La muerte en Venecia Elementos Literarios

Novela.

Múnich (Alemania) y Venecia (Italia), durante las primeras décadas del siglo XX.

Narrador omnisciente subjetivo. Si bien predomina la tercera persona, es constante la intromisión de los pensamientos y reflexiones del protagonista a partir del recurso del monólogo indirecto.

La novela tiene un tono trágico que nos llega no solo a través de los acontecimientos, sino también mediante la transferencia de los estados anímicos del protagonista gracias a sus reflexiones y pensamientos.

El protagonista es von Aschenbach. En cuanto al antagonista, no hay uno en concreto sino que son las propias decisiones del escritor las que lo llevan a la muerte. La peste del cólera, sin embargo, puede ser comprendida como una fuerza antagónica en la novela.

El conflicto principal se da en el interior del protagonista, y se desarrolla en la tensión entre sus impulsos apolíneos y dionisíacos, luego de haberse enamorado de Tadzio.

El clímax de la novela se nos presenta con la muerte del Aschenbach, finalmente enfermo de cólera y luego de haber asumido sus verdaderas intenciones para con Tadzio.

Constantemente se nos ofrecen indicios de lo que será el final de la novela. Uno de ellos aparece en el Capítulo 1, cuando Aschenbach imagina un viaje a la India y se asusta con la presencia de un tigre al acecho. Ese tigre simboliza la letalidad del cólera, enfermedad que tiene su origen en ese país.

En las últimas páginas, Aschenbach vuelve a recrear los diálogos platónicos de Fedro. Allí concluye que a los poetas solo los enaltece la pasión, y nunca los deberían tomar como ejemplos para “educar al pueblo” (113), ya que siempre terminan conducidos por “la embriaguez y el deseo” (113). Con estos comentarios, Aschenbach termina confesando, de un modo atenuado, que no es la elevación intelectual lo que busca con Tadzio.

Ver en el tema “La cultura clásica” las constantes alusiones al arte, la mitología y la filosofía griega.

Ver la sección “Imágenes” de esta guía.

Constantemente, Aschenbach codifica su relación Tadzio a partir de los diálogos platónicos de Fedro. Sin embargo, la estructura general de estos tratados consisten en los diálogos entre Fedro y su mentor, Sócrates. Es absurdo que Aschenbach proyecte su relación con Tadzio de esta manera, porque él nunca se anima a dirigirle la palabra al muchacho.

Mientras recrea pasajes del Fedro, un tratado platónico, Aschenbach realiza un paralelismo en el que él y Tadzio representan a Sócrates y Fedro.

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En el Capítulo 4, Aschenbach espera el amanecer y, cuando sale el sol, cierra los ojos dejando que este “besara sus párpados” (80). En este caso, el calor que producen los rayos solares se personifica a través de la acción de besar.