Curioso acerca de la conducta de su hijo y su carácter, Polonio encarga a su criado, Reynaldo, espiar a Laertes. En París, Reynaldo indirectamente preguntará a los franceses en relación con el comportamiento de Laertes. Ofelia acude presurosa al lado de su padre, asustado por el lujurioso y enloquecido comportamiento de Hamlet. Ella le comunica que Hamlet, con la ropa desceñida, irrumpió en su habitación y la agarró por la muñeca. Polonio piensa que Hamlet ha enloquecido producto de la lujuria y un amor no correspondido. Decidiendo comunicar el mal de Hamlet por una pasión amorosa, Polonio lleva a Ofelia a ver al Rey Claudio.
Seguimiento del Tema: Espionaje 2