El viaje del alma (Alegoría)
La Comedia, en su conjunto, representa alegóricamente el camino del alma hacia Dios y, por lo tanto, hacia la salvación. En el comienzo del Infierno, el extravío del protagonista en la selva oscura representa la vida pecaminosa o despojada de su dimensión espiritual. La oscuridad de la selva puede interpretarse como la ausencia de la gracia divina. También la ausencia de luz se relaciona con el pecado, como podemos observar en este pasaje bíblico: "Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas" (Jn., 2, 20). Asimismo, cuando el protagonista afirma que abandonó "la senda verdadera" (Canto I, v. 12), alude a una desviación moral. Esta imagen también es bíblica.
Por otro lado, el monte que divisa a continuación (Canto I, v. 13) representa la vida virtuosa, y su ascenso, probablemente, el esfuerzo necesario para alcanzar la virtud. Consecuentemente, los tres animales que obstaculizan su avance hacia el monte representan los principales vicios que lo alejan de la virtud.
Leopardo (Símbolo)
El leopardo, o la onza o el lince (en el original "lonza", un término que remite a un felino no determinado), es el primero de los animales que se interponen en el camino de Dante cuando este se dispone a avanzar hacia el monte iluminado (Canto I, v. 32). Simboliza, según la mayoría de las interpretaciones, la lujuria, y representa el primer vicio que debe superar el protagonista para alcanzar la salvación. En los bestiarios medievales, se definía a la "lonza" como un animal siempre en celo. De ahí que se la considerara un símbolo de lujuria.
León (Símbolo)
El león es el segundo de los animales que se interponen en el camino de Dante, cuando el personaje intenta avanzar hacia el monte (Canto I, v. 45). Este animal es un símbolo de la soberbia y representa el segundo obstáculo que debe superar el poeta para alcanzar la virtud.
Loba (Símbolo)
La loba es el tercer animal que se presenta en el camino de Dante cuando él intenta apartarse de la selva oscura (Canto I, v. 49). La loba simboliza la codicia y se muestra como el más amenazante de los tres animales que bloquean el camino del protagonista. De hecho, la loba es la que lo obliga a retroceder: "viniendo hacia mí muy lentamente, / me empujaba hacia allí donde el sol calla" (vv. 59-60). La centralidad de este vicio se hace evidente por la cantidad de versos que se dedican a la loba. Además, el protagonista afirma, después de verla: "perdí la esperanza de la cumbre" (Canto I, v. 54).
Lebrel (Símbolo)
Virgilio anuncia, de un modo profético, que un Lebrel hará morir a la loba (Canto I, vv. 101-102). El Lebrel (literalmente, un perro de caza), ha dado lugar a numerosas interpretaciones. Simboliza, probablemente, un reformador político o religioso, enviado providencialmente. Muchos intérpretes lo han relacionado con el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Enrique VII, y también se lo ha identificado con Cristo. En términos generales, el Lebrel simboliza a quien restablecerá el orden social amenazado por la codicia, tanto en el ámbito religioso como en el político.