Dune

Dune Resumen y Análisis Libro Segundo: "Muad'Dib", Capítulos 9-15

Resumen

Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 9

Hay una oscuridad total, pero, con sus habilidades, Jessica y Paul saben que están ante una tropa de Fremen. Paul reconoce la voz del hombre que había ido a recuperar el cuerpo de su amigo Fremen ante una de las reuniones de consejo; se trata del hombre con el que Duncan Idaho hizo una alianza. El nombre del líder de ese sietch (comunidad Fremen) es Stilgar, y está a la cabeza del sietch Tabr.

Aunque Jessica y Paul no lo saben, Liet Kynes ha dejado la instrucción de que reciban a Paul. La leyenda del mesías también entra en juego en la decisión de protegerlo. Jamis, uno de los hombres del sietch, no está de acuerdo con Stilgar.

Paralelamente, está el problema de Jessica: el sietch no tiene ninguna instrucción sobre ella, y la tropa cree que puede ser una carga para el grupo. Jessica se defiende atacando a Stilgar y tomando sus armas. Al tiempo, Paul hace lo mismo con otro de los Fremen. Stilgar comprende que Jessica no es una mujer ordinaria, y que ambos pueden aprender uno del otro. Stilgar ordena a una de las mujeres de la tropa llamada Chani que baje la guardia. Paul se da cuenta de que Chani es la mujer que él ha visto en sus sueños.

Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 10

El grupo llega a la Caverna de la Cresta, hogar del sietch Tabr. A Jessica le preocupa saber si el ataque a Stilgar debilitó su liderazgo, pero Stilgar le explica que nadie pensará menos de él, considerando que Jessica posee un “extraño arte” (p.434).

Jessica y Paul descubren que los Fremen han estado pagando coimas a la Cofradía Espacial para que no los molesten en sus propios proyectos: empezar a cambiar el ecosistema de Arrakis para que sea más propicio para la vida. Gracias a las coimas, la Cofradía no incluye ciertos territorios en la vigilancia con satélites.

Si bien el lugar de Paul dentro de los Fremen es más claro, Jessica considera qué papel jugará ella. Stilgar sugiere que Jessica reemplace a la anciana que cumple ahora el papel de Reverenda Madre entre ellos. En ese momento, a Jessica le viene a la mente una letanía que recita y los Fremen contestan. Tras eso, Stilgar está convencido de que ella es la mujer que menciona la profecía.

Por su parte, Paul no participa de la conversación, sino que acompaña a Chani, quien le da un tour del sietch y luego prepara comida para él. El plato tiene tal cantidad de especia que Paul siente cómo su mente se transforma y tiene visiones del futuro, cuyos finales siempre son el mismo: Paul yace muerto con un cuchillo en su pecho.

Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 11

Jamis sigue sintiéndose inconforme con la decisión de Stilgar, y exige una prueba de que Jessica es efectivamente la persona de la profecía. Para ello, invoca la regla del amtal, y Jessica debe elegir un campeón que luche en su nombre. La única alternativa es que Paul sea el campeón de Jessica que enfrente a Jamis.

Jessica intenta usar la Voz, pero le ordenan mantenerse en silencio. Paul y Jamis combaten uno a uno con cuchillos en mano. Paul no puede dejar de pensar en la visión que tuvo la noche anterior, en la que se veía a sí mismo muerto con un cuchillo clavado en el pecho. No quiere matar a Jamis y le propone que se rinda, pero Stilgar interviene diciendo que la rendición está prohibida. Paul logra vencer, en parte por la ayuda de Chani, que le describió con detalle el estilo de combate de Jamis.

Los Fremen se llevan el cuerpo de Jamis para recuperar el agua de su cuerpo. Después de haber superado esa prueba, Paul asume una nueva identidad al adoptar dos nuevos nombres. El primer nombre es elegido por Stilgar, quien nombra a Paul "Usul", que significa “la fuerza en la base del pilar”; este nombre solo se puede usar dentro del sietch Tabr. Asimismo, Paul debe elegir su propio nombre Fremen y decide tomar el de un ratón que vio en el desierto: Muad’Dib. No obstante, no quiere perder su nombre Atreides, para mantener viva la conexión con su padre, por lo que pide llamarse Paul-Muad’Dib. Se da cuenta de que esa decisión no se condice con ninguna de las visiones y toma conciencia de que está modificando el futuro.

Al final del capítulo, Paul vuelve a tener una visión de la yihad, en la que aparecen ondeando las banderas Atreides ensangrentadas. Lo que más desea Paul es evitar ese futuro.

Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 12

Según las costumbres de los Fremen, el agua recuperada del cuerpo de Jamis le pertenece a Paul para compensar lo que ha perdido durante la batalla. Al principio, Paul no se siente cómodo con ese arreglo, pero su madre le insiste en respetar las costumbres de los anfitriones.

Durante el ritual funerario, los compañeros de Jamis dicen unas palabras por él; Jessica decide participar, y Paul se da cuenta de que todo esperan algo de él también. Cuando habla sobre Jamis, Paul dice: “Jamis me enseñó que… cuando… cuando uno mata… tiene que pagar por ello” (p.468), y derrama unas lágrimas. Los Fremen se sienten honrados, porque Paul está ofrendando “humedad” de sus ojos en honor al muerto.

Stilgar conduce a sus invitados al interior de una de las cuevas donde se encuentra un lago que no deben tocar jamás, hasta que haya suficiente agua para transformar el ecosistema del planeta. Allí vuelcan el agua recuperada del cuerpo de Jamis, y Paul recibe unos anillos metálicos que representan su porción del agua por haber vencido en el combate. Él se los entrega a Chani, quien se siente desconcertada, porque eso es el equivalente a hacer un compromiso de pareja. Stilgar le recuerda a Chani que Paul no conoce todavía todas las costumbres de los Fremen.

Paul toma el baliset de Jamis y canta una canción. A Jessica no le gusta el vínculo que se está formando entre Paul y Chani, y piensa en advertirle a su hijo que una Fremen no es una buena alianza matrimonial.

Por su parte, Paul no puede dejar de lado un pensamiento que lo domina: "Mi madre es mi enemiga. No lo sabe, pero lo es. Ella es la responsable de la yihad. Me ha dado a luz. Me ha adiestrado. Es mi enemiga” (p.477).

Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 13

La acción del Capítulo 13 del Libro Segundo sucede en Giedi Prime, el planeta de los Harkonnen. Feyd-Rautha está por celebrar su cumpleaños. Para sus diecisiete años, la celebración consiste en un espectáculo de gladiadores, donde Feyd espera matar al centésimo esclavo-gladiador.

Antes de que inicie la celebración, uno de los invitados de honor, el conde Fenring, desea reunirse a solas con el barón Harkonnen. El conde es un enviado del emperador que trae algunos mensajes. En primer lugar, el emperador está descontento con la expulsión de sus soldados Sardaukar del planeta Arrakis. El barón justifica la decisión alegando que la presencia de los Sardaukar podía hacer que las casas nobles sospecharan del arreglo entre los Harkonnen y el emperador Shaddam IV. El conde le recomienda que, de ahora en adelante, consulte todas sus decisiones con el emperador. Secretamente, el barón espera que lo acusen de algo injusto para poder desprestigiar al emperador ante el Landsraad. Al final de la conversación, el conde le comunica otra gran preocupación del emperador: escuchó que Hawat, el antiguo mentat de Atreides, ahora trabaja para los Harkonnen. El emperador le ordena al barón que lo mate, pero el barón explica que él necesita un nuevo mentat tras la muerte de Piter, y que sabe cómo controlar a Hawat. Cuando lo incluyó en su corte, el barón envenenó a Hawat, y cada día le da un poco del antídoto para mantenerlo vivo.

De vuelta en la celebración, Hawat y Feyd traman un espectáculo asombroso para el público. En lugar de luchar contra un esclavo-gladiador drogado, Feyd enfrentará a un gladiador sobrio. Hawat se asegura de que Feyd gane la batalla de todas maneras, implantando en la mente del gladiador una palabra clave para inmovilizar su cuerpo. Por otra parte, Feyd cambiará el color de su cuchillo envenenado para confundir al gladiador: el negro está envenenado y el blanco permanece puro. Debido a las trampas, Feyd logra vencer al gladiador. Por su victoria le corresponde la cabeza de su contrincante, pero Feyd la rechaza y pide que se entierre al hombre intacto y con su cuchillo. El público siente una gran admiración por Feyd. El plan de Hawat es exitoso.

Durante la fiesta, el conde y la dama Fenring discuten sobre su propio plan: la dama Fenring seducirá a Feyd para conseguir quedar embarazada de él y no permitir que su línea sanguínea se extinga, según las órdenes de la Reverenda Madre de las Bene Gesserit.

Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 14

Paul y los Fremen llegan finalmente al sietch Tabr. Llega la noticia de que el padre de Chani, Liet-Kynes, ha muerto a manos de los Harkonnen.

Según la tradición, Paul debe hacerse cargo de la esposa y los hijos de Jamis, el hombre al que mató. Puede elegir entre mantenerla como esposa o sirvienta. Paul elige esto último. Desde ahora, Paul va a vivir en las cuevas que le correspondían a Jamis, y su esposa, Harah, es quien le muestra su nuevo hogar. En el tour por las cuevas de Tabr, podemos ver algunas de las costumbres del pueblo: los niños asisten a clases y aprenden sobre plantas que todavía no existen en su planeta, y hay personas dedicadas a recolectar el rocío para cultivar algunas especies vegetales. Este asentamiento pronto deberá ser abandonado para evitar que los Sardaukar descubran los secretos de los Fremen.

Libro Segundo: "Muad'Dib" - Capítulo 15

Diez mil personas se reúnen en una de las cavernas del sietch. Paul entra en el lugar escoltado por los dos hijos de Jamis, que empuñan sus cuchillos crys, listos para defender a Paul. Jessica intenta no demostrar el miedo que siente; no sabe bien qué le espera y se preocupa por su hija nonata. Chani también asiste y lleva un pañuelo verde, el color del luto. Finalmente, llega la actual Reverenda Madre de los Fremen, una anciana llamada Ramallo.

Los Fremen deben abandonar ese sietch para evitar que se descubran sus secretos, pero la Reverenda Madre es muy vieja para hacer un nuevo viaje, por lo que Jessica tomará su sitio. Solo en caso de que eso fallara, Chani sería nombrada Sayyadina o suplente. Primero, la Reverenda Madre Ramallo nombra a Chani. Luego, pide que los maestros del agua traigan “Agua de la Vida”, una bebida que contiene grandes cantidades de especia. Ese ritual confirmará si Jessica es parte de la profecía, porque beber esa agua le “abrirá el universo” (p.525) si ella lo merece. El efecto de la droga es casi inmediato: Jessica experimenta una transformación interior y su mente accede a un lugar fuera del tiempo que está reservado para el Kwisatz Haderach. Allí experimenta una conexión psicoquinestética en la que se ve a sí misma como si fuera tan solo un átomo. La Reverenda Madre la encuentra allí y habla con ella. Le da indicaciones de qué hacer para proteger a su hija nonata. Jessica debe absorber la memoria de todas las Reverendas Madres que han venido antes que ella. Experimenta la historia de los Fremen desde que fueron tomados prisioneros en Bela Tegeuse y Salusa Secndus y traídos a Arrakis como esclavos. Otra importante revelación es que el Agua de la Vida proviene del cuerpo de un gusano de arena. La Reverenda Madre Ramallo muere y el público confirma que Jessica es la nueva Madre Reverenda. Jessica ordena que el Agua de la Vida se sirva a los demás diluida. Paul también bebe esa agua y ve el futuro. Llora por las muertes que ve en él.

Jessica sabe que la experiencia que ha tenido ha transformado tanto a ella como a su hija nonata.

Análisis

En este punto de la trama, Paul experimenta un nuevo hito en el camino del héroe: cruza el umbral y debe enfrentar al guardián: Stilgar. Paradójicamente, ese primer paso en el cruce del umbral es liderado por Jessica, quien inicia el ataque contra los Fremen, desarmando a Stilgar. Paul sigue la iniciativa de su madre y desarma a Jamis. A partir de ese momento, el héroe empieza a sumar enemigos y aliados. En este caso, Stilgar y Chani se convierten en aliados, pero Paul también adquiere un enemigo entre los Fremen: Jamis.

Por otra parte, en el Capítulo 9, Herbert muestra la mutua admiración entre Stilgar y Jessica. Los dos reconocen que se pueden beneficiar de una alianza. Los siguientes capítulos se centran en el intercambio cultural.

Precisamente en el Capítulo 10, Chani y Stilgar cumplen la función de embajadores de los Fremen para Paul y Jessica. La apertura de Jessica y Paul para conocer un mundo distinto al suyo contrasta con el desinterés que los Harkonnen han mostrado siempre hacia el pueblo Fremen.

Paralelamente al camino del héroe, Jessica vive su propio proceso para determinar cuál es su lugar en la historia. Además, ella reconoce que Paul no necesita de su guía, y su prioridad ahora es garantizar un refugio para su hija nonata. Si bien no queda claro si se trata de algo sobrenatural o un resultado del trabajo de la Missionaria Protectiva, Jessica consigue sus propios seguidores cuando recita una letanía y los Fremen responden.

En el Capítulo 11, Paul debe superar una prueba para cruzar definitivamente el umbral. Esta vez Jessica no puede intervenir, y todo depende del héroe. Paul ingresa al combate con miedo por la visión en la que se ve a sí mismo con un cuchillo en el pecho. Recurre a las enseñanzas de su madre y recita la letanía. Asimismo, todos los consejos de sus maestros vienen a su mente en el momento preciso. Sin embargo, en este combate se empieza a vislumbrar un costado de Paul que sugiere que, en lugar de un héroe, Paul podría ser un antihéroe. Durante el combate, Jessica piensa lo siguiente: “Ha descubierto que Paul no es un niño como los de su pueblo, sino una máquina de combatir adiestrada desde la infancia” (p.453). Al referirse a él como una máquina de combate, insinúa que Paul no actúa libremente con heroísmo, sino que ha sido diseñado y es parte de un plan que lo supera. Es cierto que Paul actúa con más frialdad a medida que avanza la trama.

La victoria de Paul sobre Jamis es un momento determinante en su camino, porque marca el cruce definitivo del umbral y una transformación en su identidad. Contrariando las visiones que ha tenido hasta el momento y las costumbres de los Fremen, Paul toma un nombre que reúne sus dos identidades, y también asienta las bases para la posición de liderazgo que ocupará más adelante, tanto para los Fremen como para la casa noble. Por una parte, toma el nombre Fremen Muad’Dib, que se refiere al ratón del desierto que se adapta asombrosamente a las condiciones más adversas. Es una presa para los halcones, pero, si toma las decisiones correctas, es capaz de escapar. Todas estas características coinciden con la historia de Paul: a pesar de ser un extranjero, se adapta sorprendentemente bien a la manera de los Fremen y, por ahora, ha logrado sortear los ataques de sus enemigos. En combinación con su nuevo nombre Fremen, mantiene su nombre original, Paul, que preserva la conexión con su linaje.

Lo que inicialmente parece un gesto para recordar a su padre y no olvidarse de su origen, en realidad se convierte en una estrategia ideal, porque es lo que le permitirá ponerse en el lugar de líder de los Fremen y del imperio, al convertirse en heredero del trono del emperador. Paul es una versión más poderosa de los Atreides y de los Fremen, porque consigue combinar esas dos fuerzas.

Simultáneamente, vemos lo que sucede con los herederos de la Casa Harkonnen. Feyd-Rautha funciona como contrapunto de Paul Atreides. En esta sección, ambos deben matar a un hombre. Paul lo hace para honrar una tradición de los Fremen, e intenta actuar de la manera más honorable. Por el contrario, Feyd-Rautha participa en un combate con un gladiador-esclavo, como parte de un entretenimiento y de la celebración de su cumpleaños. Lo que es peor, mata a su contrincante con una serie de trampas. Los personajes siguen una moral opuesta, y la escena de Feyd sirve para remarcar aún más los valores y principios de Paul.

Al mismo tiempo que Paul experimenta todos estos cambios, otra parte de su camino de maduración implica “matar a la madre”. Hasta ahora, Paul ha visto la debilidad de su padre, pero ahora empieza a romper el fuerte vínculo que lo une a su madre a medida que crece su vínculo con Chani. Uno de los aspectos que más tensión genera entre madre e hijo es la conciencia de Paul de que su madre eligió engendrarlo, rebelándose contra los planes de las Bene Gesserit. Paul teme la yihad que ve en sus visiones y culpa a su madre por haber iniciado esa línea temporal con sus decisiones.

Finalmente, en el intercambio cultural que ocupa gran parte de esta sección, Paul y Jessica descubren a la par del lector detalles ocultos sobre la cultura Fremen. Por ejemplo, vemos que se trata de un pueblo nómada que viaja por distintos asentamientos para escaparse de la vigilancia imperial. Por otra parte, son un pueblo sumamente enfocado en el futuro, a tal punto que enseñan a sus hijos en la escuela sobre cultivos que todavía no se pueden hacer en Arrakis. La religión de los Fremen rinde culto a los gusanos de arena, a los que llaman Shai-hulud, como si se tratara de la forma que toma un dios. Si bien Herbert echa mano de varias religiones para crear la mitología Fremen, sin duda la influencia más clara es la del islam. Shai-hulud significa "cosa eterna" en árabe y representa una manifestación de lo divino en el desierto. Otro elemento al que los Fremen rinden culto es el agua. El Capítulo 12 describe una cueva que se asemeja a un templo donde se encuentra un lago sagrado, y representa la esperanza del pueblo Fremen sobre el futuro de su planeta.

La escena en la que Jessica se convierte en la Reverenda Madre del pueblo Fremen muestra una experiencia ascética en la que ella se vacía de sí misma para alcanzar una consciencia colectiva. Primero, "Se rebajó al nivel de las reacciones emocionales básicas" (p.529), y luego tuvo una visión de "nacimiento, vida, muerte... cosas importantes pero también intrascendentes, toda una existencia en un abrir y cerrar de ojos" (p.530). Si bien Jessica tiene el privilegio de esta visión de lo infinito, su mirada no lo puede abarcar todo; hay una parte de la revelación que permanece oculta porque solo la puede experimentar el Kwisatz Haderach, es decir, un varón. En este sentido, Herbert es tradicional en su representación de los géneros y el lugar que ocupan en las religiones.