Genero
Novela realista neoindigenista
Configuración y Contexto
Perú, circa 1920.
Narrador y Punto de Vista
Narrador en primera persona; protagonista.
Tono y Estado de Ánimo
El tono de la novela es nostálgico, cercano al registro de las memorias. Mezcla una inocencia infantil propia de la infancia del narrador con reflexiones adultas propias de la distancia del momento de escritura con respecto al de las vivencias relatadas. Por momentos, este tono íntimo es interrumpido por pasajes de claro registro antropológico, ante todo en el desarrollo de conceptos, figuras y palabras propias de la cultura andina.
Protagonista y Antagonista
Ernesto es el narrador y protagonista de la novela. Entre sus antagonistas encontramos a Lleras, su compañero más violento, en primer lugar. También, en segundo orden, aparece Valle, su compañero más arrogante, que defenestra la cultura andina; el Padre Linares, y otros compañeros abusivos del Colegio.
Conflicto Principal
Ernesto, un niño de identidad andina acostumbrado a viajar con su padre, se encuentra por primera vez solo. Interno en un Colegio, aprenderá mucho sobre las contradicciones del mundo que habita, así como sobre la violencia social y racial que rige ese universo, su vínculo con la naturaleza y el contraste entre sus creencias y la cultura cristiana que se le impone.
Climax
El tifus llega al Colegio y Ernesto, encerrado por el Padre Linares en una habitación para aislarlo de la peste, espera poder salir para finalmente abandonar Abancay.
Presagio
Al despedirse de su padre, Ernesto siente que ahora va a recibir "la corriente poderosa y triste que golpea a los niños, cuando deben enfrentarse solos a un mundo de monstruos y de fuego" (p.55). De algún modo se nos advierte que la vida Ernesto va a transformarse radicalmente y que le esperan importantes desafíos.
Atenuación
N/A
Alusiones
El Padre Director habla del “desquite” con los chilenos. Así hace referencia a que, en 1879, había estallado una guerra territorial entre Chile y los aliados Bolivia y Perú. Los tratados de arbitraje luego del conflicto repartieron las tierras de un modo que favorecía a los chilenos. En los años 20, cuando transcurre 'Los ríos profundos', los tratados de paz intentan estabilizar definitivamente la situación. Por "desquite" el Padre Linares se refiere a la reconquista de los territorios perdidos en esta guerra.
Imágenes
Ver la sección "Imágenes" de esta guía.
Paradoja
En la novela, Ernesto desarrolla un fuerte sentido de pertenencia a la cultura andina y al mundo natural. A su vez, su mayor anhelo es continuar viajando como lo ha hecho hasta ahora. El sentimiento de pertenencia al mundo que lo rodea aumenta, paradójicamente, cuanto más errante es su vida.
Paralelismo
N/A
Metonimia y Sinecdoque
El "zumbayllu", trompo mágico, encarna la figura del danzak', bailarín de tijeras andino. El danzak' que Ernesto recuerda es el tankayllu, un bailarín que se disfraza como el tábano homónimo que inspira su danza. Cuando el zumbayllu "baila", Ernesto dice que lo hace como un enjambre de tankayllus fijos; hay una continuidad semántica entre el trompo y el tábano, lo que constituye una metonimia.
Personificación
El río es el elemento personificado por excelencia en esta novela. El río "elige" el bando de Felipa en el motín; arrastra a Lleras, castigándolo; gime en la oscuridad cuando Ernesto emprende su huida de Abancay. El río, además, tiene voz, canta, viaja, baila. Cautiva a los niños y les infunde presentimientos de mundos desconocidos.