Helene como símbolo de clase alta
Esta mujer representa la clase alta en decadencia. Sus valores personales incluyen la manipulación a través del valor de las riquezas poseídas, al punto de decidir quién posee lo suficiente como para ser aceptado o no en su círculo personal. Es una mujer calculadora, interesada y carente de toda moral. Solo le interesa obtener lo que desea de manera egoísta.
Napoleón como símbolo de ambición
Una de las tantas formas en que podemos describir a Napoleón Bonaparte –personaje histórico aquí representado- es a través de la ambición. Posee mucha fuerza –simbólica y militar- y poderosos seguidores. Genera tanto atracción por su personalidad como un profundo rechazo.
En alguna medida, oficia también como símbolo de ambición contraria a sus intereses. Es decir, algunos personajes –principalmente Pierre- se percatan del tiránico poder que ejerce este líder y desarrollan la ambición de asesinarlo, con tal de frenar sus violentas acciones.
Amor e invasión como motivos
En un primer plano narrativo, encontramos la guerra entre Rusia y Francia, y dado que esta guerra coloca en escena una contraposición entre valores antiguos y nuevos, el amor no es ajeno a esta lucha.
La aristocracia rusa atraviesa la violenta invasión llevada a cabo por las tropas francesas, lideradas por Napoleón Bonaparte. Este hecho desata la guerra, dado que ya este líder venía mostrando su impronta colonialista en otras regiones cercanas.
Los personajes de diferentes extractos sociales no pueden vincularse afectivamente entre sí y el amor genuino se abre paso muy difícilmente entre los acuerdos monetarios que son típicos a la hora de elegir esposo o esposa.
Alegoría del orden social
En esta novela de Tolstoi bservamos el intento que hace Napoleón por realizar un pasaje de la monarquía tradicional a la monarquía republicana. Su intento de apoderarse de las tierras rusas se vincula con la gran modificación que están sufriendo las regiones y países a comienzos del siglo XIX.
No se trata simplemente de una violenta colonización, sino además de modificar radicalmente el orden político, aumentando –desde la perspectiva napoleónica- la idea de libertad de sus integrantes, aunque manteniendo un monarca a la cabeza.
La novela coloca esta problemática en escena, no solo alegóricamente, sino también de modo muy realista. Los conflictos entre los personajes representan en sí mismos la resistencia o el avance con respecto a estas nuevas políticas, innovadoras para aquel momento.