La generación del 36 es un movimiento literario que surge en España durante la década de 1930. Los escritores que formaban parte de ella nacieron entre 1905 y 1920, y tenían un fuerte compromiso social y político. A través de sus obras, estos escritores denunciaban al capitalismo y el creciente fascismo. Además, soñaban con una España republicana y comunista, en la que los trabajadores fueran los dueños de sus tierras y del producto de su trabajo. Tenían, por ende, una gran afinidad ideológica con la Segunda República española y sintieron en carne propia el advenimiento del fascismo falangista. De hecho, muchos de los escritores que forman parte de esta generación lucharon en el ejército republicano. Miguel Hernández, como podemos ver, no es la excepción.
Así, las características más importantes de la literatura de la generación del 36 son la predominancia del realismo literario, la fuerte presencia de la temática social y política, y el uso de un lenguaje directo y comprensible. Lógicamente, el tema fundamental que atravesó a esta generación de escritores españoles fue la Guerra Civil.
Cabe destacar que la generación del 36 tenía mayor inclinación por la narrativa que por la poesía. Sin embargo, y como podemos comprobar en esta guía, el autor más representativo de esta generación es el poeta Miguel Hernández.
A su vez, ciertos críticos afirman que existieron dos tendencias dentro de la generación del 36: la desarraigada y la arraigada. La diferencia entre ambas tendencias es, más que estética, ideológica. Mientras que los escritores desarraigados son republicanos, los escritores arraigados son franquistas. Esta división genera ciertas discusiones, ya que, a priori, la generación del 36 se caracteriza por ser anticapitalista y republicana. Sin embargo, los críticos que defienden esta división en tendencias afirman que hay un gran caudal de escritores de derecha que también utilizaron el realismo, el lenguaje directo y escribieron sobre la Guerra Civil y otras cuestiones sociopolíticas. Es decir, según estos críticos, los escritores arraigados tienen todo en común con los desarraigados excepto su ideología.
Además de Miguel Hernández, los escritores más importantes de la generación del 36 son Juan Gil Albert, Antonio Buero Vallejo, María Zambrano, Miguel Delibés y Camilo José Cela. Estos dos últimos tenían afinidad ideológica con el ejército liderado por Francisco Franco. Es decir, formaban parte de la generación del 36 arraigada.