Resumen:
El jefe entra bruscamente a la oficina en compañía del Director General y pregunta qué está pasando ahí. María intenta explicarle el delirio culpando a la ventana maldita, al puerto y a los buques. La empleada 2 culpa también a Cipriano. El Director General enuncia la última frase de la obra. Despide a todos los empleados y pide que se pongan vidrios opacos en la ventana.
Análisis:
El Director echa a todos los empleados que se encuentran desatados, comportándose por fuera de lo reglamentario. El jefe no logra ordenarlos y tiene que recurrir a una figura con mayor autoridad. No es evidente si esta noticia alegra o deprime a los trabajadores. Es decir, queda a criterio del lector o espectador de la obra si estos toman el despido como un paso que los acerca al viaje y la libertad, o si se lamenta luego de haberse metido en un delirio colectivo que no tenía nada de real.
La orden de bloquear la luz de los vidrios supone generar en la oficina del décimo piso un ambiente más similar al subsuelo. El objetivo de un espacio hermético y con menos distracciones, claro está, es evitar que atente contra la alienación y productividad de los empleados.
