"La vida de un hombre era resultado de una serie complicada de casualidades; hoy, la civilización ha desterrado a la casualidad, ha sepultado lo imprevisto."
En esta cita, Mathilde reflexiona sobre el cambio de actitudes y valores de la sociedad. Contempla cómo el elemento del azar ha sido eliminado de la vida moderna. Además, lamenta la pérdida del sentido del valor que existía en el pasado. Por ejemplo, empieza hablando de la valentía y los duelos. Reconoce que ahora los duelos son asuntos muy orquestados. Incluso las palabras del adversario herido están preparadas de antemano. A continuación, Mathilde compara el estado actual de la sociedad con la época del rey Enrique III. Afirma que en la sociedad contemporánea la gente se preocupa más por las apariencias. La cita refleja la exploración de Stendhal sobre el cambio social y la erosión de la auténtica valentía. Subraya el tema del conflicto entre la ambición personal y las normas sociales.
"Su emoción era un placer de los sentidos y no una pasión del alma, y la prueba es que, cuando entró en su habitación, ya no se acordó de otra cosa que de tomar su libro favorito."
En esta escena, Julien asiste a una fiesta en la que experimenta emociones nuevas para él. Se siente atraído por la belleza de una mujer y experimenta un placer sensorial en su presencia. A pesar de su naturaleza calculadora, se deja perder en ese momento. La cita subraya la distinción entre placer sensual y pasión emocional. Esta diferenciación queda ilustrada por su falta de recuerdo de otra cosa que no sea su deseo de leer su libro favorito. La cita revela la juventud de Julien y la influencia de su naturaleza ambiciosa. A los veinte años, está más preocupado por el mundo y por los papeles que debe desempeñar en él. El pasaje insinúa el conflicto interno de Julien entre sus ambiciones y el despertar de emociones más profundas. Esta dicotomía es un tema recurrente a medida que Julien navega entre sus deseos, las limitaciones sociales y su identidad personal.
"No quiero que me carbonice el rayo, y como tú corres peligro de que Dios, cansado de tus impiedades, te abrase, me voy."
La cita refleja una interacción que agrava el sentimiento de alienación de Julien en el entorno del seminario. Tiene dificultades en el seminario, donde está rodeado de compañeros. A pesar de su inteligencia, le resulta difícil encajar debido a sus aspiraciones más allá de la vida en el seminario. Intenta ganarse el favor de un compañero que es muy apreciado por su piedad. Las duras palabras del seminarista revelan una profunda condena. El estudiante emplea una metáfora de castigo divino por parte de Dios debido a la impiedad de Julien. Las palabras son significativas porque encierran el rechazo al que se enfrenta Julien. A pesar de sus esfuerzos por integrarse, su individualidad le distingue y le convierte en blanco de juicios. Esta interacción subraya el tema de la conformidad social y las consecuencias de ir contra las normas.