Los padres trabajan para sus hijos, pero estos mueren cuando no están (ironía situacional)
A lo largo de todo el libro encontramos ejemplos de adultos que trabajan para dar una buena vida a sus hijos. Estos adultos son inmigrantes mexicanos y se la pasan todo el día trabajando. Bajo condiciones extremas de explotación, algunos no logran estar presentes para cuidar de sus hijos en el día a día.
Esto muchas veces lleva a que sus hijos, desprovistos de cuidado y atención, mueran bajo terribles situaciones cotidianas, lo cual lleva a que estos padres obtengan exactamente lo contrario a lo buscado. Queriendo darles una buena vida, terminan descuidándolos debido a la forma en que sus empleadores les explotan.
La madre de Julianito ignora que este ha muerto (ironía dramática)
Al final del segundo relato apreciamos cómo el Gobierno le miente a la madre de Julián, diciéndole que el niño está bien. Sin embargo, acabamos de enterarnos cómo lo ha matado el dueño de la estancia en que trabajaba. Le ha disparado “queriendo asustarlo” y lo ha terminado matando. La madre queda aún esperanzada de que su hijo volverá con ella el mes próximo.
El nieto desconoce lo que le espera a los 30 años (ironía dramática)
En el relato sin nombre que comienza con la frase “El abuelo quedó paralizado…”, el abuelo le llama “estúpido” a su nieto cuando este le dice que quiere dejar de tener 20 años y ya pasar a tener 30. El nieto creía que crecer más y ser un adulto le depararía cosas muy buenas. Sin embargo, ignora que esto no es así.
Si bien el relato no especifica qué es exactamente lo que descubre a los 30, podríamos pensar, siguiendo la lógica del libro en general, que el nieto se da cuenta de que acaba de dejar pasar los mejores años de su vida y que ahora debe responsabilizarse de mucho en un mundo muy injusto.