La vuelta al mundo en ochenta días

La vuelta al mundo en ochenta días Ironía

Mientras Passepartout está feliz por la estabilidad que supondrá su nuevo trabajo con mister Fogg, este está planificando una aventura por todo el mundo (Ironía situacional)

La mayor alegría de Passepartout en su primer día de trabajo es haber llegado a la casa de un amo metódico, constante y sencillo, en una casa que funciona como un reloj. Passepartout aprecia una vida sin sobresaltos, y saber que el Sr. Fogg no ha salido de Londres en muchos años y que su rutina es maquínica, dice: “¡No me desagrada! ¡Encontré lo que estaba buscando! Nos entenderemos perfectamente mister Fogg y yo ¡Un hombre hogareño y disciplinado! ¡Una verdadera máquina! No me disgusta servir a una máquina! (p.16).

Irónicamente, sabemos ya que en ese mismo momento el Sr. Fogg está jugando whist con sus colegas en el Reform Club y realiza una apuesta que cambiará la vida de ambos, amo y criado. Passepartout no lo sabe, pero en cualquier momento volverá el Sr. Fogg a empacar para salir de viaje juntos.

Fiz cree que Passepartout descubrió que es un detective, mientras que Passepartout cree haber descubierto que Fix es un espía del Reform Club (Ironía dramática)

Passepartout sospecha de Fix, y cree haber dado con la solución: debe ser un agente encubierto del Reform Club que viaja persiguiéndolos para ver si efectivamente mister Fogg da la vuelta al mundo. Al encontrarse con Fix le habla sugiriéndole que sabe quién es realmente:

-¡Pícaro!- respondió Passepartout guiñando el ojo.

Esa palabra dejó absorto al agente. El calificativo lo perturbó mucho sin saber por qué. ¿Lo había descubierto el francés? No sabía qué pensar. ¿Cómo podía Passepartout haber desenmascarado su condición de agente, cuyo secreto no podía ser conocido por nadie? Y sin embargo, al hablar así, Passepartout escondía una segunda intención” (p.111)

Mientras Passepartout intenta darle a entender en varias situaciones a Fix que sabe quién es realmente, Fix se incomoda, creyendo que ha sido descubierto. La ironía dramática se da en tanto el lector sabe que ambos están equivocados.

A pesar de que el texto insiste sobre la eficiencia de la tecnología del transporte, el elefante Kiouni es el único medio de transporte que no falla en la vuelta al mundo (Ironía situacional)

Resulta irónico que, a pesar de que en el texto se realza el poderío británico y, sobre todo, su eficiencia (los relojes siempre a horario, sus medios de transporte que se extienden por el mundo rápidamente), en La vuelta al mundo en ochenta días, el único viaje que no se ve frustrado por desperfectos técnicos o retrasado por fallas es aquel que los personajes hacen sobre el elefante Kiouni.

Mister Fogg ignora, a lo largo de su viaje, que es sospechoso del robo del banco y perseguido por el detective Fix (Ironía dramática)

Apenas mister Fogg sale de Londres, el detective Fix comienza a seguirlo. Mister Fogg, a lo largo de todo el viaje, no tiene idea de que el detective sospecha que él es el ladrón del Banco de Inglaterra y que busca detenerlo. Los encuentros con Fix le resultan a Fogg casuales, y el sujeto le parece incluso simpático, por lo que, en un momento, lo invita a viajar con ellos en una galera que él mismo pagó con destino a Yokohama. Esto constituye una ironía dramática, porque los lectores conocemos las verdaderas intenciones de Fix, que Fogg ignora. Este solo se enterará de quién es realmente Fix una vez que pisen suelo inglés y el detective lo detenga, lo que constituirá una sorpresa para él, pero no para quienes hemos seguido sus aventuras en el texto.

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