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Tom y Huck corren de regreso al pueblo dirigiéndose a la curtiembre, donde pueden esconderse. Una vez allí, temerosos del indio Joe, deciden hacer un juramento para no decir a nadie lo que acaban de presenciar. Tom escribe su juramento en una tablilla de pino y luego se pinchan sus dedos y firman la tablilla con sangre. Mientras hacen esto, alguien ingresa inadvertidamente a la curtiembre, pero ninguno de los niños ni la persona se notan unos a otros.
Después de firmar el juramento, escuchan un perro callejero aullando - una señal segura de que van a morir. Sin embargo, cuando miran, ven que su espalda da hacia ellos, lo que significa que alguna otra persona va a morir. Ellos escuchan ronquidos y descubren que Muff Potter duerme al otro extremo de la curtiembre. Mientras salen, el perro aúlla nuevamente, y ellos voltean para ver que el perro aúlla de cara a Muff Potter.
Tema de seguimiento: Superstición 3
Tom llega a casa y se introduce por la parte trasera, no sabía que Sid se encontraba despierto. A la mañana siguiente va a desayunar, pero la tía Polly no le habla. Después del desayuno, la tía Polly llora diciéndole a Tom que aflige su corazón con su mala conducta. Tom se siente abrumado por la culpabilidad y también llora, rogando el perdón y prometiendo ser una mejor persona. La tía Polly lo rechaza y Tom se va a la escuela sintiéndose desdichado. Allí es castigado por faltar a clases, pero ello no le afecta, por lo triste que se encuentra por haber herido a la tía Polly. Se sienta en su carpeta y descubre algo envuelto en papel. Era su boliche de latón, que Becky le devolvía. "Esta última pluma acabó de romper el espinazo del dromedario". Capítulo 10, pág. 70