Cantar de mio Cid

Cantar de mio Cid Elementos Literarios

Altavoz o Narrador, y Punto de Vista

El poeta emplea, generalmente, la tercera persona, aunque en ocasiones utiliza la segunda, cuando se dirige al lector o espectador. El poeta actúa como un narrador omnisciente.

Forma y Medidor

El poema está compuesto por versos anisosilábicos, de rima asonante, cuya extensión oscila entre nueve y veinte sílabas, salvo raras excepciones. Los versos están divididos en dos hemistiquios separados por una cesura.

Metáforas y Símiles

"(...) Se separan unos de otros como la uña de la carne" (v. 375).

El poeta utiliza este símil para dar cuenta del profundo dolor que sienten el Cid y su familia cuando el héroe debe separarse de ella en el monasterio de San Pedro y partir al destierro. El mismo símil se emplea más tarde, cuando las hijas parten hacia Carrión con sus esposos, y se despiden de sus padres: "Como la uña de la carne se separaron las dos" (v. 2642).

Aliteración y Asonancia

"Come, conde" (v.1025).

El conde de Barcelona, altivo y soberbio, después de ser capturado por la hueste del Cid, se niega a comer durante tres días. Con estas palabras, el héroe lo anima a comer. La misma frase se repite más adelante, en los versos 1033 y 1039, mostrando la insistencia del Cid y su generosidad con el conde vencido en batalla.

Irony

Se produce una ironía dramática cuando Diego y Fernando González conciben el plan de ultrajar a las hijas del Cid y abandonarlas camino a Carrión. Así, mientras que el lector o el espectador conoce las intenciones que ocultan los infantes, el resto de los personajes las desconocen.

Genero

Cantar de gesta. Poema épico.

Ajuste

Fines del siglo XI. Reino de Castilla y taifas del territorio de al-Ándalus (correspondiente actualmente a España)

Tone

El tono es dramático.

Protagonista y Antagonista

El protagonista es el Cid. Los antagonistas los infantes de Carrión, el conde García Ordóñez y quienes lo calumniaron ante el rey Alfonso.

Conflicto Principal

El héroe debe recuperar su honor, primero, a causa de su destierro y, luego, por el ultraje cometido por sus yernos, los infantes de Carrión, a sus hijas.

Climax

El clímax ocurre cuando el héroe se enfrenta públicamente a los infantes de Carrión en las cortes de Toledo y los vence.

Presagio

"Lo vio en los agüeros el que en buen hora ciñó espada,
que estos casamientos no saldrían sin alguna mancha,
no se puede arrepentir, que casadas están ambas"
(vv. 2615-2617)

Los malos agüeros que el Cid observa a propósito del casamiento de sus hijas funcionan como un presagio de lo que sucederá a continuación en el poema: los infantes de Carrión golpean, humillan y abandonan a sus esposas en el robledo de Corpes poco después.

Atenuación

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Alusiones

"Salvaste a Jonás cuando cayó en el mar,
Salvaste a Daniel de los leones en la mala cárcel,
Salvaste dentro de Roma al señor san Sebastián,
Salvaste a santa Susana del falso criminal."
(vv. 339-342)

Estos versos forman parte de la oración que doña Jimena reza antes de despedirse del Cid en San Pedro de Cardeña. Con ella le ruega a Dios que libere del mal al Cid y que la vuelva a reunir con él en vida. Las dos primeros versos y el último aluden a episodios bíblicos (Jonás, 1-2, y Daniel, 6 y 13). El tercero corresponde a un episodio del Acta de los mártires, y se refiere la supervivencia de san Sebastián, luego de ser asaetado en Roma, en 288.

Metonimia y Sinecdoque

"Mio Cid Ruy Díaz por Burgos entró,
en su compañía van sesenta pendones"

Mio Cid abandona Vivar a causa de la orden de destierro dada por el rey Alfonso, y entra a Burgos acompañado por sesenta caballeros, que son sus fieles vasallos. La sinécdoque "pendones" reemplaza acá a los caballeros a quienes se refiere, sustituyéndolos por la insignia militar que lleva cada uno de ellos en su correspondiente lanza. A través de todo el poema, se da cuenta del número de hombres que aumentan la hueste del Cid, hasta llegar a sumar cuatro mil caballeros en Valencia.

Personificación

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Hyperbole

"Les quiero contar del que en buen hora ciñó espada:
aquel poyo en que hizo acampada
mientras que sea el pueblo de moros y de gente cristiana,
el Poyo de mio Cid, así le dirán en los mapas."
(vv. 899-902)

Con esta hipérbole el poeta realza la grandeza del Cid. "Mientras que sea el pueblo de moros y de gente cristiana" es una frase adverbial que equivale a decir: "mientras dure el mundo", es decir, siempre, y es una locución usual en la Edad Media. Por otra parte, antiguamente, el lugar se llamó, en efecto, "El Poyo de Mio Cid", tal como consta en documentos históricos, pero, en la actualidad, perdió el sobrenombre.

Onomatopoeia

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