Don Quijote de la Mancha
Es un hidalgo llamado Alonso Quijano, de aproximadamente cincuenta años. Tiene contextura recia y rostro delgado. Ha sido un lector apasionado de los libros de caballerías y tiene un conocimiento vastísimo al respecto. La fascinación por la lectura de estos libros lo ha hecho enloquecer, hasta el punto de creerse un auténtico caballero andante. Sin embargo, esta locura solo lo afecta en los asuntos concernientes a la caballería; en el resto de las situaciones, don Quijote muestra una gran lucidez.
Este personaje, quizás uno de los más emblemáticos de la literatura universal, sigue sus ideales obstinadamente y ajusta su comportamiento en relación con los preceptos que manda la caballería andante. Don Quijote es valiente, honesto, generoso, fiel y cortés. En esta segunda parte, sin embargo, lo notamos más consciente de su propio delirio caballeresco. Está profundamente enamorado de Dulcinea del Toboso y es capaz de batirse a duelo con quien se atreva a poner en duda que ella es la mujer más hermosa del mundo. En esta segunda parte, don Quijote también se hace llamar Caballero de los Leones, en referencia a una aventura en la que "venció" a un león. Hacia el final de la novela, don Quijote parece recuperar la cordura y muere acompañado de sus seres queridos.
Sancho Panza
Se trata del fiel escudero de don Quijote de la Mancha y, junto con su amo, es uno de los protagonistas de esta segunda parte de la historia. Es un labrador, vecino del hidalgo; está casado y tiene hijos. Es petiso y tiene barriga. Es un hombre práctico, astuto, prudente, fiel, ambicioso, miedoso, y está lleno de sabiduría popular. Por otro lado, es analfabeto.
Su visión realista se enfrenta muchas veces a las ideas de don Quijote, pero de a poco comienza a sumergirse en el mismo mundo imaginario de su amo. Confía en don Quijote, siente admiración por él y lo defiende cada vez que puede. En esta segunda parte, su ambición por conseguir el gobierno de una ínsula lo lleva a tergiversar su perspectiva de la realidad tanto o más que su amo.
Sansón Carrasco
Es un bachiller, vecino de don Quijote. Se hace pasar por el Caballero del Bosque (también nombrado de la Selva y de los Espejos) para desafiar a don Quijote a un duelo y, luego de vencerlo, obligarlo a volver a su aldea. Pero, en este primer combate, es el Caballero de los Leones quien vence, y el bachiller Sansón Carrasco vuelve a la aldea humillado. Más adelante, ya en Barcelona, Carrasco se hace pasar por el Caballero de la Blanca Luna y vuelve a desafiar a don Quijote. Esta vez sí vence y obliga al Caballero de los Leones a volver a su aldea y olvidarse de las aventuras caballerescas, al menos, por un año.
El cura
Se trata del cura de la aldea de don Quijote. Luego de un mes de no verlo, el cura y el barbero van a la casa de don Quijote para ver si ya ha recobrado la cordura. Ni bien el cura hace referencia a una supuesta invasión turca en España, ambos se dan cuenta de que el hombre sigue creyéndose un caballero andante. Hacia el final de la novela, el cura confiesa al recuperado Alonso Quijano, quien al poco tiempo muere.
El barbero
Se trata de un vecino de don Quijote, que se acerca hasta su casa junto con el cura para ver si el hombre ya ha recobrado la cordura. Al poco tiempo de llegar, él y el cura comprueban que esto no es así, y que don Quijote sigue creyendo que es un verdadero caballero andante.
La ama de la casa de don Quijote
Se trata de una mujer mayor que se encarga de los quehaceres domésticos y de cuidar a don Quijote. Cuando el cura y el barbero comprueban que don Quijote sigue creyéndose caballero andante, el ama desespera y le pide a Sansón Carrasco que disuada al hombre de emprender una nueva salida en busca de aventuras, cosa que el bachiller no hace. Hacia el final de la novela, es uno de los seres queridos que acompañan a Alonso Quijano en su lecho de muerte.
La sobrina
Se trata de la sobrina de don Quijote. Siempre aparece junto con el ama de la casa. Al igual que esta última, la sobrina se preocupa por la salud de su tío y le implora que no salga otra vez en busca de aventuras, ruego que don Quijote no atiende. En el final de la novela, es uno de los seres queridos que acompaña al protagonista en su lecho de muerte.
Teresa Panza
Es la esposa de Sancho Panza. Teresa anima a su marido a ir en busca de ese gobierno insular que le fue prometido. Al mismo tiempo, no está de acuerdo con la ambición de su esposo de casar a su hija, Mari Sancha, con un noble, ya que cree que sería demasiada presión para la chica tener que responder a las altísimas expectativas que suele tener la nobleza. Mientras Sancho se encuentra en el castillo de los duques, Teresa se escribe cartas, tanto con su esposo como con la duquesa.
Mari Sancha
También conocida como Sanchica, es la hija de Sancho y Teresa Panza. Una vez que sea gobernador, su padre fantasea con casarla con un noble y así hacer que toda la familia ascienda socialmente. Cuando la duquesa envía a un paje a la aldea para entregar unas cartas, es Mari Sancha quien lo conduce a su casa, y junto con su madre escuchan la noticia de que Sancho ha conseguido finalmente el título de gobernador. Luego, la muchacha comienza a fantasear con los favores que recibirán de Sancho, ahora que se ha convertido en un hombre importante.
Dulcinea
Se trata de un personaje que no aparece en ningún momento de la novela. Sin embargo, en la primera parte, el narrador especula que puede tratarse de una labradora llamada Aldonza Lorenzo, que vive cerca de la aldea de don Quijote y de la que el caballero andante habría estado enamorado durante un tiempo. Dulcinea constituye uno de los pilares fundamentales en la autopercepción que tiene don Quijote respecto de su ser caballero, ya que ningún caballero andante puede preciarse como tal sin una amada a quien defender. Por otro lado, en esta segunda parte, cuando don Quijote y su escudero van a Toboso a buscarla, Sancho engaña a su amo, diciéndole que Dulcinea es una labradora que justo encuentran a la salida del pueblo. Ante la sorpresa de don Quijote de ver a su Dulcinea convertida en humilde labradora, su escudero lo convence de que esto es la consecuencia de un maligno encantamiento. Esta mentira, luego, se le volverá en contra a Sancho, ya que en el castillo de los duques aparecerá Merlín y dirá que, para acabar con el encantamiento de Dulcinea, el escudero debe pegarse tres mil trescientos azotes en las posaderas, algo que su amo le reclamará que haga constantemente.
Cide Hamete Benengeli
Se trata de un supuesto historiador musulmán que escribe las aventuras de don Quijote. Cide Hamete es morisco, es decir, descendiente de musulmanes españoles. Al mismo tiempo, sabemos que es arábigo y manchego, es decir, un musulmán español de lengua árabe, y no un norafricano u otomano.
En esta segunda parte, Cide Hamete se dirige directamente a los lectores en una oportunidad, cuando delega en ellos la responsabilidad de creer si aquello que dice don Quijote que le ocurrió dentro de la cueva de Montesinos es cierto o no.
Tres labradoras que salen del Toboso
Son tres humildes labradoras que Sancho encuentra saliendo del Toboso. El escudero convence a don Quijote que una de ellas es Dulcinea, alegando que la ve así, como humilde labradora, debido a un maligno encantamiento. Las labradoras se impacientan con él y siguen su camino.
El cochero
Este hombre está disfrazado de feo demonio y le explica a don Quijote que él y sus compañeros forman parte de la compañía teatral de Angulo el Malo. Cuando un bufón asusta a Rocinante y el caballo tira a don Quijote, este cochero roba el rucio de Sancho.
Tomé Cecial
Se trata de un vecino de Sancho Panza que se hace pasar por el escudero del Caballero del Bosque (o Caballero de los Espejos), y que les confiesa a don Quijote y Sancho que su amo es, en realidad, el bachiller Sansón Carrasco.
Diego de Miranda
También conocido como el Caballero del Verde Gabán, es un hombre bastante rico con quien don Quijote y Sancho se cruzan en el camino, luego de la batalla contra el Caballero de los Espejos. Don Diego invita al caballero andante y su escudero a su casa, y allí ellos conocen a su hijo, un muchacho amante de la poesía.
Don Lorenzo
Es el hijo de don Diego de Miranda. Cuando don Quijote y Sancho visitan la casa de su padre, el muchacho recita unos versos. Luego, don Quijote le explica las virtudes de la caballería andante.
Dos labradores y dos estudiantes
Este grupo de hombres se cruza con don Quijote y Sancho en medio del camino, luego de que estos han dejado la casa del Caballero del Verde Gabán, y los invitan a la boda de Camacho con Quiteria.
Camacho
Es un labrador rico que tiene intenciones de casarse con la hermosa Quiteria, aunque finalmente la boda no podrá concretarse debido a que ella ama a Basilio.
Quiteria
Es la más hermosa de las labradoras. Está por casarse con Camacho cuando Basilio, su antiguo pretendiente, lleva a cabo un plan para recuperarla, lo que finalmente sucede.
Basilio
Basilio es el antiguo pretendiente de Quimeria. El padre de la labradora no quiso que ellos se casaran porque él no era tan rico como Camacho. Al final, Basilio ejecuta un plan para recuperar a Quiteria.
Corchuelo
Es uno de los estudiantes que invitaron a don Quijote y Sancho a la boda de Camacho y Quimeria. Se traba en un combate con su amigo por una discusión sobre el refinamiento del lenguaje en el que don Quijote oficia de juez. Luego de perder este combate, se reconcilia con su amigo.
Primo de uno de los estudiantes
Es un muchacho que acompaña a don Quijote y Sancho a la cueva de Montesinos.
Montesinos
Se trata del personaje que le da nombre a la famosa cueva en la que desciende don Quijote en el capítulo XXII. Cuando se encuentra con el caballero andante, Montesinos dice que, tal como cuenta la leyenda, él ha sacado el corazón de Durandarte y se lo ha llevado a su amada Belerma, tal como su amigo se lo pidió antes de morir.
Merlín
Se trata de un francés encantador que, se dice, es hijo del diablo y tiene a Durandarte encantado en las profundidades de la cueva de Montesinos. Luego, cuando don Quijote ya está en el castillo de los duques, Merlín (que es, en realidad, el mayordomo del duque) se presenta y explica que, para desencantar a Dulcinea, Sancho se debe dar tres mil trescientos azotes en sus posaderas.
Durandarte
Es un amigo de Montesinos, quien ha sido encantado por Merlín. Antes de morir, le ha pedido a su amigo que le arranque el corazón y se lo lleve a su amada, Belerma.
El hombre rebuznador
Se trata de un hombre que se cruza con don Quijote y Sancho en una venta y que les explica la historia de su pueblo rebuznador.
Maese Pedro
Es un titiritero que llega a la venta en la que se encuentran don Quijote y Sancho. Lleva un mono adivino con él. En un punto, se devela que se trata de Ginés de Pasamonte, aquel hombre que le robó el rucio a Sancho en la primera parte.
El criado de maese Pedro
Se trata de un joven que cuenta la historia de cómo un tal don Gaiferos libera a su esposa, Melisendra, que está secuestrada por los moros. Tanto don Quijote como Sancho, y hasta el propio maese Pedro, lo critican por perderse en demasiados detalles.
El leonero
Es el hombre que conduce el carro en el que van dos leones. Cuando don Quijote le exige que abra la jaula para que él pueda probar su valor, el leonero se niega. Finalmente, accede, pero se aleja de la jaula, creyendo que el animal destrozará al caballero andante.
Los molineros del río
Son un grupo de hombres que salvan a don Quijote cuando este, al confundir los molinos con una parte de una ciudad donde debe haber una reina que espera ser rescatada, casi se ahoga.
El dueño del barco
Se trata de un pescador que le exige a don Quijote que le pague por los daños que le causó a su barco. El caballero andante le paga cincuenta reales.
La duquesa
Es una mujer noble, muy hermosa, gran lectora de la primera parte de Don Quijote. Junto con su marido, el duque, crean diversas situaciones para divertirse con las locuras del caballero andante y su escudero.
El duque
Es un hombre apuesto que forma parte de la nobleza, también gran lector de la primera parte de Don Quijote. Junto a su mujer idean planes para darle rienda suelta a la locura de don Quijote y Sancho y divertirse a costa de ellos. Asimismo, es quien, finalmente, le da a Sancho su ansiado título de gobernador.
El eclesiástico
Se trata de un hombre religioso que está presente en el banquete de bienvenida que los duques organizan para don Quijote y Sancho. En un momento, acusa a don Quijote de loco y a los duques de estar más locos que don Quijote por secundar su locura. Luego, se retira, ofendido, del castillo.
Trifaldín
Conocido también como "el de la Barba Blanca", es el escudero de la condesa Trifaldi. Lleva puesta una manta negra y se lo describe como de "cuerpo agigantado".
La condesa Trifaldi
También conocida como "la dueña Dolorida", es una mujer noble que cuenta la historia de la infanta Antonomasia y le pide ayuda a don Quijote para acabar con la maldición de Malambruno, quien les ha hecho crecer barbas tanto a ella como al resto de las dueñas. Luego de que don Quijote y Sancho montan al caballo volador Clavileño, ella se libra de la maldición y pierde su barba.
Antonomasia
La infanta Antonomasia es hija de la reina doña Maguncia y, por lo tanto, heredera del reino. Al mismo tiempo, fue criada bajo la tutela de la condesa Trifaldi. Ella queda embarazada del caballero Clavijo, con quien luego acaba casándose. Malambruno, enojado por la muerte de su prima Maguncia (quien fallece por no resistir el matrimonio de su hija con ese hombre), encanta a Antonomasia y la convierte en una jimia de bronce.
Clavijo
Es un caballero que deja embarazada a Antonomasia y, luego, se casa con ella. Malambruno lo encanta y lo convierte en un espantoso cocodrilo de metal.
Malambruno
Es primo de la reina Maguncia. Cuando ella fallece a causa del enojo que le causa el matrimonio de su hija con un hombre que ella no quiere, Malambruno castiga a Antonomasia y Clavijo, convirtiéndolos en una jimia de bronce a ella, y en un cocodrilo de metal a él. Luego, echa una maldición sobre todas las dueñas, haciéndoles crecer a todas ellas largas y tupidas barbas.
Clavileño el Alígero
Se trata de un caballo volador de madera que envía Malambruno para que don Quijote y Sancho vayan a su encuentro. Se llama Clavileño por ser de leño y con una clavija en la frente, y por la ligereza con la que camina.
El mayordomo del duque
Además de actuar de la Dolorida, el mayordomo del duque es quien lleva a Sancho a la ínsula para que comience su gobierno, y también será quien mantenga informado a los duques respecto de cómo lleva adelante Sancho su flamante título de gobernador.
El ganadero
Es un habitante de la ínsula que se presenta ante el gobernador Panza para que este oficie como juez en una disputa que mantiene con una mujer que afirma que él la forzó a tener relaciones sexuales.
La mujer de la ínsula
Es una habitante de la ínsula que acusa al ganadero de haberla forzado a tener relaciones sexuales. Sancho le dice a la mujer que si ella hubiese defendido su cuerpo de la misma forma en que defendió el dinero cuando el ganadero se lo quiso quitar, habría sido imposible que el hombre la forzara a tener relaciones sexuales.
Altisidora
Es una doncella, enamorada de don Quijote, que toca el arpa y entona sus lamentos de amor por las noches. Aunque don Quijote se siente tentado de establecer un vínculo con ella, no puede hacerlo, debido al amor y respeto que le merece a Dulcinea. Altisidora es quien le cura las heridas al caballero andante luego del episodio con los gatos.
Pedro Recio de Agüero
Es el médico personal del gobernador de la ínsula. No le permite comer a Sancho ninguno de los platos que están servidos en la mesa. El gobernador Panza se enoja mucho con él.
Doña Rodríguez
Se trata de una sirvienta de la duquesa, quien, convencida de que don Quijote es un verdadero caballero andante, le pide ayuda para vengar a su hija, que ha sido deshonrada por el hijo del prestamista del duque. Luego de revelarle al Caballero de los Leones un secreto de su ama, doña Rodríguez es golpeada por la duquesa y dos sirvientas.
Hija de Diego de la Llana
Se trata de una doncella que se cruza con el gobernador Panza mientras este da un paseo por su ínsula. Ella dice ser la hija de Diego de la Llana, y confiesa que nadie le conoce el rostro porque estuvo diez años encerrada. Luego de decir esto, se pone a llorar y confiesa que intercambió roles con su hermano porque, después de tantos años encerrada, necesitaba salir y ver algo del mundo.
El maestresala
Se trata de un criado del duque que acompaña a Sancho a la ínsula y lo ayuda con su gobierno. Una noche le confiesa al gobernador Panza que quiere casarse con la hija de Diego de la Llana.
El paje enviado por los duques
Se trata de un paje que envían los duques a la aldea de don Quijote y Sancho para que le entregue a Teresa Panza una carta de su marido y otra de la duquesa para ella.
Ricote, el morisco
Ricote es un vecino de Sancho, hijo de moriscos, es decir, de descendientes musulmanes españoles. El escudero de don Quijote se lo encuentra en el camino de regreso al castillo de los duques, luego de abandonar el gobierno de la ínsula. Cabe señalar que, a principios del siglo XVI, tanto la Corona de Castilla como la de Aragón obligó a los moriscos a convertirse al catolicismo o exiliarse. En el caso de Ricote, eligió esto último, y al momento de cruzarse con su vecino Sancho Panza dice haber regresado para recuperar un tesoro familiar.
El personaje de Ricote vuelve a aparecer más adelante, cuando don Quijote y Sancho ya están en Barcelona. Allí se reencuentra con su hija, Ana Félix.
El lacayo Tosilos
Se trata de un lacayo del duque que finge ser aquel labrador que ofendió a la hija de doña Rodríguez. Su amo le pide que interprete este papel debido a que don Quijote desea batirse a duelo con aquel que ha ofendido a la muchacha. Esto ocurre, pero, en medio del combate, Tosilos ve a la hija de doña Rodríguez y abandona el enfrentamiento, proponiéndole matrimonio a la muchacha.
La hija de doña Rodríguez
Es una muchacha a quien el hijo del prestamista del duque le ha prometido matrimonio, pero luego se ha arrepentido. Ella ha quedado deshonrada, por lo que su madre le pide a don Quijote que vengue este deshonra. Finalmente, la muchacha acaba casándose con el lacayo Tosilos.
Don Juan
Se trata de un caballero que, junto con su amigo don Jerónimo, están en la venta a la que llegan don Quijote y Sancho luego de dejar el castillo de los duques. Don Juan está comentando con su amigo algunas cuestiones sobre el Quijote de Avellaneda, lo que motiva que el propio don Quijote se les acerque y discutan al respecto. A raíz de esta conversación, el Caballero de los Leones decide no ir a las justas en Zaragoza y cambiar el rumbo hacia Barcelona.
Don Jerónimo
Es un caballero, amigo de don Juan, que se encuentra en la venta a la que llegan don Quijote y Sancho luego de dejar el castillo de los duques. Don Jerónimo está conversando con su amigo respecto de algunas cuestiones del Quijote de Avellaneda, lo que motiva que el propio don Quijote se les acerque y discutan al respecto. A raíz de esta conversación, el Caballero de los Leones decide no ir a las justas en Zaragoza y cambiar el rumbo hacia Barcelona.
Roque Guinart
Es el jefe de los bandoleros que rodean a don Quijote y Sancho en el camino a Barcelona. Roque ha leído la primera parte de Don Quijote, por lo que se fascina con la presencia del caballero andante. Por otro lado, también es quien acompaña a Claudia a ver si ella ha matado o no a don Vicente, su antiguo amor. Por último, Roque Guinart le avisa a su amigo en Barcelona, don Antonio Moreno, que se prepare, ya que el mismísimo don Quijote de la Mancha está yendo a su encuentro.
Claudia
Es una doncella que llega a caballo cuando don Quijote y Sancho se encuentran con Roque Guinart. Ella le pide al jefe de los bandoleros que la ayude a cruzar a Francia, ya que cree haber matado a don Vicente, su antiguo novio, quien faltó a la promesa de casarse con ella. Cuando van hasta donde se encuentra don Vicente, este jura que no la traicionó y muere. A raíz de esto, Claudia decide internarse en un monasterio.
Don Vicente
Es el antiguo novio de Claudia. Ella lo hiere porque piensa que él la traicionó y no se quiere casar con ella. Cuando Claudia va a constatar si él está muerto, don Vicente le jura que no la traicionó, le toma la mano y muere en paz.
Don Antonio Moreno
Se trata de un amigo de Roque Guinart, que recibe y hospeda a don Quijote y Sancho en Barcelona. Al igual que los duques -aunque de manera un poco más sutil- don Antonio también monta algunas situaciones ficticias para reírse de la locura de don Quijote.
El virrey
Es quien felicita al general luego de darle caza al bergantín con corsarios de Argel y también es quien, luego de escuchar la historia de Ana Félix, autoriza la expedición para rescatar a don Gregorio.
Ana Félix
Es la hija de Ricote. Luego de ser separada de sus padres moriscos, Ana vive en diferentes lugares, criada por unos tíos en la fe católica. Uno de estos lugares es Berbería, en donde conoce a don Gregorio, un mancebo bellísimo que la acompaña en su destierro, donde ambos se enamoran. Al llegar a Argel, el rey le pregunta a la muchacha si trae riquezas, a lo que ella responde que todas sus joyas están enterradas en España. El rey, entonces, dispone que ella parta en un bergantín hacia aquel país para desenterrar esas joyas y llevarlas a Argel. Ana Félix cuenta su historia delante de don Quijote, Sancho, Ricote, don Antonio Moreno, el virrey y el general, ya que están a punto de ejecutarla por confundirla con el jefe de los moriscos del bergantín con corsarios. Finalmente, logra conmover a todos los presentes, hasta el punto que el propio virrey autoriza una expedición para rescatar a don Gregorio, el enamorado de Ana, que quedó secuestrado en Argel.
El general
Se trata del general de la flota de galeras que le da caza al bergantín con corsarios de Argel. Al mismo tiempo, es quien manda a colgar a todos los corsarios, sobre todo al jefe de los moriscos, quien resulta ser Ana Félix. El general, como todos los presentes, se conmueve con la historia de la muchacha.
Don Gregorio
Se trata de un mancebo bellísimo del que se enamora Ana Félix durante su destierro. Don Gregorio está secuestrado en Argel y es rescatado por el general de la flota de las galeras. Luego se reencuentra con su amada y, más tarde, es acompañado por don Antonio a visitar a sus padres, que deben estar desconsolados por la ausencia de su hijo.
Don Álvaro Tarfe
Es un caballero que don Quijote y Sancho se cruzan en un mesón cuando están volviendo a su aldea. Don Álvaro reconoce ser un personaje del Quijote apócrifo de Avellaneda. Durante la cena, don Álvaro Tarfe declara ante el alcalde del lugar que el caballero andante que tiene enfrente en ese momento es el verdadero don Quijote de la Mancha, y que nada tiene que ver con ese impostor que aparece en la versión apócrifa de sus aventuras.
El escribano
Es el hombre que hace el testamento de don Quijote, y también quien certifica que Alonso Quijano ha muerto.
