Ricardo y Guillermo admiten ante el Rey Claudio que no han podido detectar la causa de la locura de Hamlet. Ellos extienden la invitación hecha por Hamlet a Claudio y Gertrudis para la actuación de esa noche. La pareja real se siente aliviada de ver a Hamlet ocupado con un feliz pasatiempo.
Polonio intenta demostrar que un deseo insatisfecho por Ofelia es la causa de la locura del Príncipe Hamlet. El coloca a su hija en el camino de Hamlet y se esconde con el rey Claudio a espiar su encuentro arreglado.
Hamlet entra, ponderando pensamientos suicidas por problemas en la vida e incertidumbres sobre la muerte.
"'Ser o no ser, todo el problema es ese:
Si es más noble al espíritu, sufrir
golpes y dardos de la infame fortuna,
o tomar las armas contra un mar de calamidades,
y oponiéndose, acabar con ellas. Morir: dormir;
no más; y decir que con un sueño acabamos
con los padecimientos y los mil golpes naturales
de los que la carne es heredera, es una consumación
digna de ser deseada. Morir; dormir;
dormir, quizás soñar. Ay ¡Qué difícil!,
pues en el sueño de la muerte ¿qué sueños sobrevendrán
cuando despojados de ataduras mortales
encontremos la paz?'". Acto 3, Escena 1, líneas 58-70
Sorprendido por la inesperada vista de Ofelia, Hamlet se lanza en una brutal condena del matrimonio. Denunciando a las mujeres infieles y a los tontos maridos, Hamlet locamente le aconseja a Ofelia convertirse en una monja célibe, gritando, ""Vete a un convento. ¿Por qué te has de exponer a ser madre de hijos pecadores?'" Acto 3, Escena 1, líneas 122-123
Ofelia se lamenta de que su querido Príncipe Hamlet se haya transformado en un bruto enloquecido. El Rey Claudio sospecha que alguna angustia arraigada sea la causa del comportamiento alocado de Hamlet, y no su amor no correspondido por Ofelia. Usando la excusa de que deben cobrarse algunos tributos atrasados, Claudio decide enviar al enloquecido Príncipe en un reparador viaje a Inglaterra por mar. Polonio persiste en creer que el rechazo de Ofelia ha causado la enfermedad del Príncipe. El sugiere al Rey Claudio que la Reina Gertrudis hable con su hijo sobre el asunto en privado.
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