Genero
Novela
Configuración y Contexto
Chile, zona vinícola, mediados del siglo XX
Narrador y Punto de Vista
Narrador en tercera persona con múltiples focalizaciones, principalmente Manuela, Pancho y la Japonesita.
Tono y Estado de Ánimo
Tono pesimista y lúgubre
Protagonista y Antagonista
Manuela es la protagonista y su antagonista, encarnado en las figuras de don Alejo por un lado y Pancho por el otro, es un sistema anquilosado en el que se conjugan el machismo y el paternalismo
Conflicto Principal
El conflicto principal es de naturaleza social: se da entre Pancho Vega, quien se siente atacado en su virilidad desde muchos frentes, y Manuela, quien con la fluidez de su identidad de género representa la amenza más obvia.
Climax
El clímax de la historia se da cuando Manuela intenta huir de los dos hombres que buscan atacarla.
Presagio
El ladrido de los perros y la bocina del camión parecen anticipar el desenlace violento. El vestido desgarrado también anticipa el final de Manuela.
Atenuación
N/A
Alusiones
A lo largo de la novela podemos identificar alusiones a la Biblia y al discurso religioso. Por ejemplo, en el Capítulo 11, cuando Manuela intenta invocar la ayuda de don Alejo, dice: "una palabra suya bastará para que estos rotos se den a la razón", aludiendo al texto de la celebración eclesiástica que incluye las siguientes palabras: "una palabra tuya bastará para sanarme".
Imágenes
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Paradoja
Durante todo el relato se pinta a don Alejo como un benevolente benefactor cuando, en realidad, es él quien terminará por destruir el pueblo.
Paralelismo
N/A
Metonimia y Sinecdoque
A lo largo de la novela podemos ver el uso recurrente de sinécdoque. Por ejemplo, al principio, cuando Pancho Vega se presenta a través de la focalización de Manuela, se refiere a él solo como una voz y unas manos abusadoras. Asimismo, el narrador se refiere a don Alejo más de una vez con solo mencionar sus ojos.
Personificación
La personificación más significativa en la obra es cuando describe el pueblo y se refiere a la geometría de las viñas, que, parece, se van a tragar el caserío que compone la Estación el Olivo. Hacia el final de la novela descubrimos que, efectivamente, el viñedo va a engullir al pueblo.