Resumen
Esa noche Nick no puede dormir. A la madrugada escucha un taxi llegando a la casa de Gatsby, así que sale de su bungalow. Cruza el césped y encuentra a Gatsby desanimado. Le cuenta que no ha pasado nada: Daisy no ha salido a buscarlo.
Van a la mansión de Gatsby. Nick siente que, esa noche, es más grande que nunca. Recorren las habitaciones buscando cigarrillos. Hay polvo en todos lados y huele a humedad. Nick le sugiere a Gatsby que se vaya de West Egg, porque van a localizar su auto y culparlo por el homicidio de Myrtle. Gatsby no puede irse: no quiere dejar a Daisy. Entonces le cuenta su historia con Dan Cody y Nick aclara que aquella noche en el hotel, “Jay Gatsby se había quebrado como un cristal contra la dura malicia de Tom y la larga representación fantástica secreta se había terminado” (2011:189).
Gatsby también le cuenta sobre la primera vez que vió a Daisy, en 1917. Lo sedujo su belleza, su riqueza y su juventud. Gatsby era un “joven sin un céntimo y sin pasado” (2011:190) que le hizo creer a Daisy que era un hombre de un estrato social similar al suyo, pensando que lo dejaría si supiera de su origen humilde. Antes de irse a la guerra, Daisy le prometió que lo esperaría. Gatsby sobrevivió, pero luego viajó a Oxford. Daisy le escribió con “desesperación nerviosa” (2011:192) porque necesitaba tomar una decisión respecto de su futuro. Al año siguiente conoció a Tom Buchanan y se casó.
Gatsby le dice a Nick, desafiante, que no cree que Daisy haya amado nunca a Tom. Tom, dice, la asustó ese día en el Plaza y por eso Daisy volvió con él. Gatsby le cuenta que, cuando llegó de Europa, después de la guerra, visitó la casa de Daisy, que “estaba impregnada de belleza melancólica” (2011:194).
El jardinero les avisa que va a vaciar la piscina pero Gatsby le dice que todavía no. El verano se está terminando. Nick tiene que ir a trabajar pero no quiere dejar solo a Gatsby. Cuando se va a tomar el tren a Nueva York, le grita: “son gente podrida (...) tú vales más que todos ellos juntos” (2011:196). Gatsby le responde con una sonrisa brillante.
Luego, el narrador se remonta al valle de cenizas y a lo que acontece la noche de la muerte de Myrtle. Después de que Nick, Jordan y Tom salieran del garage, Wilson le contó a Michaelis que había discutido con Myrtle sobre su affaire. Michaelis se quedó solo con Wilson hasta la madrugada y Wilson le contó que le había dicho a Myrtle que no podía engañar a Dios señalando los ojos del doctor Eckleburg. Luego dijo que sabía cómo averiguar de quién era el auto amarillo que la había atropellado. Wilson pensó que el amante de Myrtle la había matado: “fue el hombre de ese coche. Ella salió corriendo para hablarle y él no paró” (2011:202).
Wilson va a la mansión de Gatsby y lo encuentra flotando en la pileta, contemplando el cielo. Gatsby se siente vacío y perdido. Wilson le dispara y luego se suicida. El chofer de Gatsby escucha los disparos. Nick vuelve a la mansión y encuentra su cuerpo flotando en la piscina. El jardinero luego descubre, en el jardín, el cuerpo de Wilson.
Análisis
Las últimas palabras que Nick le dice a Gatsby dan cuenta del cariño que le tiene: “son gente podrida (...) tú vales más que todos ellos juntos” (2011:196). Aunque hay cierta ambivalencia en sus sentimientos hacia Gatsby por su pasado criminal, Nick valora en su amigo el modo en el que transforma sus sueños en realidad, es decir, su cualidad romántica, que lo lleva a no abandonar sus sueños. Gatsby es excepcional en una época caracterizada por la decadencia y el cinismo: el amor que siente por Daisy y la voluntad de arriesgar su vida por ella parecen ser el único impulso puro en un mundo corrupto y materialista.
A la vez, esa cita da cuenta de un aprendizaje que Nick tiene durante ese verano. Refuta, luego de conocer en profundidad al matrimonio Buchanan, una idea común, compartida por Gatsby, de que los ricos, solo por serlo, son buenas personas. Gatsby añora un tipo de vida que viene con una gran riqueza y que para él supone una existencia fabulosa y llena de bondad. Nick contradice esta idea al conocer en profundidad a Tom y a Daisy.
Además, el personaje fantaseado de Gatsby se quiebra cuando Tom lo aleja de Daisy, o sea, cuando ella se entera de los orígenes humildes de su amante y elige continuar su matrimonio aristocrático sin amor. En sintonía con la ruptura de esta ilusión, Nick entra a la mansión de Gatsby y la encuentra oscura y llena de polvo. Un espacio que solía brillar, reflejar la luz del sol y cobijar cientos de invitados se encuentra ahora vacía, sucia y decadente: “había una inexplicable cantidad de polvo en todas partes, y las habitaciones olían a humedad” (2011:188).
Esa mañana, Gatsby le cuenta a Nick su verdadero pasado; su vinculación con Dan Cody y la fabricación del personaje de Jay Gatsby. Esta historia ya ha sido contada, a medias, en el capítulo VII. La vida de Dan Cody funciona como una historia de-harapos-a-riquezas. Este es un género best seller en la época de publicación de El gran Gatsby, y aparece luego de la guerra civil norteamericana en el siglo XIX, cuando surgen las riquezas de grandes magnates monopolistas como Rockfeller, Morgan, etc. El mayor exponente de este género es el escritor Horario Alger. Según Lehan, El gran Gatsby puede considerarse el punto final de esta tradición de novelas que relatan el pasaje de la pobreza a la riqueza (1970). Según esta perspectiva, la novela de Fitzgerald constituye el final trágico, absurdo y corrupto de la historia mítica del género. De alguna manera, esta novela es una versión invertida del género, ya que Gatsby lucha desde sus orígenes humildes para hacer mucho dinero y comprar una mansión, pero esta está en West Egg y no en East Egg, y su dinero viene del contrabando, del alcohol ilegal y del juego. Lehan considera que la novela es el producto final del sueño americano: la imagen grotesca de lo que los Estados Unidos podía ofrecer a un joven ambicioso (1970).
Significativamente, Gatsby no renuncia a su sueño: permanece en su mansión a la espera de Daisy. Incluso cuando ella ha elegido a Tom, él insiste en la posibilidad de que lo busque. De alguna manera, su muerte parece inevitable, en tanto un soñador no puede vivir sin sus sueños, y el suyo ha comenzado a resquebrajarse. Ademas, es significativo que Gatsby no muera por motivos vinculados a sus negocios ilegales sino a su relación romántica con Daisy. Cuando el sueño romántico con Daisy se rompe, Gatsby no tiene razones por las que vivir.
Gatsby es asesinado el primer día del otoño. Le comenta ese día a Nick que no ha usado la pileta en todo el verano y por eso decide meterse, en un gesto esperable de un personaje que se rebela frente al paso del tiempo. El verano significaba su oportunidad de recuperar a Daisy y el fin de esta estación, el final de su historia de amor.
Finalmente, se puede establecer un paralelismo entre Wilson y Gatsby. Ambos personajes comparten algún tipo de ensoñación visionaria: Gatsby con la luz verde y Wilson con los ojos del Dr. Eckleburg. Ambos hombres "encantan" de alguna manera estos objetos con significados profundos. Wilson mira los ojos del cartel publicitario y se siente controlado; Gatsby mira la luz verde y encuentra, en el futuro, su identidad ideal y su camino hacia Daisy. A la vez, son dañados por las mujeres que aman -Daisy y Myrtle-, y ambas están involucradas con Tom Buchanan. Sin embargo, Gatsby es presentado como un soñador un poco más exitoso -al menos en lo económico-, mientras que Wilson ejemplifica al soñador derrotado.