Las bacantes

Las bacantes El teatro griego y las Dionisias

Según los especialistas, el teatro griego parece tener sus raíces en distintas celebraciones religiosas que incorporaban el canto y la danza. Hacia el siglo VI a. C., los atenienses empiezan a celebrar las Dionisias, festival urbano con coros danzantes que compiten por premios. En determinado momento, un poeta cuyo nombre hoy desconocemos innova en este celebración con la idea de que el coro interactúe con un actor. Más tarde, Esquilo pone en el escenario a dos actores, cada uno de los cuales interpreta un papel diferente a lo largo de la pieza, y esto hace posible el drama escénico tal como lo conocemos hoy en día: con dos actores y un coro se vuelve posible la escenificación de conflictos y tramas complejas. Los dramaturgos de entonces también componen la música, dirigen los bailes y a los actores. Atenas es la única ciudad-estado griega donde evoluciona esta forma de arte.

Después de derrotar a los persas en una campaña decisiva (480-479 a. C.), Atenas emerge como la superpotencia de las ciudades-estado griegas. En este período, las Dionisias se convierten en un evento espectacular. Los festivales duran de cuatro a cinco días, y la ciudad se aboca a estas celebraciones de diversas maneras: los presos son liberados bajo fianza y la mayoría de las actividades públicas se suspenden; aproximadamente, diez mil ciudadanos varones libres, junto con sus esclavos, ven obras en un enorme teatro al aire libre con capacidad para unos diecisiete mil espectadores. En cada uno de los días que dura el festival, los atenienses disfrutan de tres tragedias y una obra satírica (una comedia ligera sobre un tema mítico) escrita por uno de los tres trágicos preseleccionados, así como una comedia de un dramaturgo cómico. Al final del festival, los jueces otorgan un primer, segundo y tercer premio a las tragedias elegidas.

Para los lectores modernos, el coro puede ser el elemento más extraño de una obra clásica griega. El coro cumple varias funciones en tanto expone poéticamente algunas partes de la trama y los temas de la obra, a la vez que representa a un grupo de personajes. En el caso de Las bacantes, el coro está constituido justamente por las bacantes, devotas adoradoras de Dioniso que siguen al dios desde Asia. En esta obra, el coro brinda atmósfera y resulta impactante para el espectador, pero, tal como señala la crítica, no resulta esencial para la estructura y la trama de la obra en cuestión. De hecho, Eurípides ha sido muy criticado en su momento por incluir en sus obras coros superfluos para la acción.

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