Resumen
Kim Wilde
Un año después de la muerte de su tío Taher, Irán reabre sus fronteras. Toda la familia se apresura a conseguir pasaportes. Los padres de Marjane se van de viaje a Turquía. Prometen traerle cosas occidentales, como pósteres de Kim Wilde y Iron Maiden.
Para entrar al país con los pósteres, la madre de Marjane los cose dentro del traje del padre de Marjane. Así, logran que la aduana no descubra que están ingresando con elementos occidentales. Además de los pósteres, los padres de Marjane le traen una campera de jean, un pin de Michael Jackson y unas zapatillas Nike.
Marjane se pone su campera de jean, sus zapatillas, el pin y sale a la calle. Va a la Avenida Gandhi, en donde hay un mercado negro de cosas occidentales: cassettes, pintalabios, ajedrez, chocolate. Tras comprar un disco de Kim Wilde y uno de Camel, Marjane es detenida por las Guardianas de la revolución, un grupo de mujeres que, desde 1982, se unieron a los hombres para detener a aquellas mujeres que no cumplen con las normas del régimen.
Cuestionan su vestimenta, la tratan de “putita” y amenazan con llevarla a la comisaría de los Guardias de la revolución. Marjane les ruega que por favor la dejen ir, y finalmente lo consigue. Llega a su casa muy angustiada. La madre se da cuenta de que algo le pasó, pero ella no le narra lo sucedido. Se encierra en su cuarto y, llena de ira, escucha a todo volumen las nuevas cintas que compró.
El Sabbat
El bombardeo a Teherán es cada vez peor. Los iraquíes tienen misiles tan eficaces que los iraníes ni siquiera se refugian cuando son bombardeados, ya que los refugios no los salvarían de la muerte. Muchas personas abandonan la ciudad. La familia de Marjane se queda, porque, para ellos, si existe un futuro, este depende de la educación de Marjane, y ella solamente puede tener buena educación en Teherán.
Marjane cuenta que los Baba-Levy, unos vecinos judíos de la familia de Marjane, también decidieron quedarse y, como tantas otras familias, se mudaron a un gran hotel. Los grandes hoteles cuentan con refugios mucho más sólidos.
Una tarde, Marjane le pide a su madre dinero para comprarse unos jeans. Ha habido una inflación desorbitante y la madre se sorprende de lo que cuestan, pero le da el dinero. Mientras Marjane está de compras junto a una amiga, se enteran de que cayó un misil en el barrio en el que vive. Inmediatamente, vuelve a su barrio. Se encuentra con su madre, que está a salvo. El misil cayó en la casa de los Baba-Levy. Marjane cree que ellos también deben estar a salvo, ya que se mudaron al hotel. Sin embargo, su madre no está tan segura. Es sábado y la religión judía dicta que los sábados las familias deben volver a sus casas para pasar lo que denominan el “Sabbat”.
Marjane, entonces, descubre entre los escombros el brazo de Neda Baba-Levy.
La dote
Pasan dos años. Es 1984. Marjane afirma que se ha convertido en una rebelde. No tiene miedo de nada. La directora de la escuela intenta quitarle una pulsera, pero Marjane se resiste y termina tirando a la directora al piso. La expulsan del colegio.
La tía de Marjane conoce a funcionarios de la educación nacional y, gracias a eso, consiguen una nueva escuela para ella. Sin embargo, un día la maestra afirma que en el régimen islámico no existen los presos políticos, y Marjane interrumpe para contar que su tío fue asesinado por el régimen, y que el número de presos políticos pasó de 3.000 a 300.000. La maestra llama a los padres de Marjane. El padre está orgulloso de su hija, pero la madre sacude a Marjane y le pregunta: “¿Sabes lo que les hacen a las jovencitas cuando las arrestan?” (Tomo II, p. 77). Luego le cuenta que, dado que es contra la ley matar a una virgen, los Guardianes de la revolución se encargan de violar a las jovencitas antes de ejecutarlas. El padre de Marjane cuenta entonces la historia de Niloufar, la jovencita que Khosro escondía en el sótano. La costumbre islamita indica que el hombre que se casa con una chica debe darle su dote. El Guardián de la revolución que violó a Niloufar le envió a la familia su dote antes de ejecutarla: 500 tumanes (equivalentes a unos cinco dólares).
Una semana después, los padres de Marjane le informan que van a enviarla a Austria, porque Irán se volvió demasiado peligroso para ella. En Austria hay un liceo francés donde ella puede continuar sus estudios. Marjane se despide de sus amigos y de su abuela, quien le dice: “Mantén siempre tu dignidad, tu integridad y fidelidad a ti misma” (Tomo II, p. 83). Esta frase le queda marcada. Antes de emprender el viaje llena un recipiente con tierra de su jardín, tierra iraní, para llevarlo con ella.
Finalmente, Marjane y sus padres van al aeropuerto. Hay una larga fila de personas que se van del país. Muchos son niños menores de trece años. Marjane explica que a esa edad se los empieza a considerar soldados y no los dejan salir más del país. Los padres de Marjane le prometen que irán a visitarla en seis meses, pero ella sabe que nunca volverán a vivir juntos, que será solamente una visita. Se despide de sus padres y se va. Cuando mira por última vez, ya desde el otro lado de la aduana, ve que su madre está desmayada en los brazos de su padre.
Análisis
En estos últimos capítulos, Marjane está en peligro. Hasta ahora, había sido testigo de la persecución y los castigos que imponía el régimen a un montón de otros personajes, desde sus padres hasta los niños de clase baja. En el capítulo “Kim Wilde”, Marjane es detenida, amenazada e insultada por las Guardianas de la revolución. Siente, por primera vez, el horror en primera persona. Al volver a su casa, tras esa detención, en su rostro aparece la misma expresión desolada que tuvo su madre aquella vez en la que un grupo de hombres amenazó con violarla si no se cubría el pelo con un pañuelo.
Si en los capítulos previos Marjane comenzaba a transformarse en una adolescente, en estos últimos, la protagonista ya es una adolescente consumada. El problema fundamental es que el islamismo no solo prohíbe las costumbres occidentales (tan ligadas a la adolescencia de Marjane), sino que ni siquiera contempla la adolescencia como una etapa de la vida. El islamismo considera que de la infancia se pasa directamente a la adultez. Por lo tanto, para ellos, Marjane no es una adolescente sino una mujer, a la que se debe castigar severamente por sus acciones.
En el “Sabbat”, Marjane, quien hace años soporta el horror de los bombardeos, se ve cara a cara con la muerte cuando encuentra entre los escombros el brazo de Neda Baba-Levy. Neda era su amiga, una chica de su edad que vivía al lado de su casa. Marjane advierte que la muerte de Neda podría haber sido la suya, y reconoce, también por primera vez, que la muerte está alrededor de ella, mucho más cerca de lo que pensaba. Asimismo, cuando los padres de Marjane, en “La dote”, comprenden que su hija está demasiado expuesta a los peligros del régimen islámico, le hacen entender que no solo puede morir por ser rebelde al régimen, sino que puede ser violada antes de ser ejecutada. De este modo, los peligros del régimen y de la guerra parecen cercar al personaje, acecharlo cada vez más.
Durante el desarrollo de la obra, el lector asiste al crecimiento de Marjane, quien va aprendiendo la complejidad de diferentes cuestiones y desprendiéndose de distintos ideales. Marjane ya no cree en Dios, ni en el comunismo, ni en el nacionalismo, ni en el instinto maternal, que, según los ideales tanto islamitas como occidentales, podría darle sentido a su vida como mujer adulta. En estos últimos capítulos del segundo tomo, Marjane se aferra a la rebeldía hasta convertirla en su nueva ideología. Pese a ser casi arrestada por las Guardianas de la revolución, pese a ver que Neda murió como podría haber muerto ella, Marjane comienza afirmando en “La dote” que “En 1984, tenía 14 años, era rebelde y ya nada me daba miedo” (Tomo II, p. 75). Pero la historia de Niloufar termina también con esa postura. Marjane advierte que la rebeldía, en definitiva, no la salvará del horror absoluto. La temeridad de Marjane cede. El miedo se apodera de ella y finalmente comprende que debe irse del país. Así, la rebeldía se suma a la lista de ideales de los que se tuvo que desprender en su proceso de crecimiento y aprendizaje.
Ahora bien, más allá de que Marjane haya cambiado muchísimo durante el transcurso de estos dos tomos, el final nos muestra que hay algo en ella que no cambió: su relación con su abuela. Marjane se rebeló contra sus padres, se mostró independiente de ellos, y cambió de ideales una y otra vez. Sin embargo, pese a tener catorce años, sigue durmiendo con su abuela, como lo hacía de niña. En el final de este segundo tomo, la abuela tiene un rol fundamental. Por un lado, es ella quien le dice a Marjane que debe mantenerse fiel a sí misma. Marjane se repite esta frase frente al espejo como si intentara creerla o, incluso, comprenderla. ¿Cómo puede ser fiel a sí misma si durante esos pocos años lo único que hizo fue cambiar? ¿Quién es ella misma? La partida de Marjane del país sugiere que en Irán, bajo las condiciones totalitarias del régimen y el horror de la guerra, la protagonista no puede encontrar su verdadero ser. Para hacerlo, debe irse al mundo occidental, al “mundo libre”.
Por otro lado, esa última noche en que duermen juntas, Marjane le pregunta a su abuela: “Yaya, ¿cómo haces para tener los senos tan redondos a tu edad?” (Tomo II, p. 82). Lo interesante de esta pregunta es que marca una nueva etapa en Marjane, quien, por primera vez, se ve interesada en la sexualidad. Marjane no solo ya tiene catorce años, sino que se irá a vivir a Austria, a un país occidental en el que la sexualidad no está reprimida por un régimen totalitario. Precisamente, en el tercer tomo, la liberación sexual será uno de los temas fundamentales que atraviesen a Marjane.
El triste final del segundo tomo, donde la última viñeta es la de la madre desmayada en los brazos del padre, augura a la vez el comienzo de una nueva etapa en la vida de la protagonista, signada por el descubrimiento de un nuevo mundo, lleno de nuevos aprendizajes.