Resumen
Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 1
Paul y Jessica siguen esperando que regrese Idaho. Mientas, hay una tormenta de arena afuera de la destiltienda y han quedado enterrados. Es la primera vez que experimentan verdaderamente la hostilidad del planeta. Paul toma un trago de agua de su destiltraje: “dio un trago tibio y pensó que era justo en ese momento cuando comenzaba de verdad su vida arrakena, ahora que necesitaba de la humedad de su cuerpo y de su respiración para sobrevivir” (p.305).
Paul decide que es hora de salir de la tienda; ahora no hay duda de que él lidera y Jessica sigue sus órdenes. Desarman la tienda para emprender camino. Jessica piensa: “Ahora solo vivo para mi joven duque y para la hija que llevo dentro” (p.308).
En la superficie, a lo lejos, ven las explosiones y las columnas de humo. De repente, se levanta arena nuevamente, y Paul supone que son los tópteros de los Harkonnen que los vienen a buscar. Cuando deciden huir, una nave planea sobre ellos.
Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 2
Hawat y otros hombres de la Casa Atreides han escapado del ataque. A Hawat le sorprende los recursos que los Harkonnen han utilizado para atacar. Su lealtad a su casa lo lleva a jurar venganza para los responsables, incluida Jessica, de quien todavía desconfía.
Hawat y los otros se encuentran con los Fremen, y Hawat intenta conseguir una alianza entregándoles el cuerpo de Arkie, uno de los Atreides caídos. Cuando empiezan a hablar sobre el combate, Hawat y los Atreides se sorprenden de lo fácil que les resulta a los Fremen combatir con los Sardaukar; incluso han logrado retener a tres de ellos como prisioneros.
Para evitar ser vistos por los Harkonnen, Hawat y los demás se esconden entre las rocas, y uno de los Fremen envía un murciélago con un mensaje para otros Fremen. Con esa coordinación, consiguen capturar un tóptero de los Sardaukar y emplearlo como arma. Matan a más de trescientos soldados. De todas maneras, ellos también son atacados, y Hawat recibe un tiro.
Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 3
La nave que sobrevolaba encima de Paul y Jessica aterriza y de ella salen Duncan Idaho y Kynes. Idaho está muy contento consigo mismo porque activó uno de los escudos, y desde allí se puede ver la explosión subatómica que generó ese escudo cuando entró en contacto con las armas láser de los Harkonnen.
Kynes conduce a todos a una de las Estaciones Ecológicas Experimentales del Imperio. Jessica y Paul se dan cuenta de que Kynes ocupa un lugar de liderazgo entre los Fremen, quienes lo llaman Liet. Kynes todavía no está del todo seguro si debe o no confiar en ellos.
Sin necesidad de que Kynes se lo aclare, Paul sabe cuál es el propósito de esa estación experimental: hacer que Arrakis sea un planeta habitable. Paul comparte con Kynes su plan de denunciar la participación del emperador en el ataque ante Landsraad, aunque la consecuencia de su denuncia sea una guerra galáctica. Le ofrece su absoluta lealtad a Kynes a cambio de la suya. Para este punto, Paul se da cuenta de que Liet es el nombre de Kynes entre los Fremen; definitivamente es uno más entre ellos.
En ese momento, los Sardaukar atacan la estación, e Idaho los retiene para darles tiempo a Paul y Jessica a escapar. Kynes les da instrucciones sobre cómo atravesar la tormenta de arena.
Con el tóptero en el que intentan escapar, Jessica y Paul entran al ojo de la tormenta y la nave parece estar a punto de romperse en pedazos. Madre e hijo recitan la letanía de las Bene Gesserit: "El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allí donde haya pasado el miedo, no habrá nada. Solo estaré yo" (p.343).
Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 4
Iakin Nefud, uno de los hombres del barón, anuncia que Jessica y Paul están muertos. Ante la pregunta del barón de si ha visto sus cuerpos, Nefud contesta que no es posible que hayan sobrevivido la tormenta de arena en la que se internaron. También le informa al barón que tiene a Kynes prisionero. El barón ordena que maten a Kynes y que parezca un accidente. La última buena noticia para el barón es que Hawat también ha sido capturado.
El plan del barón es conseguir que Hawat sea su nuevo mentat. Al mismo tiempo, el barón organiza la vida política en Arrakis y nombra a su sobrino Rabban encargado del planeta. Sabe que su sobrino no es competente, pero quiere ofrecerles algo terrible al pueblo de Arrakis para que luego reciban con alivio a su varadero heredero: Feyd-Rautha.
Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 5
Gracias a las indicaciones de Kynes, las habilidades extraordinarias de Paul, exacerbadas por la especia, y la letanía de las Bene Gesserit, Paul y Jessica se salvan de la destrucción total durante la tormenta de arena. Luego de un aterrizaje abrupto, deben correr hacia las rocas para evitar ser devorados por un gusano de arena que ha venido atraído por el motor del tóptero.
Caminan por el desierto. Paul debe rescatar a Jessica de ser enterrada en una avalancha de arena. En el proceso, Paul pierde la mochila de supervivencia Fremen. Con su ingenio, idea la manera de endurecer la arena con espuma y recuperar así la mochila.
Después de una experiencia tan tensa, Jessica le dice a Paul que deben seguir con las lecciones; todavía hay mucho por aprender: “Puede que conozcas mejor que yo tu mente y tu sistema nervioso bindu, pero aún tienes mucho que aprender de la musculatura prana de tu cuerpo” (p.379).
Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 6
Gurney Halleck también sobrevive al ataque y se encuentra con Staban Tuek, hijo del contrabandista asesinado la noche en que atacan al duque. Halleck quiere cobrar venganza por el ataque a la Casa Atreides, pero Tuek le recomienda que no se apresure; él también quiere vengar la muerte de su padre, pero debe esperar. Halleck le ofrece sus servicios a Staban y les da la opción a sus hombres de quedarse con él sirviendo al contrabandista o irse. Por su parte, Halleck no quiere irse de Arrakis mientras Rabban permanezca ahí: él es el responsable de haber matado a toda su familia, y quien le dejó una cicatriz en la cara.
Halleck, conocido como el guerrero-trovador, le canta una canción acompañada de un baliset (instrumento de cuerdas) a uno de sus hombres, que agoniza.
Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 7
Paul y Jessica se despiertan en la destiltienda y la desarman para continuar su camino. Paul organiza todo para que el cruce sea seguro: planta un martilleador para atraer al gusano y le enseña a su madre la manera de caminar de los Fremen. Para evitar que los pasos rítmicos alerten a los gusanos, los Fremen caminan con pasos irregulares y combinan pasos con deslizamientos de manera aleatoria.
Todo va bien hasta que pisan un tambor de arena que emite sonidos regulares y atrae a los gusanos. Jessica y Paul corren hasta llegar a otra zona rocosa y, desde allí, ven a un gusano que se eleva por encima de la arena y muestra su boca repleta de dientes de cristal. Paul está eufórico porque siente que ha cruzado un nuevo umbral: no puede ver el futuro, pero todos sus sentidos están agudizados. Escuchan otro martilleador que llama a los gusanos.
Llegan a un lugar menos desértico, con plantas. Allí escuchan unas voces y se dan cuenta de que están rodeados por Fremen. A Paul le sobreviene una sensación de impotencia, porque no puede ver el futuro.
Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 8
Por orden del barón, Kynes ha sido abandonado en el desierto. El objetivo es deshacerse de él y que parezca un accidente. No tiene su destiltraje, y las probabilidades de supervivencia son mínimas. En el aire puede percibir el olor a preespecia, lo que quiere decir que en cualquier momento los gases acumulados en esa sustancia pueden explotar y acabar con él. En el delirio que experimenta en esa situación extrema, Kynes escucha la voz de su padre, quien lo alecciona sobre la naturaleza en Arrakis y los planes para hacer de ese planeta un lugar más habitable. El padre de Kynes no está de acuerdo con que el pueblo Fremen necesita un mesías o héroe, pero Kynes piensa que es el camino más corto para mejorar la vida del pueblo. Mientras agoniza y las aves carroñeras lo rondan, piensa: “los principios fundamentales del universo eran los errores y las casualidades. Hasta los halcones lo sabían” (p.414).
Análisis
En el camino del héroe, Paul se encuentra en un momento definitorio: debe cruzar el umbral que lo llevará a un mundo nuevo. En la primera noche en el desierto, Paul toma de su destiltraje y siente que recién en ese momento empieza su vida arrakena; lo asume casi como un bautismo. Estrictamente, el cruce del umbral va a tomar varios capítulos, culminando precisamente en el que sigue a esta sección, cuando Paul se encuentra con el custodio del umbral: Stilgar.
Para este momento de su historia, la jerarquía entre Jessica y Paul se ha dado vuelta del todo y es él quien lidera el camino. De todas maneras, Jessica reconoce que su hijo todavía tiene algo para aprender de ella, sobre todo en lo que respecta al control sobre el cuerpo.
Uno de los temas que todavía no hemos desarrollado extensamente, pero que ocupa toda la novela, es la influencia de la religión en el universo que crea Herbert. Por el momento, hemos visto que la humanidad atravesó un momento de crisis que hizo que se volcara nuevamente a desarrollar las capacidades propiamente humanas, dejando de lado la tecnología. En el afán de desarrollar la mente, las personas del universo de Dune retoman prácticas místicas y ascéticas.
En varios momentos durante estos capítulos, Paul debe recurrir a prácticas asociadas con el budismo o con el ascetismo para superar las pruebas que enfrenta. Por ejemplo, cuando debe hacerse cargo de sobrevivir junto con su madre en el desierto mientras esperan a Idaho, Paul no puede detenerse en el duelo por su padre, sino que debe desapegarse de las emociones asociadas a esa pérdida para tomar decisiones racionales. En el budismo, el ascetismo está asociado a las prácticas de meditación que conducen al individuo a reconocer el sufrimiento y luego liberarse de él para alcanzar un estado de nirvana. Las prácticas de respiración que Paul realiza en esta sección, así como al principio de la novela, coinciden con esta doctrina espiritual.
Incluso las palabras que utiliza Herbert remiten al budismo, al judaísmo, al islam y al catolicismo. Desde el principio aparece el nombre Kwisatz Haderach, que se parece mucho a “kefitzat hederach”, del hebreo, que quiere decir "el que acorta el camino". En el capítulo en que Kynes alucina con la voz de su padre, se habla de Paul como "el camino más corto". En el caso de la doctrina espiritual budista, Jessica se refiere al prana y bindu. Ambas palabras tienen un significado en sánscrito que, por supuesto, no coincide con el que inventa Herbert, pero mantienen un claro vínculo. Por ejemplo, en sánscrito, "prana" se refiere a energía vital o aire inspirado, y en Dune es la musculatura. Sin embargo, es a través de la práctica de la respiración que los personajes pueden controlar su musculatura, e incluso puede llegar a autoinducirse un estado catatónico (bindu).
Otra práctica religiosa que puede vincularse a todas las religiones que hemos mencionado es la recitación de letanías. Cuando Jessica y Paul tienen miedo, recurren a la letanía de las Bene Gesserit, que implica, como la meditación y las prácticas ascéticas, un vaciamiento del pensamiento para poder superar la instancia de sufrimiento o miedo.
En lo que respecta a la cuestión política, en esta sección Paul demuestra sus habilidades diplomáticas cuando se gana la confianza de Kynes. Utiliza hábilmente su conocimiento para impresionar al planetólogo y le ofrece su lealtad. Herbert mantiene cierta ambigüedad con respecto al origen del conocimiento que Paul emplea para establecer una alianza. Para los lectores, al igual que para personajes como Kynes, determinar si Paul es un ser extraordinario destinado a ser el mesías, o si simplemente es muy hábil con la información que maneja, permanece en duda.
En todo caso, vemos en estos capítulos la lealtad férrea de la mayoría de los colaboradores de Atreides. Hawat intenta mantenerse fiel a los Atreides, mientras que Idaho se sacrifica para permitir que Jessica y Paul escapen. Halleck también jura vengarse de los Harkonnen por su propia familia y por lo sucedido con los Atreides. Asimismo, Paul va adquiriendo nuevas alianzas que, suponemos, serán tan firmes como las que consiguió su padre. En estos capítulos se desarrolla en más detalle un aspecto clave del feudalismo: lo que une a los señores y sus hombres es una serie de lazos y obligaciones que respalda compromisos. Es por esto que Halleck les da la opción a sus hombres de sumarse a la alianza que él hace personalmente con Tuek; tienen la opción de elegir porque se trata de lazos más personales.
Por su parte, el barón Harkonnen intenta organizar su propia Casa. A diferencia de los Atreides, no cuenta con colaboradores leales, porque su liderazgo depende del castigo y la fuerza. Tampoco tiene herederos directos, sino que debe elegir entre sus sobrinos. Su egoísmo y la facilidad con la que se entrega a sus deseos son los que conducen a dejar a su Casa sin un heredero directo, puesto que él prefiere tener sexo con jóvenes esclavos. Elige imponer en Arrakis a un déspota como Rabban para oprimir al pueblo y hacerlos más gobernables cuando llegue Feyd. Nuevamente, el barón representa la peor cara del imperialismo.