El breve viaje de Hans resulta de siete años (ironía situacional)
Cuando comienza su viaje, Hans tiene la intención de volver en un par de semanas y retomar sus actividades habituales. Sin embargo, al llegar al sanatorio, conocer la vida allí e incluso caer enfermo, su viaje se extiende mucho más de lo esperado. De hecho, se termina quedando allí alrededor de siete años. Es decir, la vida lo enfrenta a una situación totalmente contraria a la planeada en un primer momento.
La gente se enferma donde debería curarse (ironía situacional)
Según el narrador, el sanatorio es un sitio en el que ocurren cosas contrarias a las esperadas. En lugar de curarse, las personas se enferman cuando llegan a él. Esta ironía no es aplicable, desde ya, a todos los pacientes, pero sí al protagonista cuyos pasos seguimos en esta historia.
Hans elogia la inteligencia de Joachim queriendo hacer lo contrario (ironía verbal)
Al enterarse de su enfermedad, Hans escucha a Joachim explicarle cuestiones técnicas sobre ella. Dado que Joachim utiliza palabras demasiado específicas, Hans responde con una ironía verbal que parece ensalzar el nivel de inteligencia de su primo. Sin embargo, está queriendo significar todo lo contrario, ya que considera que no es necesario decir palabras difíciles en un caso así, sino más bien ocuparse de curar la enfermedad.