Ruido de un auto al cerrarse (imagen auditiva y visual)
"El golpe de la portezuela de un auto al cerrarse sobresalta a Dedé. Cuando se tranquiliza se da cuenta de que ha dado un tijeretazo a su orquídea mariposa. Recoge la flor caída y recorta el tallo, dando un respingo. [...] En realidad esa mujer no debería cerrar el auto de un portazo, y no alterar los nervios de alguien que está envejeciendo. Y no solo yo, piensa Dedé. Cualquier dominicano de cierta generación hubiera dado un salto al oír ese ruido, como de un disparo".
En el comienzo del primer capítulo, encontramos a una de las protagonistas de la novela, Dedé, quien ya entrada en edad se encuentra arreglando el jardín de su casa. Está esperando a una mujer norteamericana que irá a entrevistarla.
Esta imagen auditiva es muy curiosa y nos presenta, de alguna manera, cierto aspecto fundamental de la historia de esta novela: la violencia política que se ha sufrido en República Dominicana. El sonido de la puerta del auto al cerrarse le hace recordar a Dedé el sonido de un disparo y aclara que "cualquier dominicano de cierta generación" hubiera tenido la misma impresión, queriendo significar que en su juventud ha vivido tiempos de permanente violencia durante el régimen del dictador Trujillo.
Descripción de Sinita (imagen visual)
"La primera vez que vi a Sinita estaba sentada en la sala en la que Sor Asunción saludaba a todas las nuevas alumnas y a sus madres. Estaba sola, una niña pequeña de aspecto agrio y codos huesudos. Vestía de negro, lo que era extraño, pues a ninguna niña le ponían luto antes de los 15 años, por lo menos. Y esa niñita no parecía mayor que yo, que tenía doce años".
En el capítulo dos, la novela adopta el punto de vista de Minerva, una de las cuatro hermanas Mirabal. Aproximadamente, se trata del año 1938, cuando Minerva comienza a asistir al colegio de la Inmaculada Concepción. Allí conoce a Sinita, una niña que tendría aproximadamente su edad y de la cual luego se hará amiga. En esta imagen visual describe cómo se encuentra vestida y el aspecto llamativo que tiene en esa ocasión.
Secuestro y persecución (imagen visual y auditiva)
"Pero al llegar al sendero, después de subir a la aterrorizada Mate a la camioneta, dio una señal y el conductor apretó el acelerador, dejando a mamá sola en el sendero. Los gritos provenientes de la camioneta eran insoportables de oír. Dedé y Jaimito fueron tras la camioneta en la pickup que se ladeaba de un lado a otro por la velocidad y las curvas, y por tener que sortear el tráfico más lento. Por lo general, Dedé reconvenía a Jaimito por su manera imprudente de conducir, pero ahora no hacía más que apretar un acelerador invisible. Aun así, no lograron dar alcance a la camioneta".
En el capítulo nueve, observamos la escena en que una camioneta de la policía secuestra y se lleva a María Teresa, la menor de las cuatro hermanas. Dedé y Jaimito le persiguen, buscando darle alcance, pero no lo consiguen. Dedé sabe que debe hacer la denuncia, pues las personas que eran llevadas y no denunciadas, siempre desaparecían. Esta escena pone en escena el terror instalado por el dictador Trujillo en el país.
Dedé contempla la antigua casa (imagen visual)
"Me detengo en las profundidades oscuras del jardín, como si me hubieran sorprendido haciendo algo malo. Me vuelvo. Veo la casa como la vi un par de veces cuando niña: el techo con su promontorio de cuento de hadas, la galería que la rodea por tres lados, las ventanas iluminadas, brillantes de palpitante vida: un lugar de abundancia, un lugar mágico de memoria y deseo. Y rápidamente me dirijo hacia allá, como luciérnaga atraída por la maravillosa luz".
En el último capítulo de la novela, Dedé, la única sobreviviente de las cuatro hermanas, se encuentra en el jardín de su antigua casa. Allí está Minou, la hija de Minerva, que le llama para que la cuide. Es de noche y Dedé, por un momento, recuerda tiempos pasados y ve la casa como si ella misma fuera una niña.