Resumen
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La voz de una mujer le narra el día de la muerte de su madre, y su entierro, a otra mujer llamada Justina, que es la mucama o criada de su casa. Recuerda aquel día, el velorio al que no fue nadie, el entierro y la despedida a la madre.
42
Juan Preciado escucha la voz de la mujer hablando de la muerte de su madre. Dorotea le cuenta que se trata de Susana San Juan, la última esposa de Pedro Páramo. Está enterrada cerca de ellos, en una sepultura grande y se dice que está, o estaba, loca. Dorotea recuerda que Susana nació en el pueblo y luego se fue. Su madre siempre estuvo muy enferma y murió de tisis. Luego escuchan la voz de un hombre al que Pedro Páramo hirió en una boda, como venganza por el asesinato de su padre.
Finalmente, Dorotea cuenta que Pedro Páramo quiso mucho a Susana, tanto que después de su muerte cambió totalmente. Perdió todo interés y la hacienda quedó en ruinas. Las personas comenzaron a irse del pueblo porque no había trabajo. Luego, cuando le faltaba poco para morir, comenzaron las guerras de los cristeros y eso terminó con la prosperidad del pueblo.
43
Fulgor Sedano le informa a Pedro Páramo que Bartolomé San Juan está de vuelta en el pueblo, pero no sabe por qué. Le informa que vino con una mujer. Pedro Páramo le dice que él se encargará de investigar y lo manda a descansar.
44
Pedro reflexiona sobre la vuelta de Susana San Juan, a quien esperó por 30 años. Durante ese tiempo, intentó convencer a su padre para que volviera, ofreciéndole trabajo y dinero, pero él nunca contestó sus cartas. Finalmente, se enteró de que Bartolomé y su hija estaban viviendo en una casa precaria cerca de unas minas abandonadas. Luego empezaron las revueltas, que probablemente convencieron a Bartolomé de volver a Comala, para preservar la seguridad de su hija.
45
Bartolomé habla con su hija Susana sobre la vuelta a Comala. Le cuenta que Pedro Páramo le ha pedido que vuelva y le ha ofrecido su casa a cambio de la mano de su hija. Bartolomé trata de disuadirla, porque sabe que Páramo es la pura maldad, pero no lo logra. Susana acepta casarse con él, a sabiendas de que ya está casado y ha tenido muchas mujeres. Ella tiene momentos de confusión, en los que pregunta quién es, y momentos de lucidez, en los que es plenamente consciente de que está loca.
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Pedro elabora un plan para quedarse con Susana y alejarla de la influencia de su padre. Lo manda a este a trabajar a las minas de La Andrómeda, y le ordena a Fulgor que se deshaga de él de alguna manera, haciéndolo parecer un accidente laboral.
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Los indios bajan al pueblo, desde Apango, para vender sus productos. Justina va al pueblo, pasa por la iglesia y compra un ramito de romero en uno de los puestos. Luego vuelve hacia la Media Luna, entra a la habitación de Susana y pone el romero sobre la repisa. Escucha una voz que le dice que se vaya, que ya no la necesitan. Justina responde que Susana sí la necesita y le pregunta a la voz si es don Bartolomé. Antes de recibir respuesta, da un alarido que despierta a Susana.
Ellas discuten sobre un gato y Justina amenaza con irse a trabajar a otra parte. Luego se arrepiente, y le dice a Susana que la cuidará siempre.
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Susana se despierta a medianoche y se levanta de la cama. Siente una presencia y le pregunta si es Bartolomé. Luego escucha rechinar la puerta, como si alguien entrara o saliera. Se vuelve a dormir y, al día siguiente, Justina le cuenta que su padre ha muerto. Susana sonríe porque sabe que su padre ha ido a despedirse de ella la noche anterior.
49
Susana recuerda una anécdota de cuando era niña. Su padre la bajó con una cuerda a un pozo de petróleo para buscar algo. Ella encuentra el cadáver de una persona. Le va entregando hueso por hueso a su padre, quien le pide que busque algo más cerca del cuerpo; dinero o ruedas de oro. En ese momento, se larga a reír. Justina sigue llorando sentada al lado suyo.
50
Susana vuelve a sentir que se le aparece su padre en sueños, o escucha la voz de su padre. No entiende para qué se le sigue apareciendo. El padre Rentería viene a consolarla, pero ella le dice que no lo necesita y lo echa.
Análisis
El personaje principal de esta sección es Susana San Juan. Si bien en los fragmentos anteriores ya había aparecido mencionada por otros personajes (principalmente por Pedro Páramo), en esta sección se profundiza en su historia, su pasado y su familia. La estructura fragmentaria permite una pluralidad de voces y relatos sobre el personaje y su historia, que se relata desde la perspectiva de Dorotea, Pedro, Fulgor, Justina y ella misma, tal como ocurrió anteriormente con la construcción del personaje de Miguel Páramo.
Los fragmentos van ordenando los diferentes relatos sin seguir un orden cronológico, sino de acuerdo a una lógica en la que un detalle narrado por un personaje en un fragmento es ampliado y explicado en el siguiente, quizás por el mismo personaje, quizás por otro. Un ejemplo claro de esto se puede ver en los fragmentos 42 y 43. En el primero, Dorotea resume brevemente quién es Susana y, en el fragmento siguiente, la narración se desplaza al pasado, al momento en el que Fulgor da la noticia de la vuelta de los San Juan a Comala. A partir de ahí, se van narrando algunos eventos significativos de la vida de Susana a los que Dorotea refirió brevemente antes, en tono de rumor o de modo más general; como aquello que se sabía y se decía en el pueblo sobre ella.
En este sentido, es interesante contrastar la historia conocida y repetida sobre el amor de Páramo por Susana (“Él la quería”, dice Dorotea) con las acciones reales de Páramo. En el fragmento 46 vemos que la muerte de Bartolomé San Juan fue ordenada por Pedro Páramo y hecha pasar por un accidente. Luego, ella queda recluida, acompañada solamente por una criada que la cuida. Por lo tanto, estas acciones dejan ver que lo que Pedro considera amor es más que nada un sentimiento egoísta de poseer a Susana, aislándola de la poca familia que le queda y del mundo exterior.
El amor de Pedro por Susana San Juan también refleja la noción de un pasado idealizado, en contraste con un presente donde aquella gloria y felicidad están perdidas, en el que las cosas, las relaciones, las personas y los lugares se degradan y van en continua decadencia. El recuerdo continuo de la infancia feliz de Pedro y Susana, narrado en fragmentos anteriores, expresa el tono nostálgico y desesperanzado de la novela.
Por otro lado, desde el punto de vista de la religión, esta infancia feliz y su recuerdo representan la inocencia y el Paraíso perdido. Por más que Pedro quiera volver al pasado, ya nunca será igual. Tal como cuenta Dorotea: “Ya se la entregaron sufrida y quizá loca” (p. 85). Pedro Páramo hace lo imposible para volver el tiempo atrás; trae a Susana de vuelta a Comala, elimina a su padre y se casa con ella. Sin embargo, Susana está loca, atormentada por su vida familiar pasada y por la muerte de su ex-marido.