunca había olvidado, que le era más evocador que cualquier madeleine. Además la contaminación atmosférica y los millares de motos y carros y camiones destartalados en las carreteras y los racimos de vendedores ambulantes en cada semáforo (tan prietos, observó él, mientras su mama decía con desprecio: Malditos haitianos) y la gente caminando lánguidamente sin nada que la protegiera del sol y las guaguas que pasaban tan desbordadas de pasajeros que desde afuera parecía que hicieran una entrega especial de extremidades de repuesto para una guerra lejana y la destrucción general de tantos edificios, como si Santo Domingo fuera adonde los caparazones de cemento, lisiados y abollados, vinieran a morir…”.
Luego de pasar tres años trabajando como profesor en el Don Bosco, Óscar es invitado por su madre a pasar el verano en su tierra natal. Por lo que Óscar toma un avión para regresar a la isla, y allí se encuentra con el paisaje de antaño.
Una de las cosas que resaltan es la atmósfera cargada por el humo de los vehículos y el olor típico de la zona tropical. Asimismo, se aprecia el tránsito agitado de personas circulando bajo un ardiente sol de verano.
Ataque contra Belicia (imagen auditiva y visual)
“Durante casi todo el trayecto en el carro, y aún en los primeros compases de aquella sinfonía salvaje, mantuvo la tonta esperanza de que su Gángster la salvara, que saldría de la oscuridad con un arma y un indulto. Y cuando se hizo evidente que no habría rescate, fantaseó que, en caso de desvanecimiento, la visitaría en el hospital y allí se casarían, él de traje y ella enyesada por completo, pero el ruido repugnante de su húmero al partirse reveló que eso también era plepla, y todo lo que quedaba era la agonía y la insensatez”.
La madre de Óscar y Lola se hace amante, en una ocasión, de un gángster de quien está enamorada. Sin embargo, este gángster es nada menos que el esposo de la hermana de Trujillo.
Y así como en el régimen dictatorial todo lo arreglaban con mafia y violencias, así Belicia recibe una golpiza que acaba matando al bebé que llevaba en las entrañas.
En esta fuerte imagen, apreciamos el sonido que hacen sus huesos al partirse luego de ser atacada por los violentos secuaces de Trujillo.