Ocurrirse una idea / Estar como un loco (símil)
“De pronto, la construcción de la iglesia y las sentencias del juez de paz le abrieron los ojos; se le ocurrió una idea que durante algunas semanas le tuvo como loco y se adueñó finalmente de él con toda la fuerza de que es capaz un alma apasionada que cree haber descubierto algo por vez primera".
En este símil, el autor ilustra el impacto de una revelación repentina en la mente del personaje. La comparación con estar "como un loco" sugiere no solo la intensidad del pensamiento, sino también la manifestación apasionada de la idea. Este símil subraya la naturaleza avasalladora y absorbente de la nueva percepción, destacando la obsesión y la pasión del personaje al abrazar su descubrimiento.
Hablar como el difunto príncipe de Condé (símil)
“Hablo, señora, como el difunto príncipe de Condé al presentar sus chambelanes a su nueva esposa: «Toda esa gente», le dijo, «son nuestros criados".
Este símil se emplea para describir el estilo de discurso del personaje, comparándolo con la manera en que el difunto príncipe de Condé presentaba a sus criados. La analogía destaca una forma específica y tal vez anticuada de expresión, sugiriendo que el personaje adopta un tono formal o pomposo. Este símil, además, podría indicar una actitud de superioridad o distanciamiento en el habla del personaje.
Dar encanto a algo que no lo tiene como un buen actor (símil)
“Para colmo de los males, veía y aun exageraba su absurda actitud; en cambio, lo que no veía era la expresión de sus ojos; eran tan bellos y reflejaban un alma tan ardiente, que, como los buenos actores, daban encanto a aquello que no lo tenía".
Aquí, el símil compara la capacidad de los ojos del personaje con la habilidad de un buen actor para otorgar encanto a algo aparentemente carente de atractivo. Esta comparación resalta la importancia de los detalles no evidentes y sugiere que, al igual que un actor puede transformar un papel con su actuación, los ojos del personaje tienen el poder de embellecer y dotar de encanto a su apariencia.
Torpe como un niño (símil)
“Felizmente para él, aquella noche sus discursos emocionantes y enfáticos agradaron a la señora Derville, que la mayor parte de las veces le encontraba torpe como un niño y poco divertido".
En este símil, la torpeza del personaje se compara directamente con la de un niño. La imagen de un niño torpe evoca una inocencia y falta de destreza, sugiriendo que el personaje puede carecer de habilidades sociales o de desenvolvimiento. Este símil subraya la simplicidad y la falta de sofisticación en la conducta del personaje, añadiendo un toque de ternura o comprensión hacia sus limitaciones.