Tras la muerte accidental de Rosa la bella, primogénita del matrimonio Del Valle, su pequeña hermana, Clara, guarda silencio durante nueve años. En todo ese tiempo, Esteban Trueba, el desconsolado prometido de Rosa, se retira a la propiedad abandonada por sus abuelos en el interior del país y la transforma en una estancia modelo. Se transforma en un patrón tirano y lleno de una furia que se descarga sobre las campesinas de su estancia, de quienes abusa sexualmente en repetidas ocasiones.
Esteban solo regresa a la capital para ver a su madre una última vez antes de que ella muera. Allí, su madre le hace prometer que se casará. Para satisfacer a la difunta, Esteban Trueba se dirige a los Del Valle, a ver si tienen otra hija con la que poder casarse. Allí, Clara ha vuelto a hablar el día de su cumpleaños número 19, y ha anunciado su unión con Esteban Trueba. En esos nueve años en silencio Clara ha desarrollado dotes telepáticas y de clarividente, y ha visto su futuro junto al hombre.
Luego de la ceremonia nupcial, la pareja se muda a "La casa de la esquina", una enorme mansión que se irá agrandando a lo largo de los años para albergar a la corte de espiritistas y magos que siguen a Clara, y a los propios espíritus que siempre buscan su presencia. En esa casa Clara da a luz a su hija Blanca y, años después, a los mellizos Jaime y Nicolás.
Tras el nacimiento de Blanca, la familia Trueba se instala en "Las tres Marías", la estancia que ha vuelto rico a Esteban. Allí, la pequeña hija establece una amistad profunda con Pedro Tercero García, el hijo del capataz de la estancia. En su adolescencia, los muchachos se transforman en amantes a escondidas de sus padres, quienes hubieran prohibido la relación por la diferencia de clases.
Esteban Trueba es un conservador extremo y termina por echar de la estancia a Pedro Tercero cuando descubre que este difunde ideas socialistas entre los campesinos. A pesar de esto, la pareja sigue encontrándose por las noches a la orilla del río, hasta que son traicionados por el conde Jean de Satigny, un francés llegado tras la Segunda Guerra Mundial que desea casarse con Blanca para tener acceso a la fortuna de los Trueba.
Loco de ira, Esteban Trueba castiga a su hija con violencia y, cuando Clara interviene, también la golpea a ella. Por esta razón, Las dos mujeres abandonan la estancia y vuelven a instalarse en la capital. Clara no le volverá a dirigir la palabra a su marido en toda su vida. En el campo, Esteban Trueba busca a Pedro Tercero para matarlo. Cuando lo encuentra, solo logra cortarle tres dedos de una mano, y el muchacho escapa.
Cuando se entera de que su hija está embarazada, Esteban Trueba regresa a la capital junto al conde francés y obliga a su hija a que se case con él. Así resguarda el nombre de la familia y otorga un apellido renombrado a su hijo. Blanca se va a vivir al norte con su marido, con quien no comparte la intimidad del matrimonio: solo se trata de un acuerdo legal por conveniencia.
Mientras tanto, en "La casa de la esquina" Clara sigue con sus reuniones de espiritistas y no presta atención a su marido, que se instala bajo el mismo techo. Jaime realiza su residencia como médico en los hospitales de los barrios pobres, donde desarrolla una intensa labor asistencialista. Su hermano, en cambio, se inclina hacia las artes espiritistas sin ningún éxito, invierte la fortuna de su familia en negocios que fracasan y entra y sale de relaciones amatorias efímeras, hasta que conoce a Amanda. Se trata de una muchacha atractiva que pregona la filosofía existencialista y el amor libre, y contempla a Nicolás como un muchacho inmaduro. Cuando queda embarazada, Nicolás le propone casamiento, a pesar de la diferencia de clases entre ellos, pero ella lo rechaza y ambos piden a Jaime que le practiquen un aborto. Jaime accede sin contarle a nadie que, en secreto, está enamorado de ella.
Mientras Amanda se recupera de la intervención quirúrgica en la casa de los Trueba, Blanca, que ha regresado sola a la casa materna tras abandonar a su marido, da a luz a Alba, la última mujer en la cadena de personajes principales.
Alba llega a la adolescencia y se dedica a estudiar filosofía y música. En Chile, los movimientos obreros están cada vez más organizados. Es la época del sindicalismo y del auge del socialismo. La muchacha participa en las reuniones políticas de su facultad y conoce a Miguel, un joven de extrema izquierda que está convencido de la revolución armada. Comienzan una relación apasionada. En el polo opuesto, Esteban Trueba ha ejercido durante los últimos años como senador por el partido conservador.
En 1970, el Candidato socialista asume la presidencia y el senador Trueba es el primero en organizar la conspiración para desestabilizar al nuevo gobierno y sumirlo en una crisis. Sin embargo, el presidente no dimite y, tras tres años de profunda crisis económica, es derrocado en el golpe militar que instaura casi dos décadas de dictadura en Chile.
Durante el gobierno socialista Blanca ha vuelto a frecuentar a Pedro Tercero, quien vive en la capital, se ha convertido en un cantante de protesta famoso y luego en ministro del gobierno socialista.
El día del golpe Jaime es apresado, torturado y fusilado por encontrarse entre los amigos del Presidente. Esteban Trueba no cree en la noticia y sigue defendiendo a los militares. Mientras tanto, Alba ayuda a los perseguidos políticos a conseguir asilo en las embajadas de otros países. Esto termina produciendo su arresto y detención. En un centro clandestino, un grupo de militares la tortura y la viola durante semanas. Entre ellos se encuentra Esteban García, el nieto bastardo producto de la violación que Esteban Trueba cometió sobre una campesina, quien busca vengarse de la familia Trueba.
Alba es salvada gracias al contacto de una prostituta devenida en mujer de negocios a quien Esteban Trueba había ayudado en su juventud, y logra regresar con su abuelo. Este está totalmente arrepentido de haber ayudado a los militares a tomar el poder. Se encuentra solo; Blanca se ha exiliado junto a Pedro Tercero en Canadá, y siente que su familia esté deshecha.
Antes de morir a sus 90 años, Esteban Trueba propone a Alba que escriba la historia de su familia en base a los diarios que Clara ha escrito durante más de cincuenta años. Al final del libro, Alba comienza a relatar la historia que se cuenta en la novela, y el lector comprende que ella es la narradora del relato. La novela finaliza así con la frase que Alba elige para comenzarla, cerrando en forma circular casi un siglo de la historia de los Trueba.