Viaje al centro de la Tierra Preguntas de Ensayo

¿Qué papel desempeña Hans en Viaje al centro de la Tierra?

Por un lado, es evidente que Hans no es tan importante para la trama como lo son Lidenbrock y Axel. Solo está involucrado en esta aventura porque ha sido contratado por Lidenbrock y porque es muy leal a su empleador. No es responsable del plan de acción general, no critica ni se opone y, sin dudas, no tiene la capacidad intelectual ni la base de conocimientos científicos necesarios para comprender los cálculos y descubrimientos que realizan tío y sobrino.

Sin embargo, sin Hans, Lidenbrock y Axel estarían perdidos. Sus conocimientos prácticos, su temple y su estoicismo, su instinto y su incansable compromiso con el viaje permiten a los demás llegar hasta donde llegaron en su camino hacia el centro de la Tierra. Sus características son imprescindibles en un viaje que enfrenta al Hombre con la Naturaleza, ya que la confianza a veces impetuosa de Lidenbrock y el temor de Axel no ayudan mucho cuando el agua escasea, las tormentas son feroces o las pendientes son traicioneras.

¿Importa que los viajeros no hayan llegado al centro de la Tierra?

Una de las grandes ironías de la novela es que Lidenbrock, Axel y Hans no llegan al centro de la Tierra. Hacen un gran esfuerzo físico, emocional y mental para lograr este objetivo, pero, al final, la decisión de volar el obstáculo que se interpone en su camino los envía de vuelta a la superficie, sin haber alcanzado el punto que Saknussemm supuestamente alcanzó.

En un sentido, esto hace de la misión un fracaso, porque los viajeros no completaron su búsqueda. En otro sentido, sin embargo, haber llegado hasta donde llegaron, y haber visto lo que vieron, hace de la aventura una experiencia inigualable. Los descubrimientos que Axel y Lidenbrock realizan en el camino son realmente revolucionarios. Su excursión ha cambiado la ciencia para siempre, y esto es un éxito. En la lógica de la novela, hacer el viaje es tanto o más importante que llegar a destino.

¿Cuál es la visión del mundo y de la ciencia de Verne, tal como se manifiesta en la novela?

Es fácil leer Viaje al centro de la Tierra como una celebración de la ciencia, la exploración y el descubrimiento. Al fin y al cabo, después del viaje Lidenbrock se ve recompensado con la fama y el reconocimiento de sus pares y con la satisfacción de haber estado en un lugar extraordinario.

Sin embargo, es posible pensar en otro enfoque a la visión de la ciencia que presenta la novela de Verne. En ella, los protagonistas se topan con un dilema tras otro y, como es sabido, no alcanzan el objetivo de su viaje, lo que puede indicar que la ciencia avanza por caminos inesperados, como el error o la casualidad. Además, al hacer que los exploradores nunca lleguen al centro de la Tierra, Verne podría estar señalando que hay algunos aspectos del mundo que ni siquiera la ciencia puede “alcanzar” y explicar.

¿Qué aporta Axel como narrador a la novela?

Es interesante que Verne haya elegido a Axel como narrador en primera persona de la novela. Este enfoque cumple varios objetivos. En primer lugar, alivia cualquier temor real por parte del lector de que los viajeros (o al menos Axel) no regresen de su aventura. Hasta cierto punto, atenúa el impacto que tienen las preocupaciones de Axel y sus temores sobre una muerte inminente. Este hecho puede permitir que el lector se centre menos en si los viajeros sobrevivirán o no, y más en las cosas asombrosas que descubren en las entrañas de la Tierra. En segundo lugar, esta narración hace que la trama sea más compleja y que su veracidad sea producto de las complicadas percepciones de Axel. No sabemos con qué distancia de los acontecimientos está narrando, o si la oscuridad de las cavernas le permite escribir en tiempo real. Desconocemos si algo ha sido modificado o si hubo un intermedio entre los relatos del viaje y del final. Este tipo de elusión narrativa hace que la obra de Verne sea sorprendentemente moderna.

¿Cómo se manifiesta la lucha entre la Humanidad y la Naturaleza en Viaje al centro de la Tierra?

El hecho de que Lidenbrock se proponga llegar a un lugar de la Tierra al que nadie, excepto Saknussemm, ha llegado, plantea un desafío importante a los poderes de la Naturaleza. En su ruta, los viajeros pondrán a prueba leyes naturales como la temperatura o la presión subterránea, y se verán obligados a subsistir en un ambiente hostil, porque no tiene el sustento necesario para la vida humana. Pero la Naturaleza redobla la apuesta con peligros que los viajeros no preveían en absoluto, como la aparición de monstruos prehistóricos o de una tormenta eléctrica descomunal. Lidenbrock responde a estos peligros actuando con temeridad, jurando que nada le impedirá llevar a cabo la misión de su viaje. Pero esto no sucederá, porque el intento de luchar contra la Naturaleza haciendo explotar una roca conducirá a los viajeros hacia el final abrupto (y en extremo peligroso) de su expedición, por medio de la erupción de un volcán. En el final de la novela, entonces, puede decirse que es la Naturaleza la que gana la batalla contra la Humanidad.